Por GERMÁN OSSA E.
FOCINE
El 28 de julio de 1978 por medio del decreto 1924 nace la Compañía de Fomento Cinematográfico FOCINE para administrar el Fondo de Fomento Cinematográfico que había sido creado un año antes. FOCINE era una entidad adscrita al Ministerio de Comunicaciones que permitió que en aproximadamente 10 años se realizaran con apoyo estatal 29 largometrajes y un buen número de cortometrajes y documentales, sin embargo, las dificultades administrativas malograron la iniciativa y FOCINE tuvo que ser liquidada en el año de 1993.
Dentro de este periodo se destacaron las producciones de Carlos Mayolo, por su aporte a la renovación de la estética y el lenguaje visual del cine nacional, así como las comedias de Gustavo Nieto Roa que a pesar de ser consideradas por la crítica como películas de pocas pretensiones artísticas lograban importantes ingresos en la taquilla al adaptar la fórmula del cine mexicano que apelaba a los elementos populares.
El cine hoy
Durante la última década del siglo XX tras la pérdida del apoyo estatal con la liquidación de FOCINE, los realizadores del país volcaban sus esperanzas en las coproducciones con países europeos y el capital privado que muy pocas veces invertía en dichos proyectos, sin embargo se lograron realizar algunas películas destacadas como lo fueron las producciones del cineasta Sergio Cabrera cuya película La estrategia del caracol cosechó varios premios internacionales lo que provocó una gran interés del público del país superando, como pocas películas nacionales, el millón y medio de espectadores, por otro lado el cineasta Víctor Gaviria se destacó por sus películas de corte social que escandalizaron a algunos sectores de la opinión pública por mostrar la realidad de la vida de los niños de la calle. Para el siglo XXI se incrementó la producción nacional gracias a la ley de cine, aprobada en 2003, en este periodo se han realizado diferentes cintas que han despertado el interés del público local, como fue el caso de Soñar no cuesta nada de Rodrigo Triana, una producción que alcanzó cerca de un millón doscientos mil espectadores o El colombian dream de Felipe Aljure, que destacó por sus innovaciones técnicas y narrativas nunca vistas en el cine colombiano. Algunos han llegado a considerar este periodo como el «renacimiento del cine colombiano» y la más clara posibilidad en toda su historia de tener una industria consolidada. Además hay que destacar que varios actores internacionales han visitado Colombia para realizar varias películas, como es el caso del actor Tom Cruise que en agosto de 2015 aterrizó en Colombia para el inicio del rodaje de la película American Made, la cual cuenta en su reparto con actores colombianos. En 2016 por primera vez el cine colombiano hace historia en Hollywood con la película El abrazo de la serpiente del director colombiano Ciro Guerra, siendo nominada como mejor película de habla no inglesa en la edición número 88 de los premios Óscar.
Ley de cine
La Ley 814 de 2003, conocida como Ley del Cine fue aprobada en segundo debate en la plenaria del senado, por lo cual: «se dictan normas para el fomento de la actividad cinematográfica en Colombia», por medio de cobro de impuestos a distribuidores, exhibidores y productores de cine, cuyo recaudo estará destinado a apoyar a realizadores de largometrajes, cortometrajes y documentales, así como proyectos de formación de públicos. Dichos fondos son administrados por El Fondo Mixto de Promoción Cinematográfica PROIMAGENES en Movimiento. Gracias a esta ley durante la primera década del siglo XXI la producción cinematográfica aumentó significativamente.
Proyección internacional
Victor Gaviria logró tener dos películas nominadas a la Palma de Oro en Cannes.
El cine colombiano ha tenido una muy escasa presencia en escenarios internacionales, sin embargo, algunos documentales de los años 1970 lograron cierto reconocimiento, tal es el caso de Chircales (1972), de Marta Rodríguez y Jorge Silva que logró varios premios internacionales. En el cine argumental se han alcanzado algunos reconocimientos en el exterior especialmente en los años 1990 cuando el director Sergio Cabrera logró varios premios con sus películas, destacándose La estrategia del caracol (1994), mientras que el cineasta Víctor Gaviria logró que sus películas Rodrigo D: No futuro (1990), y La vendedora de rosas (1998), ganaran numerosos premios de prestigio internacional y llegaron a ser nominadas a la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes. En los años 2000 se destacó la participación de la actriz Catalina Sandino Moreno en la coproducción colombo-estadounidense María llena eres de gracia, papel que le valió el Oso de Plata a la mejor interpretación femenina en el Festival Internacional de Cine de Berlín de 2004, premio que compartiría con la actriz sudafricana Charlize Theron por su interpretación en Monster y, ese mismo año, una nominación al premio Oscar a la mejor actriz. Otro logro internacional para el cine colombiano vino de parte de la película Al final del espectro dirigida por Juan Felipe Orozco, ya que a pesar de que esta ha tenido una difusión a nivel nacional principalmente, fue vista por algunos empresarios de Universal Pictures quienes se interesaron por la cinta y realizan una adaptación. Igualmente se destacó la película dirigida por Carlos Moreno, Perro come perro, por ser seleccionada para el Festival de Cine de Sundance. Directores colombianos como Ciro Guerra «Los viajes del viento» y Rubén Mendoza «La cerca», han recibido reconocimiento en el Festival de Cine de Cannes. Adicionalmente el director César Acevedo, ganó el premio de la Cámara de Oro en el mismo festival, por su película La Tierra y la Sombra.
Lo bueno es que ya a partir de nuestros días, gracias a la existencia de numerosos festivales, encuentros, muestras y eventos relacionados con el cine que se llevan a cabo en nuestro país, con las miradas críticas severas y honestas que se establecen en muchos medios sobre cómo se está haciendo el cine y qué historias se están contando, podemos tener fe en que nuestro cine va a dejar historia y va a ocupar sitiales de respeto en el territorio de la cinematografía universal.