El Dane, que cumple 70 años, inicia las labores tendientes a establecer el Censo Económico Nacional Urbano (CENU) 2024, después de haberse realizado 34 años atrás el último de esta especialidad, que constituye la más grande operación que desde varios gobiernos antelativos se ordenara y que por variadas causas como el caso de la pandemia, han sido motivo de estancamiento. La ejecución arrancó el pasado junio y, aprovechando la tecnología, se utiliza formulario Web lo cual facilita la adquisición de datos que permitirá conocer en detalle los tejidos empresarial y económico. El diligenciamiento referido tiene como fecha límite el próximo 30 de septiembre.
La determinación censal comienza con el ramo del transporte y se escalona con sectores de la industria manufacturera, de la construcción, del comercio y servicios que serán sus resultados insumos para la planificación, el crecimiento, la implantación de políticas públicas con miras a impulsar empleo y competitividad. Se espera que no sea un simple ejercicio burocrático de tipo teórico, pues no es desconocido el valor metodológico de conformar estadísticas confiables para instrumentalizar el desarrollo y progreso del país, independientemente de criterios ideológicos de cualquier naturaleza, “siguiendo los más altos estándares de protección de la información”. Hay que tener conciencia y poseer visión clara de la actualización de la data que haga efectivo el papel relevante que se propone la Nación. Surge en el CENU- 2024 un criterio para recolectar el Gobierno vigente la denominada “economía popular” (EP), inserta en el Plan Nacional de Desarrollo, de la que se habla mucho pero sin una comprensión cabal dentro del universo de sus características, su contribución al PIB, y lo más importante, a su incidencia en la formalización con miras al empleo decente y a las circunstancias necesarias de dignificación frente a la realidad de su dispensación individual y grupal, siendo un componente que en proporción refleja el espectro más connotativo en la “torta grafica” de la productiva total. Este es un entuerto de no poca monta, esperando que el Censo dé luces suficientes para un adecuado y eficaz tratamiento inclusivo, ya que en su alcance el CENU intenta conceptualizar que en la EP están oficios y ocupaciones mercantiles y no mercantiles desarrolladas por unidades económicas de baja escala (personales, familiares, micronegocios o microempresas).
Es necesario saber, según dijo el Dane, que a partir del mes entrante (agosto) los censistas visitarán establecimientos y vendedores de calle en las cabeceras municipales y centros poblados en una misión de “barrido” para corroborar aspectos de ventas, ingresos, tipo de empleados, costos y gastos, niveles de formalidad e informalidad empresariales.
Se ha dicho que los datos obtenidos son confidenciales y no contienen otro objetivo que mejorar la toma de decisiones en el fortalecimiento de la economía colombiana.
Por ser el Dane un organismo técnico y serio, se confía una buena labor en tan dispendiosa pretensión ¡Buena suerte!