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Canudo lo dijo hace ya más de cien años. El Cine es arte puro. Es arte por excelencia. Y hasta implantó una teoría en la que se atrevió a sentenciar que es el Séptimo (y mejor) Arte, sencillamente porque los contiene a todos, los congrega, los atrapa, se nutre de ellos y los beneficia y supera cuando se lo propone. Es tal vez del único que se tiene fecha de nacimiento. Es mejor dicho, una belleza.
Mucho nos extraña, por tanto, que algunos personajes digan que ciertas películas son Cine Arte, pero es sencillamente porque no encuentran un calificativo para aquellas películas que consideran de “difícil distribución comercial”, que es en suma, lo que los atormenta y nos referimos concretamente a los “pulpos” que hacen, venden, comercializan, distribuyen, producen y explotan el cine.
Introducen en una bolsa, independiente de su tamaño, las películas que no contienen acción, sexo, violencia, narcotráfico, policías, buenos y malos, donde los bonitos son los que alegran los sueños de los espectadores que se agolpan por volúmenes exorbitantes en las grandes salas y obvio, que dan buenos rendimientos económicos. Esas películas que para ellos no hacen buena y abultada taquilla. Es decir, las que enseñan, las que educan, las que forman y dan talante.
Dicen algunos teóricos que el término “Cine Arte” es ampliamente usado, pero que va más allá de un simple nombre. El cine arte, a diferencia del convencional, no busca romper récords en taquilla o que sea masivamente consumido, sino que se enfoca más en abordar temáticas que comúnmente no son tocadas en el cine comercial, generalmente relacionadas con situaciones muy humanas.
¿Por qué el cine arte brinda mayor libertad creativa a los realizadores? La razón reside en la naturaleza misma del cine, ya que no existe una verdadera presión por parte de la productora de generar recaudación en taquilla. Por esta razón es que generalmente estas piezas audiovisuales son producidas por compañías pequeñas independientes.
Desde luego, surgirá la duda de cómo estas pueden sostenerse económicamente, y hay varias formas para hacerlo. La primera es el apoyo de los gobiernos mediante incentivos, de la empresa privada que busca o bien sea publicidad positiva o una reducción de impuestos. La segunda ya proviene de los premios a los que apunta, generalmente en festivales nacionales e internacionales, los cuales reconocen montos económicos a sus ganadores y títulos a los beneficiados.
Las grandes distribuidoras
El cine arte no siempre se queda en el círculo independiente. Aunque son en realidad muy pocas las que clasifican, muchas son distribuidas por grandes estudios, ya que los pequeños no poseen la maquinaria para hacerlo. Por eso es común que gigantes como FOX, Warner Bros. o Sony, compren los derechos de distribución para llegar a un público más amplio. Cuando se les pone bueno su corazoncito.
Desde luego, para que una película de cine arte logre tal cometido, debe generar un interés comercial en la productora.
Conceptos del cine arte
Volviendo al punto del cine arte como tal, los realizadores suelen moverse por un espectro que, más allá de un género en específico, gira en torno a conceptos, en los cuales se pueden encasillar las diferentes películas que salen al mercado, y que pueden ser:
Cine de autor: Este tipo de cine cuenta con un marcado estilo del director, siendo este también el guionista e incluso el actor. Woody Allen, Luis Buñuel o, para acercarnos más a la actualidad, Carlos Reygadas de México.
Cine independiente: En realidad casi todo el cine arte es independiente. Sin embargo, este en específico es aquel que no ha sido financiado por grandes productoras.
Cine Experimental: Denominado el “nuevo cine”, es más propositivo, dejando lo convencional, mostrando nuevas formas de narrar, e incluso rompiendo con la estética y, más allá de contar una historia, busca imponer un estilo.
Cinéma vérité: Este cine rechaza el esquema tradicional de narrar una historia y, al punto de quitarle importancia a los medios formales de guion, edición e iluminación. En sus historias suele mostrar situaciones de la vida real donde las cosas no siempre pasan por un mensaje o propósito claro, y por lo tanto no se dedica a explicar cómo cada giro narrativo encaja correctamente.
No necesariamente son, pues, aquellas películas que muestran la vida y obra de algunos artistas importantes del mundo (sobre todo pintores o escultores), como algunos también lo quieren hacer ver. No señor.