Por Eduardo Montoya Pérez
Desde hace unos meses se viene promoviendo el Movimiento Activista Pedófilo- MAP, el cual quiere acercarse a los sectores sociales LGBT+, y ser catalogado como una orientación sexual, generando un sin número de rechazos tanto del exterior como desde las mismas entrañas del movimiento de reivindicación de los derechos LGBTIQ.
Los titulares de los medios han sido severos; incluso maltrecha los años de luchas que activistas y organizaciones sociales han y hemos dado en pro de la defensa por la igualdad y mitigación de la brecha que aún existe en términos legales para las personas gais, lesbianas, trans, bi, intersex y más.
De hecho, los MAP o también MOP (Movimiento de Orgullo Pedófilo), vienen buscando que la pedofilia sea retirada del listado de trasnornos de la salud mental de la Organización Mundial de la Salud – OMS, para lo cual quieren hacernos creer que es sano meterse con las niñas y niños.
¿Será natural y/o aceptable abusar de nuestros niños y niñas? ¿Será que los pervertidos de los LGBT+ los acepten en su movimiento? ¿Es que como echarse hombre con hombre es un pecado, también van aceptar a estos desviados que quieren abusar con legalidad a los menores? Muchos estarán haciéndose estas preguntas y señalando a todos los que integramos la población diversa.
Por eso, es más que necesario hacer algunas precisiones frente al tema, y esta vez lo haré en nombre no sólo de un individuo que escribe esta columna, sino también de una organización social como es Fundación Plataformas, que por años ha tratado de visibilizar a las personas LGBTIQ en Caldas, Risaralda, Norte del Valle, Antioquia y, desde hace quince días en Bogotá y Quindío, donde ya se tienen integrantes trabajando para derrumbar la discriminación y el estigma social que llevamos a cuestas.
De ninguna manera la pedofilia tiene algo que ver con los LGBT+.No aceptamos ni compartimos dichas prácticas: creemos que los niños y las niñas no se tocan; muchos de nosotros somos tíos, primos, cuidadores e incluso buscamos ser padres, y no consentimos que se roben la inocencia de los menores, vulnerando sus derechos y su integridad física, emocional y psicológica.
Las luchas que desde el movimiento LGBT+ hemos y seguimos dando, son con el fin de que el Estado nos reconozca en igualdad de derechos frente a las personas heterosexuales; que no se nos trate como ciudadanos de segunda categoría y que podamos expresar sin miedo ni vergüenza nuestra orientación sexual e identidades de género.
Es por todo lo anterior, que creemos que se deben seguir activando las alarmas por parte de los padres, madres, cuidadores y autoridades ante personas abusadoras de niños y niñas, y aún más: los invitamos a que estén alertas con el uso que los menores hacen de Internet, con el fin de evitar posibles cibercrímenes o ciberacoso por parte de pedófilos o efebófilos (personas que se sienten atraídos hacia los adolescentes).
Concluyo diciendo que la pedofilia no tiene nada que ver con nosotros, los LGBT+.
La pedofilia como su nombre lo indica hace referencia a un conjunto de parafilias, lo cual desde el nombre es muy diferente a las diferentes categorías de orientación sexual e identidad de género.
La orientación sexual responde a una atracción física y emocional hacia un sexo determinado, mientras la identidad de género responde a la construcción individual que cada sujeto hace sobre si mismo frente a lo masculino y lo femenino.
Mientras la pedofilia se asocia a un conjunto de prácticas sexuales conocidas como parafilias, las cuales son practicadas por cualquier persona independiente de su orientación sexual o identidad de género.
En esta medida, la pedofilia no pertenece ni acerca a la comunidad LGBTI, desde su concepto se refiere a un tema independiente de ello.
Además, la pedofilia agrede los derechos del infante y su desarrollo psicosocial; un niño por su etapa de desarrollo físico y psicológico, aún no presenta el desarrollo cognitivo óptimo para cualquier práctica sexual, por ello, cualquier acto sexual hacia ellos responde a un acto coercitivo, manipulativo y de agresión hacia el infante.
Estoy totalmente de acuerdo con lo que dice el columnista, «nuestros niños y niñas no se tocan» no podemos permitir que sus derechos sean vulnerados de esta forma, tan aberrante que lo que hace es crear niños con frustración, traumas, miedos y sin poder disfrutar lo hermoso y tranquilo que es la niñez.
Agrego además que la pedofilia no solo se presenta en la comunidad LGBT+, en los heterosexuales se presenta de hecho mucho más, sólo allí nuestra sociedad se tapa los ojos y todo se normaliza, lo cual me parece absurdo. Rechazo la pedofilia y la solicitud de inclusión de ella en la comunidad LGBT+.
Gracias
como Lider y Activista de la Fundacion Plataformas q venimos trabajando por los derechos y respeto por la Poblacion LGBTI Tampoco estamos de acuerdo con los Pedofilos y pederastas asi se vea desde una identidad de Genero diferente Los niñ@s son el futuro,no tenemos por
que troncarles ni marcalos a seguir su Vida q ellos van llevando en el desarrollo de su ser como individuo
Los I son intersexuales y la Q los Queer
La paidofilia es una aberración sexual del género de los homosexuales, que busca su satisfacción sexual en los niños.
La homosexualidad es parte de la comunidad Lgtb, al lado de las lesbianas, los pederastas activos y los pasivos.
Quiero saber quiénes son los I y los Q?