Con esta entrega cerramos los comentarios surgidos de la reunión verificada con el alcalde Maya en torno a tres temas sentidos por empresarios, gremios y comunidad, relativos a inseguridad, aseo y alumbrado público (AP), sin que ello signifique dejar estáticas las inquietudes; por el contrario, a lo convenido se le hará seguimiento periódicamente. Hoy la referencia se adviene con la iluminación general externa, de la necesidad y queja que vienen de tiempo atrás sin mayor recorrido pero si afrontando vicisitudes acerca de proyectos criticados, siendo interesante saber qué ha pasado desde el 2019 cuando a los gremios les dijeron que existía una partida inicial de $1.500 millones destinados al suministro e instalación de redes de tensión, relevo de postes deteriorados, aprovisionamiento de luminarias de alta tecnología de irradiación blanca y no amarilla en áreas abiertas, reemplazo de mástiles metálicos de altura que presentan avanzado estado de corrosión con más de 25 años de colocados. al igual de saber cómo ha sido la ejecución presupuestal desde el 2020 y cuál es su comportamiento a esta época, para lo que las Contralorías (municipal y nacional, por ser de su resorte el control y vigilancia según el decreto 2424 de 2006) deben indicarlo ya que su cobro está catalogado con el carácter de obligación impositiva a los habitantes. La Corte Constitucional en sentencia C-54/2002 al declarar exequible el impuesto de AP, señaló que “es un derecho colectivo que los municipios tienen el deber de suministrar eficiente y oportuno y, a su vez la colectividad tiene el de contribuir y financiar para garantizar la sostenibilidad y expansión”.
El AP es clave para garantizar la seguridad, la comodidad de los ciudadanos y la movilidad durante la oscuridad. La iluminación hace que la urbe sea más atractiva para turistas y potenciales inversionistas, máxime la idea de prospectarla comercial y recreativa las 24 horas.
La falta de mantenimiento y la obsolescencia del sistema son factores que han afectado negativamente su calidad.
Ahora la intención del alcalde es escuchar opiniones de este servicio que es primordial para observar sitios seguros, evitar accidentes e impulsar la competitividad. En la reunión, se le dijo al mandatario que constituyó una pena no haberse tenido en cuenta la iniciativa del Comité Intergremial, de instaurar una mesa técnica de trabajo con la vinculación gratuita de más de 25 profesionales para formular y discutir aspectos de la modernización, entre ellos el AP, provenientes sus integrantes de ACIEM, SCA, AIR, CAMACOL, UTP y otros, quienes obrarían “de acuerdo con las políticas nacional, regional y local de integrar procesos de Tecnología, Ciencia Innovación (TCI) con la participación unificada de la triada: Estado, Empresa, Academia para impactar a la sociedad en mejoramiento, elevación productiva, creación de empleo y bienestar social(…)”. ¡Qué lástima que este ofrecimiento no dispensara el más mínimo interés!
Pero nunca es tarde, la propuesta sigue en pie y que bueno que en las postrimerías del mandato del doctor Maya se pudiera poner en marcha, pues es conocido su interés por implantar un AP inmerso dentro del pilar “Pereira Inteligente”, uno de los tres derroteros centrales del Plan de Desarrollo Municipal. Cuenta con el equipo mencionado coordinado por ACIEM, tal como se dijo en el conversatorio del 2 de mayo. La Cepal y la ONU afirman que una ciudad inteligente y sostenible, para poder evidenciar su entorno, implica una aproximación holística que lleva innumerables retos de planificación y coordinación.
Es fundamental que las autoridades se comprometan a garantizar un sistema de iluminación de última generación que contribuya al bienestar de todos los ciudadanos.
Valga lo dicho en la columna de 07/02/2021: sobre el AP: “Sin duda que es saludable para los intereses de la ciudad hacer un balance de la situación, sin emotividad personalizada, en un ambiente cívico y en ejercicio del derecho constitucional de participación”.