La actual configuración geopolítica la encabezan: Estados Unidos, Rusia, China, Alemania, Reino Unido y Francia. Es decir, desde el punto de vista económico, estas son las principales potencias. A esta altura del siglo XXI no es el aspecto militar el que determina la influencia de un país en el escenario mundial, sino, su manejo económico.
Para adentrarnos en el tema de China, digamos que esta potencia ha preferido, en consecuencia, avanzar en su papel protagónico global, basándose en su política de mercado. El PIB de China creció un 5.2% en el año 2023, mientras que el de estados Unidos creció en un 3.1% en el mismo período.
Para el 2037 la influencia de Estados Unidos en el Hemisferio Occidental seguirá siendo importante, en tanto que Rusia, probablemente, continúe su papel de árbitro en Oriente con la adquiescencia de China. El liderazgo de éstos en los BRICS contribuye a la consolidación de este grupo, el cual representa más del 50% del producto bruto mundial.
Con este panorama, la presencia protagónica de China le garantiza a su economía interna una envidiable posición geoestratégica o una dinámica de mercados tal, que solo este país la puede tener.
El éxito de los Chinos radica fundamentalmente en el tema educativo y en el manejo de un paradigma basado en la cultura de valores, tales como la lucha contra la corrupción, el respeto por las tradiciones de los mayores, su historia (milenaria) y el valor de la legalidad (respeto por la Ley). Este contexto ha permitido una dinámica bien interesante entre gobernantes y gobernados o aspecto interno, y del país hacia el exterior (aspecto externo) que se evidencia en un deseo de buena parte de la comunidad internacional en tener algo qué ver con ellos.
Una parte de estos deseos se traducen en lobby ante la ingeniería China para la planeación, diseño y ejecución de megaobras. Las proyecciones de los expertos apuntan a que para el año 2079 China será la primera potencia mundial.
Débese, sin embargo, precisar que esta fecha señalada se podría adelantar, en la medida que el Yuan se logre posicionar como una moneda de reserva. Todo depende de la decisión que sobre la materia adopte el BRICS, es decir, si dicho bloque decidiera que la moneda comunitaria sea el YUAN.
*Directivo SOER (Sociedad Escritores de Risaralda)