Ferley Henao Ospina
¿Qué cómo se hace un plan de desarrollo? Pues así como en Colombia se hacen proyectos que resultan aprobados, financiados y fracasados: Una persona se sienta frente al computador, pone la imaginación a volar, desarrolla una interesante fábula, se recrea en lugares imaginarios y así, sin datos de sustento, escribe un montón de páginas y cuando termina de redactar su leyenda le pone título: “Plan de Desarrollo” o “Proyecto”.
Si usted lee completo cualquiera de los planes, de Pereira o Risaralda, descubrirá que no existe coherencia, armonía ni concatenación entre la narrativa y las propuestas.
La narrativa se desprende de muchos actores convocados, para darle un cierto aire participativo, pero las propuestas parecen formuladas por alguien que ni siquiera se tomó el trabajo de leer la descripción inicial.
Primero, la narrativa no es, como debiera ser, un diagnóstico de la situación, sino unas ideas atrapadas casi que al azar, dentro de un mecanismo cerrado de opiniones en cierto modo controladas. Por un lado, se describe la parte bonita del paseo y por el otro, alguien les pasa la cuenta cruel y despiadada a los habitantes de cada territorio.
La agricultura en Pereira, por ejemplo, ha decrecido sostenidamente tanto en área cultivada como en producción y en rendimiento: 2004 sembró 13 mil hectáreas, 2013 solo 11 mil ha y 2018 apenas 9.500 ha (73% de la superficie de 2004). En 2004 cosechó 121 mil toneladas, 2013 bajó a 116 mil y 2018 solo produjo 80 mil toneladas (el 66%). Perdió área, producción y rendimiento. La caída es vertiginosa. ¿Por qué no está contemplado esto en el Plan de Desarrollo 2020-2023?
Consulté a líderes de corregimientos de Pereira y de municipios de Risaralda, sus opiniones sobre el componente rural del correspondiente Plan de Desarrollo y esto es lo que escribieron:
Altagracia: “No existen ni la asistencia técnica ni las inversiones reales en vías terciarias que el Plan de Desarrollo describe para referir los beneficios que están llegando a la comunidad rural”. “Ese documento es un distractor, una redacción estéril que nos lleva a colegir que vamos a pasar otros cuatro años sin que se haga nada”.
La Florida: “Debería ser fundamental la formación e incentivos para que los jóvenes se queden o regresen al campo. Hay que tecnificar el agro, y acompañarlo de asociatividad para comercializar con menos intermediarios. Insumos agrícolas, maquinaria y herramientas con precios bajos. Planes para vivienda nueva o mejoramiento de la actual. Que ser campesino no sea sinónimo pobreza y falta de educación. Planes permanentes de actualización de conocimientos y distritos de riego para garantizar el suministro regulado del agua sin desperdicio”.
Guática: “El Plan de Desarrollo Departamental no es más que otro problema para el desarrollo económico porque Risaralda es netamente rural y debería tener la importancia que merece para reactivar el aparato productivo agropecuario. Este próximo cuatrienio, igual que los pasados, se ve que no les importa la ruralidad, situación preocupante teniendo en cuenta las secuelas del Covid-19”. “Proyectos y programas del Plan de Desarrollo en lo rural son decepcionantes, falta rigurosidad en el diagnóstico pues su resultado en reducción de la pobreza es cero”. Uriel González
Marsella: “Veo cosas que me gustan como la descripción de tecnología e innovación, tejido social, asociaciones y fortalecimiento del Centro Integral de Diagnóstico, pero me asaltan muchas dudas, el departamento no es eficiente, me pregunto, si la mano de obra y los propietarios de finca están envejeciendo y los pocos jóvenes que hay no son mano de obra calificada, y otros no ven futuro en el campo, porque han visto a sus padres trabajar toda una vida al sol y al agua y siguen igual de pobres. A este plan le falta más pedagogía, sé que hay sectores importantes que requieren atención, pero es hora de que al campo se le dé igual o mayor importancia con un enfoque más profundo para lograr que el agro salga del atraso en el que está”. Juan David Giraldo.
