Por: Carlos Alberto Cardona Montoya/Contracrítica
El inicio de éste artículo podrá llevar a la equivocada idea del insulto, a la vulgarización del ser supremo de un adversario, la madre, pero no es así, es una expresión cotidiana que envuelve una manifestación inocente que infiere un rechazo, un lamento, una negación ó un dolor; es una construcción que puede considerarse vulgaridad dependiendo la intensidad y la intensión de quien la expresa; por ejemplo; nadie que esté golpeando un clavo con un martillo, al errar el golpe y aplastar el dedo gordo contra el muro expresa la culta manifestación verbal: “Ohh, recórcholis, me he golpeado”, ..”Ohh Mi dedo duele Ohhh” , “Ay juemadre qué dolor”. NOOO señor, cualquier mortal con tal golpe dice con grito abierto : “AYYYYY JUEEEPUTAAAAA”.
Con la proximidad de la celebración del día de la madre, algunos madrólogos en cuarentena hemos considerado como muy importante revisar el orígen de la intensidad que contiene la intensión del insulto, que generalmente va relacionado con las mujeres madres de alguien; eso, lo que se conoce desde las primeras palabras soeces en la historia de la humanidad, Adán por ejemplo, no pudo articular el madrazo correspondiente porque no tuvo suegra, y solo pudo hacer una mueca y sonar dos o tres gruñidos, nada más. (Unos gruñidos los hijuemadres)
No existe una demostración científica de donde se oyó el primer madrazo.- Una teoría conspirativa, como la del coronavirus, revela que en un lugar de la mancha, en clase de historia antigua, una profesora de gafas de doble foco explicaba que en la Roma antigua, una hermosa mujer de nombre Agripina, hermanita del emperador Calígula, muy ambiciosa la muchareja, sostenía relaciones sexuales con su hermanita Livia y su cuñado Marco Emilio, tenía un amante que se llamaba Tigelino; la muy golosa conocía las habilidades sexuales con casi todos los cortesanos, y hasta llevó a su propio hijo, Nerón, al agite sexual de su cuerpo loco.- Nerón, hecho emperador de Roma, la mandó a matar, con lo que un día antes de quemar a Roma, pudo ir a una fiesta de huerfanitos.- Cuando la maestra preguntó a los alumnos por qué creen que Nerón quemó a Roma , todos, sin vacilar dijeron “ Es que ese man era un hijueputa”. Desde entonces, siempre que alguien se vuelve maluco, genera rechazo y es detestable, se dice que trata de un verdadero Hijue tales.
Cuenta la extraña teoría que, desde aquel entonces, cada que alguien quiere ofender a otro, recurre a ese signo lingüístico que proyecta al insultado a un campo de valor impúdico, negativo, despreciable con el que se cree agredir a la persona con quien se rivaliza; a veces la palabreja se grita y ese sonido elevado de tono adquiere un inmenso valor que, se reproduce en comportamientos sociales, curiosamente violentos y paradójicamente en celebraciones como el día de la madre, (Es el día mas violento de nuestra sociedad), fecha en la que se pretende redimir todos los pecados de maltrato que todos los hijos de alguna manera hemos prodigado a nuestras madres, y restañar las veces que otros a punta de madrazos la han lastimado (Qué tan hijuemadres ¿No?).
Expresiones como ¡Ay Juemadre!, ó ¡Ay juemichica!, ó ¡Va la madre! Tienen implícito el hijueputazo; no hay que decirlo, pero todos lo entienden, Por ejemplo, cuando el ministro Carrasquilla anuncia la emergencia económica, Los pobres del estrato maldito solo podemos decir: ”Ay juemadre, otra vez nos jodieron”, Los banqueros frotándose las manos dicen: ”Juemadre,, Qué gobierno tan chirriado caray”, Mientras que el resto de los mortales sin con qué comprar comida, solo atinan a decir “Ay juemíchica, otra vez, cuando vuelvan para que votemos por ellos, que busquen a su Madre”.
Después de éste delirio tan hijuemadre, solo falta solidarizarme con aquellos que por alguna razón jamás explicada por la ciencia, no tuvieron madre: Hugo, Paco y Luis, que tuvieron al Tio Donald, pero nunca nos mostraron a su madre.- Spiderman, el valiente héroe de las telarañas fue criado por Tíos y lo más maternal que tuvo fue la tía Marta.- El llanero solitario era eso, un sujeto solitario, jamás habló de su madre, y hasta Batman, en sus coloquios con Robín nunca habló de su suegra, digo, de la mamá del chico maravilla. Tarzán, el poderoso hombre mono, fue criado por una mica; Tom y Jerry en su alocada carrera no tienen huella de madre alguna, y hasta el coyote, que no tiene madre, sigue persiguiendo al correcaminos que tampoco tiene madre.
En fin, si mi madre estuviera aquí conmigo, estaría diciendo: “Ay juemadre, mijo esta situación está mas dura que un sicario huyendo en burro”, pero no, ella ya no está.- Va la madre, el domingo le hago un recuerdito bien hijuemadre, cosa que el dolor de su ausencia no sea tan Hijuemícihica, ¡La madre que si!
hijuemadre para escribir bien bueno.. va la madre
Me gustó mucho lo que dice y como lo dice. Muy buena
Gobernador para escribir bien bueno.. va la madre
Un juego lingüístico, que bello, que nos pone a pensar en esa compañía de : Madre: compañía, ejemplo, sabiduría.
Mil gracias.