En nuestras dos columnas anteriores hablamos de la Empresa de Energía de Pereira, E.E.P, que, a espaldas de los pereiranos, propietarios del 51% de sus acciones, resultó haciendo parte del Consorcio Energía de la Costa. Consorcio que, en una subasta, en la que no hubo otros proponentes, obtuvo la totalidad de las acciones de “Caribe Sol”, la nueva distribuidora de energía eléctrica para Atlántico, Magdalena y La Guajira y dijimos que el otro consorciado es “Latin Group Corporation”, la nueva denominación de ENERTOLIMA, propiedad de Alberto Ríos Velilla.
Expresamos nuestra preocupación porque puedan cesar las transferencias que anualmente, la E.E.P, le ha venido haciendo al Municipio de Pereira, por concepto de participación de sus utilidades y por la obligación, que contrajeron los consorciados, de invertir 2,6 billones de pesos, desde ahora y hasta 2024, con la urgencia adicional de comenzar a intervenir las redes eléctricas en esos departamentos antes de finalizar 2020.
También porque vuelva a ocurrir lo que, en 2005, cuando la Empresa de Energía de Pereira, súbitamente y teniendo graves problemas financieros, resultó accionista de ENERTOLIMA, invirtiendo dineros que le prestó Alberto Ríos Velilla, mediante un “convenio” irregular.
Advertimos que “cualquiera que sea la porción que debe asumir la Empresa de Energía de Pereira en la inversión, es esta una aventura financiera y técnica, de una temeridad incalculable” dados, además del gigantesco monto de la inversión, los inocultables problemas de cartera y de pérdidas de energía que tradicionalmente afectan a las electrificadoras en el Caribe colombiano.
Hoy agregaremos a nuestra inquietud los desembolsos de la Empresa de Energía de Pereira en el negocio, del que poco sabemos los pereiranos, de distribución eléctrica en Cartago, en el que la empresa debió hacer un primer pago de $47.000 millones, el mes anterior y deberá invertir $84.000 millones en los siguientes 20 años, para atender unos 45.000 suscriptores adicionales.
Entonces, nos preguntamos: ¿de dónde salió el dinero para hacerlo?, teniendo en cuenta que las utilidades de la E.E.P., por el ejercicio de 2019, serán unos $40.000 millones, de los cuales le corresponden al municipio de Pereira $20.000 millones, que se usarán para pagar los servicios públicos a los estratos 1,2, y 3, en esta emergencia por el coronavirus.
Y una pregunta final. Según la prensa, la Superintendencia de Servicios Públicos fijó unas reglas para la participación en la subasta por “Caribe Sol”, entre ellas: “que el inversionista-operador interesado se encuentre prestando el servicio de energía a más de 600.000 usuarios (…)”. Si “Latin Group Corporation”, que se sepa, no tiene ninguna distribución de energía y la Empresa de Energía de Pereira, con el agregado de 45.000 usuarios de Cartago, apenas contabiliza unos 215.000, ¿por qué les otorgaron la operación?