Por GERMÁN OSSA, Geross
Si hay algo que pueda generar dudas, incertidumbre, confusión e incomodidad, aunque no rabia ni desazón y ni mucho menos tristeza, es la concepción que sobre este tipo de cine existe entre los teóricos e iniciados en el campo del cine.
A la ligera, cualquier espectador (que somos todos) de cine en el mundo, dirá a boca llena, que el cine fantástico es ese que nos permite llenarnos la cabeza de mitos, leyendas, acciones extravagantes, monstruos, seres de otros mundos, escenas estrambóticas, cosas raras y personajes inexistentes con posibilidades de hablar, actuar, sentir, manifestarse, vivir, amar y morir…y hasta ¡resucitar!
Vamos por partes. La Real Academia, con su permanente actitud de concretarlo todo, define la palabra FANTASÍA así:
1. Facultad humana para representar mentalmente sucesos, historias o imágenes de cosas que no existen en la realidad o que son o fueron reales, pero no están presentes.
«dejar volar la fantasía»
2. Idea, historia, cosa o percepción falsa de la realidad que solo existe en la mente de quien la imagina.
«los gigantes y encantadores eran fantasías de don Quijote».
CINE FANTÁSTICO COMO GÉNERO
Nos tenemos que ir, de manera fantástica obviamente, para los orígenes del cine. El día que los hermanos Luis y Augusto Lumiére realizaron su primera sesión de cinematógrafo, convirtieron al entonces director de un espectáculo dedicado a la magia, en el padre de los efectos especiales y del cine fantástico. El francés George Méliès, quien, impresionado por el invento, no sólo fundó el primer estudio cinematográfico de la historia, sino que fue uno de los directores más destacados del cine de comienzos de siglo, que estuvo inicialmente plagado de películas de fantasía, hasta que el público se comenzó a decantar hacia historias y dramas más realistas. Una de las pequeñas y cortas películas más destacadas de este realizador fue “Viaje a la Luna” (1902).
En estos primeros films, las técnicas de efectos especiales procedían de las usadas en el teatro, o de métodos clásicos, como la «linterna mágica». Las historias bebían de la literatura y el folklore popular. La primera adaptación de Frankenstein se rodó en 1910. Pocos años después, en 1913, George Fuchs fundaba el Artistic Theatre en Munich, donde se asentarían las bases de la escenografía expresionista. El expresionismo alemán tendría como tema esencial el terror, como se demuestra en el “Estudiante de Praga”, de Paul Wegener, estrenada ese mismo año.
Mientras, en Estados Unidos, un conocido actor de teatro debuta en el cine. Conocido como «el Hombre de las 1000 caras», Lon Chaney, sería más tarde la primera gran estrella del cine de terror.
En 1917, Chaney interpretaría a Alonso, el hombre sin brazos del circo, que se los amputaría realmente por el amor de Estrellita (Joan Crawford) en “Garras Humanas”, uno de los primeros filmes del director Tod Browning. Chaney y el expresionismo alemán, nos proporcionarían las películas más memorables de la época. En 1917, Robert Wiene plasma las constantes del cine expresionista en el “Gabinete del Doctor Caligari”, al igual que haría Frederic Murnau en 1922 con “Nosferatu, el Vampiro”, primera versión de la novela “Drácula” de Bram Stoker.
Ya empieza entonces una confusión: el cine fantástico es un pariente muy cercano del cine de terror. Monstruos, seres inexistentes en la vida real, sangre (así sea en blanco y negro), odio, venganza, extravagancias escénicas y suspenso, se apoderan de las historias imaginarias que se cuentan con imágenes que se mueven proyectadas en una pantalla.
Estos elementos, y si se quiere muchos más, pueden invadir la imaginación de las realizadoras y/o productoras de cine de nuestro país que quieran participar del Primer Festival de Cine de cortometraje que se va a llevar a cabo en Salento, Quindío, durante los días 5 al 8 de agosto del presente año, si esa terrible pandemia que tanto mal ha causado al mundo entero nos deja.
Este sueño, forjado en la vida despierta por un grupo de activistas culturales en diversas ramas del saber y de la cultura del Quindío, desea estimular la creatividad de las tantas cineastas que cuentan historias con cine desde todos los rincones en nuestro país (ojo cineastas pereiranas), conformado por valores de la talla del artista Julián Toro Duque, director del Festival (componente cine) y coordinador de marketing, María Lila Quiroga Flórez, directora y coordinadora general del proyecto, CORPOFOMENTO PIJAO, entidad operadora del proyecto, María Inés Mejía, representante legal, Olga Narváez Trujillo, tesorera y apoyo en gestión y Eduardo Mejía Jaramillo, coordinador de Bio-seguridad.
Ellos invitan entonces a pensar en la fascinación de la fantasía. Ojalá las cosas se den como se desea desde hace tanto tiempo con este sueño.
Por favor, visiten esta página: www.mujeresfilmfestival.com
Excelente artículo. El cine, la poesía, el arte, la cultura, la historia y la buena mesa, deben sin duda, ser temas de lectura obligatoria en estos domingos de encierro y reflexión.
Tanto el articulo como el mismo evento, me parecen maravillosos… !! Qué bueno que sigamos hablando de cine, de arte y de cosas que nos llenan de emociones positivas que nos inunden los sentidos….! Más en estas épocas dónde todo nos lo quieren mostrar gris. Gracias maestro Germán y todos los integrantes del evento que le dan color a nuestro imaginario.
INTERESANTE ARTICULO BAJO LA MAESTRIA DE GERMAN OSSA. IMPORTANTE EL EVENTO DE SALENTO. NUESTRA REGION MERECE UNA CULTURA QUE SUB ESTIME LAS PRACTICAS DE LOS PRODUCTOS MERAMENTE COMERCIALES QUE SON DE BAJA CALIDAD.