Bastante preocupada debe estar por estos días la senadora María Fernanda Cabal, con su apadrinado y amor platónico el representante a la Cámara Polo Polo. No se, si su desafortunada actuación en el congreso al botar a la basura las botas con las que las madres de los 6.402 falsos positivos asesinados por los militares para hacerlos pasar por guerrilleros muertos en combate, sea una actuación aislada producto de la ignorancia crasa de un personaje que no escatima esfuerzos para congraciarse con su mentora y protectora, o por el contrario, haya sido un evento calculado y preparado al mejor estilo del tenebroso concejal de Cali, Andrés Escobar, conocido por disparar contra manifestantes durante el paro nacional en Cali, cuya actuación fue avalada por un movimiento político, asignándole uno de los avales para el concejo.
Cualquiera que sea el escenario, la candidata por el Centro Democrático María Fernanda Cabal, debe estar bastante cavilosa por las salidas en falso de su protegido Polo Polo. En una etapa donde las campañas apenas comienzan, y los candidatos están conformando su grupo de asesores más cercanos. Es ahí, donde se van decantando este tipo de chisgarabís, hasta quedar aislados por ser considerados tóxicos para las aspiraciones de los candidatos, así en el pasado les hayan parecido divertidas algunas de las formas de intervención en el congreso, y sus actuaciones les hayan resultado graciosas. Hoy ya no lo son tanto: con actuaciones como las de botar a la basura las botas, delante de las madres de los 6.402 jóvenes colombianos asesinados y que han generado indignación y rechazo general de la sociedad; seguramente, ningún candidato a la presidencia se aventure a emprender una gira acompañada de este tipo de personajes tóxicos y exóticos. Lo seguro es que se producirá un distanciamiento y una fractura a una campaña que apenas empieza.
Este tipo de personajes y apoyos, que a partir del evento de las botas del congreso, serán conocidos como los Polo Polo, van a marcar una radicalización aun mayor en la ideologización y en la forma de hacer las campañas a la presidencia de la República. Polo Polo es apenas un accidente de la política colombiana; es parte del folclor político, como en su momento lo fueron los concejales Andrés Escobar, y el fallecido candidato a la presidencia Rodolfo Hernández, que a fuerza de decir malas palabras, en contra de toda la clase política del país, al final de la campaña, pudo más el odio que la razón y Hernández logró que toda la clase política que había ultrajado, terminara votando por este exótico y pintoresco candidato.
Lo más probable es que en todas las campañas haya al menos un Polo Polo. Será un trabajo difícil para los candidatos tomar la decisión si sus Polo Polo, podrán o no ser visibles y beneficiosos para las campañas presidenciales. Lo seguro: mutará la forma de utilización de estos chisgarabises.
JAIRO ARANGO GAVIRIA.
Noviembre 2024