Pasado el jolgorio y la gran vitrina internacional para Cali, el Valle del Cauca y Colombia en el plano internacional, con la celebración de esta cumbre por salvar la biodiversidad donde la mayoría de los habitantes de la tierra o al menos los conscientes o pobres, ciframos nuestras esperanzas de salvar el planeta y a la especie humana, asegurarle su supervivencia más allá del año 2050. Es hora de hacer balance lejos de los reflectores internacionales, sin duda que lo mejor de realizar un evento internacional de esta naturaleza es poner en las primeras planas de los periódicos del planeta al país.
Desde luego no son en esas demostraciones del folclor, comidas de la costa pacífica, danzas, cultura e idiosincrasia y fraternidad con los visitantes donde se decide el futuro del planeta, es en las mesas de negociación donde se decide sí la agonía de la especie humana despareciendo del planeta será más larga o corta. No podemos olvidar que las grandes corporaciones, transnacionales y países poderosos, no se enriquecieron haciendo obras de caridad y que si a veces son filántropos es para tapar sus malos manejos de los recursos del planeta, o para menguar sus remordimientos.
El sistema capitalista a través del modelo imperialista les permitió a varios países, por medios rapaces convertirse en naciones del “Primer mundo” o “Países desarrollados”, basado en la explotación abusiva de los recursos naturales de naciones “pobres” de América, Asia o África, a las que esas naciones poderosas les escurrieron sus materias primas que transformaron en industria que luego sería vendida con ganancias exorbitantes en esos “países pobres” despojados.
Ese modelo de desarrollo de los países poderosos casi todos miembros del G-20 se basó en el consumismo y el despilfarro de las materias primas, por esa razón el estilo de vida norteamericano basado en cambiar de carro cada año, o tener varios carros por hogar, con gasolina barata, se universalizó como sinónimo de vida “estilo americano” o “sueño americano” que buscan quienes emigran al coloso del norte.
A nuestras naciones se nos engañó con el eufemismo de que nosotros somos países en vías de desarrollo, dándonos a entender que también alcanzaríamos esos estándares de bienestar y despilfarro en un futuro no muy lejano, cosa que en la época actual es absolutamente imposible porque no hay otro planeta para saquear como lo hicieron ellos, y porque el sentido común nos dice que llegó el momento de parar el despilfarro de nuestras materias y contaminar menos nuestro medio ambiente, para salvar al planeta y a nosotros mismos.
De manera ingenua muchos creemos que las naciones poderosas tienen la misma conciencia sobre la urgencia, la necesidad inmediata de proteger o gastar racionalmente los recursos naturales que no siempre están ubicados en sus territorios; también deseamos que esa naciones poderosas asuman el reto de no seguir buscando enriquecerse a costa de destruir el planeta, pero esas naciones ricas siguen obsesionadas con seguir su dominio económico y político del mundo; claro está que lo político también interfiere en la salvaguarda de la biodiversidad, para ilustrar este punto, basta recordar que Estados Unidos siendo uno de los mayores contaminadores del planeta, en la primera presidencia de Trump, uno de los gobernantes más poderosos del mundo, niega el cambio climático y retiró a su país de la COP. Biden por su parte, en su presidencia regresó a la conferencia y a los pactos para buscar revertir la contaminación y el cambio climático y ahora con Trump, elegido de nuevo como mandatario yanqui, seguramente con total desprecio por las otras naciones del paneta, seguirá las órdenes de sus grandes aportantes las empresas multinacionales y no se preocupará por ayudar al salvar el planeta, posición estúpida si se confirman las estadísticas que demuestran el aumento en los huracanes y su intensidad en Norteamérica: “Cambio Climático. La plataforma climática y energética de Trump se centra en expandir la producción de combustibles fósiles, desregular políticas energéticas y reducir la participación de EE. UU. en acuerdos internacionales como el Acuerdo de París (del que ya se salió y que Biden reintegró). También propone revertir incentivos para vehículos eléctricos, a la energía eólica y solar, y fomentar la perforación de petróleo y gas en tierras federales” “El Espectador” Las propuestas republicanas, El futuro de EE.UU. que imagina Trump, Domingo 3 de noviembre página 3). Como queda evidenciado, la salvación del planeta estaría mejor en manos de Harris: “Considerada por algunos grupos ambientalistas como “campeona climática probada”. Hay quienes creen ven en Kamala Harris la opción de no tener a un negacionista climático en la Casa Blanca” (“El Espectador” Las apuestas de Kamala Harris en economía, mujeres, cambio climático y más, Domingo 3 de noviembre página 2).
