Por John Harold Giraldo Herrera
El poder cuando es ilegítimo y cuando asume posturas dictatoriales, sabe muy bien cómo entretener y disuadir. El trasfondo del día Sin Iva, no fue el desorden y los desmanes de un grupo de ciudadanos que no les importó la pandemia. El descuido, ya todos lo saben, es del capital y del presidente, que se contradice y no le cabe ni una mentira más, mientras registramos el número de muertos más altos por el virus, ya ni los medios guardaron la proporción, como antes, de esa fallida sentencia: quédate en casa. El problema de fondo, es que somos el país que más paga impuestos, y nos han venido aplicando un porcentaje inconcebible: el 19%. Frente a una reforma tributaria (2019) que metió el partido de gobierno y que beneficia sólo al sector financiero, para quienes legisla en realidad Duque, así como para terratenientes y multinacionales, al pueblo lo ofrece el espectáculo de la indignación y la desgracia. El problema, señores y señoras, es este sistema criminal, creó la cultura de atacarnos mientras ellos se apertrechan en lo que nos han quitado. Nos burlamos entre nosotros de los otros (que somos nosotros mismos, es decir pueblo) y sentados los otros se vanaglorian de nuestras incapacidades para definir lo prioritario.
El día sin Iva, fue una muestra más. Vemos caricaturas y varios de nosotros diciendo que lo que debió dar el gobierno fue en cambio de mercados, televisores, o se ve la imagen de una gente muy pobre con las compras de electrodomésticos, olvidamos que los que salieron en masa, fue la clase media, movida por espejismos. Y ahora, luego de estar cercados por cuatro meses, les alivia (a los grandes capitalistas) que nos estemos atacando, y ellos celebran un día desmesurado de compras quizás innecesarias. Nos decían que esta época era para aprender y avanzar y creo que así ha sido, pero para un pequeño grupo de individuos, los demás, siguen guiados por la conciencia del compre y tire. Lo esencial es que estuviéramos cultivando nuestros productos y que el tiempo de confinamiento fuera para hacer redes, extender solidaridades e ir construyendo la sociedad digna que nos merecemos.
Desde 1963 recaudan un impuesto que, al estilo más caníbal del capital, consiste, en un disfraz: valor agregado. De la década del 80 ahora, han subido el doble, la gasolina es el rey de los impuestos con un incremento de hasta el 30%. La idea de un impuesto sería que se viera reflejado en la calidad de vida o en la redistribución del recurso para la población y que se obtuviera algún beneficio. Ya sabemos qué ocurre en Colombia con los recursos públicos. Entonces vamos a completar 50 años de absurdas alzas, somos la región del mundo que más incremento tiene, como lo reportan estudios del propio Banco Mundial. Acumulamos es una deuda de reaccionar.
Los colombianos debemos recordar, que hubo una promesa, como casi todas, menos la de establecer garantías para los más ricos, que el gobierno actual, se comprometió a subir los sueldos y a pagar menos impuestos, ninguna de las dos promesas que movilizó un senti, se hicieron realidad y lo claro es que ni se harán. La noticia, el saldo de favoritismo es que los que han ostentado el capital y toda suerte de privilegios, son los que menos pagan impuestos y se les otorga subsidios para paliar sus supuestas crisis.
Los estudios económicos muestran cómo el recaudo lo efectúan más alto los colombianos trabajadores que el gran capital: “Rincón y Delgado calcularon que entre 1994 y 2016 la carga impositiva para el consumo fue de 10,7%, mientras que para el trabajo se ubicó en promedio en 18,6% y para el capital alcanzó 15,4%”[1]. Además, es conocido, que los bancos tienen el auspicio de un impuesto sempiterno, el llamado cuatro por mil, que decían era pasajero, y ahora es un atraco, como muchos de los peajes en el país, que son demasiado onerosos y además son dineros, que se van a parar a manos de corporaciones que no invierten en nuestras poblaciones.
La pandemia ha dejado unas brechas que tardarán mucho en redistribuirse. Los pequeños empresarios y los del rebusque son los más afectados. La crisis no es democrática, ni afecta en la misma medida a todos, así, que, lo del día sin Iva es un premio para los capitalistas, que como supimos, incluso subieron el precio de varios productos y no dejaron sino viendo un chispero, de deudas, incluso, porque lo que se vivió fue más el usar tarjetas de crédito o poner a cuotas lo comprado. Necesitamos una sociedad, donde el estado no tenga por que repartir mercados ni subsanar demandas sociales, sino que vivamos en condiciones de justeza para todos, con educación, salud, recreación, cultura y un medio ambiente sano.
Así que, alarmados por una sociedad desenfrenada, hacia donde tenemos que mirar es donde se encuentra el foco de todos los problemas: un modelo neoliberal que nos exprime, y no se enfrenta atacándonos como hienas; la proporción de los acontecimientos invita es a sacudirnos, y no sólo saliendo a protestar, es lo más justo, sino también edificando, desde nuestras relaciones, la sociedad en la que deseamos vivir.
[1] Ver el articulo: https://www.dinero.com/economia/articulo/quien-paga-mas-impuestos-en-colombia/257095