Este titular podría ser una frase de cajón que siempre nos ronda en la cabeza desde hace muchísimos años; desde nuestra fundación, desde épocas de hacerse las cosas por iniciativas de los pocos privados y empresarios del momento, desde cuando pocos pro hombres proponían y hacían cosas, desde que surgió el famoso “civismo pereirano”, desde la Sociedad de Mejoras Públicas y desde fechas donde gobernadores y alcaldes nombrados a dedo, pero que tenían compromiso con sus paisanos, hemos tenido inmensas necesidades y muchas gestas han permitido desarrollar nuestra ciudad y vecindario. No se puede negar que hemos hecho grandes cosas y a lo largo de nuestra historia hemos tenido excelentes protagonistas sociales, públicos y privados. En ese sentido debemos, por lo tanto, ser demasiado exigentes con nuestro futuro, pero sobre todo, con las bases que hoy dejemos en nuestro presente. Allí está nuestro problema, no estamos haciendo las cosas bien, dentro de un marco de planeación a mediano y largo plazo. Hoy en día dependemos de los vaivenes de muchos políticos, que solo tienen en su cabeza el interés particular de su razón ser política, frente al interés general de lo que necesitamos los pereiranos. Si nos comparamos con otras regiones, se demuestra esta afirmación al ver que ellos tienen más claro el panorama y por lo tanto tienen mejores bases para pedirle más al presupuesto nacional, a las respectivas RAP o regiones, y a los presidentes y ministros cuando los visitan. Hoy en día dependemos más de peajes ineficientes -Filandia -, de pocos proyectos de gran envergadura, de un conglomerado político mediático y unos dirigentes privados que solo miran su lupa interna gremial. No podemos desconocer que en nuestro trasegar han existido muy buenos alcaldes, gobernadores y políticos; hoy en día vemos en los planes de desarrollo departamental y municipal muy buenas propuestas y es mucho lo que hemos avanzado. Pero hay que dar un paso más grande y no permitir que innumerables comités de competitividad y estudios de planificación retóricos nos inunden, permitiendo que naufraguemos sin ser lo suficientemente pragmáticos. Propongo un sencillo inventario de nuestras necesidades de macro proyectos de salud, educación, turismo, infraestructura y demás, que enuncien los 50 más importantes y punto. Ese sencillo listado deberá ser la guía a la hora de hacer presupuestos, planes de desarrollo, Rap y cuando nos visite el Gobierno Central. Debemos tener ese listado hoy para los candidatos; no más debates insulsos donde se pregunta, no se responde y todo sigue igual. Preguntemos sobre nuestras necesidades y apoyemos a los que nos prometan dar lo que no tenemos.