Estamos a tiempo de rectificar, corregir o ajustar, señores Alcalde y Gobernador. Tengo que aclarar que en este asunto, y para que no ocurra como sucedió con mis tres columnas sobre Mercados Humanitarios, que fueron, erróneamente, interpretadas como acusaciones, son respetuosas y cordiales sugerencias que hago, con mucho profesionalismo y rigor, fundamentado en documentos públicos, fuentes humanas y análisis serios.
Repito: Estamos a tiempo de rectificar, corregir o ajustar.
Es el momento de abordar el tema del agro con seriedad, con politicas publicas q comprometan funcionarios y recursos, para salvaguardar la seguridad alimentaria de la poblacion. modifiquen el plan de desarrollo.
Seria una maravilla que EL campo vuelva a surgir con El amor y EL entusiasmo de epocas pasadas donde habia ,esperanza en desarrollo y sostenibilidad.
Surgirá de la mano de una ciudadanía empoderada y convencida de que la comida no se debe importar y que el campo es lo que nos debe importar, porque el campo es la seguridad alimentaria de la ciudad.
Los productos agrícolas no0 se deben importar. El campo nos debe importar a todos porque es el que alimenta seguro la ciudad.
Marino León Tadeo
La pandemia va a dejarnos como lección que el campo es para protegerlo y cultivarlo y que de allí debe surgir nuestro alimento. Que la importación es un crimen con los campesinos y con la economía del país y de las regiones.
He pensado mucho sobre el tema que toca Ferley, los planes de desarrollo a nivel nacional realmente son hechos por gente que ni siquiera maneja la teoría de desarrollo de economía de producción y menos de producción agrícola y pecuaria. Somos un país donde el agro es la mayor fuente de empleo y de desarrollo con posiblidad de ser materia prima para fomentar la industria en pequeñas y medianas empresas donde tendría otro rubro de generación de empleo, y por ende la comercialización de las dos anteriores aportaría a la solución de otro tanto en empleo.
Cuando en un país no se tiene claro ni siquiera qué es una cadena de producción mucho menos se va a tener claro las soluciones de desarrollo de regiones y de país.
Está bien que no sepan, pero ni lógica le ponen al tema.
Es que en esas oficinas deberían poner es camoesinos y no yupis de Harvard.
Leyla Chujfi
La inteligencia de la mujer colombiana, que no es la que reflejan algunas funcionarias que hablan mucho pero dicen poco, ha salido a relucir aquí para decirle a los que están allá arriba, que así como las están haciendo, no es como deben hacerse las cosas.
Gracias, mil gracias Leyla.
Ferley buen día para vos y todas y todos los que estamos metidos en esta cultura ,gracias por sus APOLLOS ,los campesinos de Colombia somos NN
Omar Palacios
Gracias Omar. Cordial saludo
Rigor en cifras, en referentes teóricos y opiniones de quienes en su propia realidad, padecen el abandono estatal.
Los planes de desarrollo, cargados de tecnicismos, de eufemismos.
Con conceptos puramente teóricas, que no llevan al plano de lo practico.
El campesino en abandono en infraestructuras, en educación, salud.
Las cifras expuestas , reales, desenmascaran a muchos politiqueros, que se asustan, pues ellos han sido cómplices: por acción u omisión, del abandono de los campesinos.
Que interpretación más apegada a la realidad la que hace Martha Cecilia. Una invocación seria a cambiar la manera de hacer las cosas.
El olvido y el atraso de la ruralidad en Colombia no solo es inhumano e injusto para el campesino y sus familias sino también necedad de una sociedad creciente que demanda alimentos pero prefiere importarlos que producirlos. Dificultades como esta pandemia debieran sacudir los cimientos de la sociedad y obligarla a repensar lo fundamental y trazar estrategia en el largo plazo que permitan el desarrollo sostenible de todas las comunidades.
Excelente opinión, Juan. Ciertamente, tras esta pandemia lo que está amenazado es la seguridad alimentaria.
Gracias por su opinión
al respecto, ver directrices en este link:www.consolide.blogspotcom.blogspot.com;
Un «plan de desarrollo» es la copia de otro «plan de desarrollo». Con WORD se le da «copiar y pegar» y ya… Como nada de eso se va a hacer: lo mismo dá. Y todos «contectos».
Guillermo Echeverry Jaramillo
La Celia, Risaralda
Gracias por su opinión, Guillermo y bienvenida la intervención de La Celia en este foro realmente participativo. Bienvenida la provincia.
Un abrazo