No está en venta porque no tiene precio, pero sí mucho valor

Por LUIS FERNANDO CARDONA G.

Si miras un espejo de aguas, es claro que encontrarás peces; si miras al bosque, hallarás árboles (con toda la fauna silvestre que pende de sus ramajes y se alimenta de sus frutos y raíces) y si buscas en el cielo, encontrarás aves. 

Un experto en marketing me preguntó: “¿Qué ofrece EL OPINADERO, porque ese es el producto que vas a venderle a tus clientes?” 

Me detuve a pensar antes de caer en un lugar común.  ¿Cuál es el producto que nuestro lector hallará cuando abra esta plataforma digital? –me pregunté.  Entonces pensé en lo que No es este medio periodístico que, a lo largo de diez meses que se cumplen hoy, ha logrado congregar a 73 analistas de carácter regional y nacional, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, formados en las más variadas disciplinas del saber, que renuevan nuestros contenidos diariamente sin pedir a cambio nada diferente a ser leídos.

Es claro que nuestro producto NO son las noticias; que de eso se encargan los diarios tradicionales; mucho menos, las chivas o primicias, ya que hoy día las proveen los ciudadanos anónimos, en tiempo real, a través de las redes sociales.  Tampoco, la crónica roja, con la cual nos “deleitan” los telenoticieros a la hora del almuerzo, dejándonos al borde de la histeria. Y mucho menos, es EL OPINADERO un recipiente donde vayan a parar las gacetillas que se fabrican masivamente en las oficinas de prensa de las instituciones públicas o privadas.

Eso es lo que hay, como diría un personaje de la televisión. Y es precisamente el hábito de conformarse con lo que hay, el que nos proponemos transformar, con la complicidad de nuestros columnistas; juntos queremos construir país, aportarle a la democracia a través de la sana discusión, poner sobre el tapete todo tipo de temas y, con nuestras opiniones y conceptos, contribuir a la formación de masa crítica. 

Para lograrlo, diariamente nuestros columnistas seleccionan los temas de mayor actualidad y los comentan desde sus diversas miradas, proporcionándonos argumentos para enriquecer nuestro acervo.  

Como custodio de esta arca, mi tarea consiste en convocarlos, coordinarlos, ayudarles a subir sus artículos a la red y apoyarlos con una ilustración gráfica que los haga más amenos y asequibles. 

Nuestros columnistas, son la esencia de EL OPINADERO. Sin ellos no existiría este foro para la sana discusión, ni habría sido posible que a hoy llegáramos a las 1481 columnas publicadas a lo largo de diez meses. 

¿Qué producimos, entonces?  Yo diría que saberes, es decir riqueza cultural y cultura democrática.  Y aunque ha habido quiénes infructuosamente intentaron presionarnos, desalentarnos, bloquearnos o ignorarnos y otros pretendieron comprarnos la conciencia, yo les digo que este producto no se vende.  Porque no tiene precio.  Pero al igual que la verdad y la libertad, EL OPINADERO es un producto quizás no muy popular, pero que a todos nos conviene cultivar, porque de su crecimiento depende nuestro devenir como sociedad. 

LUIS FERNANDO CARDONA G.