Otro ejemplo del uso de los recursos naturales de las multinacionales norteamericanas (que seguramente no son las únicas abusadoras, pero, lastimosamente de las demás no tenemos datos): “ Una autoridad ambiental de Colombia anunció este lunes 26 de agosto el inicio de una investigación que involucra a una embotelladora Coca-Cola por presuntamente acaparar agua en un municipio andino, en tiempos de sequía y racionamiento”. “En la capital colombiana y sus alrededores millones de personas sufren cortes periódicos en el servicio desde abril, debido al bajo nivel de los embalses y la falta de lluvias. La Corporación Autónoma de Cundinamarca (CAR) anunció que verificará las denuncias periodísticas. El 11 de agosto, el portal periodístico Vorágine señalo que Manantial, una de las siete embotelladoras que tiene Coca-Cola en Colombia, estaba extrayendo más de 279.000 litros diarios de agua en una quebrada de La Calera, en medio de la emergencia” (De citytv.eltiempo.com 26 agosto 2024).
@cronicasdetartaria El Plan de EEUU para controlar el Agua de Latinoamérica 🥶 #agua #eeuu #elite #tartaria #mrtartaria #karlestorah
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Un video de tik tok denuncia que en el manejo de la biodiversidad las cosas ya están definidas y es poco lo que se puede negociar, pues los grandes países y las multinacionales que practican la bio-piratería, consistente en usar los recursos naturales de países megadiversos como Colombia para producir medicinas y avances científicos, no les pagan ni a las naciones, ni a las minorías étnicas de cuyos territorios sustraen esa biodiversidad; el video invitaba a una COP divergente en Cali, con carácter de cumbre ciudadana ambientalista, ciudadana y autónoma para construir una agenda ambiental alternativa, denuncia así ismo el video que hay intereses geo-políticos de U.S. A que está detrás de nuestros recursos intentando quedarse con la Amazonía, quieren quedarse con nuestros recursos naturales, nuestra agua, nuestras semillas, nuestro patrimonio genético. El video invita a unirse para la defensa de la soberanía alimentaria, la soberanía energética, y la más importante, la soberanía ambiental, que seamos los colombianos los que decidamos qué hacer con nuestra biodiversidad, no los países ricos ni las transnacionales. Con un Trump empezando a gobernar faltándole a Petro año y medio, hay que elegir con mucho cuidado a nuestro próximo gobernante, el próximo presidente debe ser un nacionalista, que defienda patria, diversidad y recursos naturales, no vende patria como cuando se firmó el T.L.C, con los gringos a espaldas de los colombianos, sin ninguna negociación, porque según “el mesías” “El acuerdo con Estados Unidos se firma sí o sí”.
Otro video de Tik Tok desnuda la posición asolapada de los gringos respecto del agua de nuestra región latinoamericana, la que seguramente intentarán convertir en mercancía, para acapararla y comerciar con ella. En ese contexto es valioso recordar los debates sobre el derecho fundamental al agua: “El agua para uso personal y doméstico, destinado a satisfacer las necesidades básicas, es un derecho fundamental, el cual se ejercerá bajo parámetros de cantidad, disponibilidad, calidad, accesibilidad y asequibilidad. El estado velará por el uso racional de este recurso” (www.camara.gov.co).
Sobre el derecho al agua dice la ONU: “La Asamblea reconoció el derecho de todos los seres humanos a tener acceso a una cantidad de agua suficiente par uso doméstico y personal (entre 50 y 100 litros de agua por persona y día), segura, aceptable y asequible (el coste del agua no debería superar el 3% de los ingresos del hogar), y asequible físicamente” (www.un.org./water).
Aparte de la amenazas externas a nuestra biodiversidad por contaminación y mal uso de nuestros recursos, están las amenazas locales de deforestación de amplias regiones de la Orinoquía y Amazonía, devastada por alianza entre una organización armada y élites políticas confabuladas para ampliar la frontera agrícola y acaparar tierras: recomiendo video de María Jimena Duzán quien denunció la deforestación y causó el primer operativo del gobierno Petro con intervención del ejército, policía y Fiscalía que permitió el desmantelamiento de laboratorios para procesar cocaína y puentes usados para sacar ganado criado en terrenos deforestados.
Como se ve, el panorama no es fácil y los países poderosos no tienen intenciones serías de dejar de enriquecerse a costa de los países como Colombia, cuyos gobernantes en sus relaciones con Estados Unidos, no adoptan una línea independiente y soberana, sino que siguen con genuflexión las políticas yanquis, sean prejudiciales para la patria.
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Buenas noches Danilo Saludos. Excelente trabajo investigativo y totalmente de acuerdo con la apreciación de Doña Amparo, » toda una parafernalia».
Yo he interpretado este tipo de encuentros como una «rogadera disimulada e implícita en los informes presentados» de los países menos desarrollados y pudientes frente a los países del primer mundo de «bajarle al cuento a la contaminación «, ya que el asunto es serio y no sólo de temer sino de aterrorizarse pero es difícil hacerlos entender ya que en últimas los que sentimos el rigor de este abuso somos nosotros ya que primero explotan los nuestro, nos ensucian y luego se van sin limpiar, viendo un chispero e impunidad frente a las consecuencias irreversibles e irreparables que suceden.
La verdad yo veo el tema muy enredado y más con el triunfo de Trump quien no cree ni poquito y le importa » un pepino» este tipo de encuentros y de informes fundamentados desde la ciencia y con evidencias muy certeras y convincentes pero repito nuevamente » no les importa y a veces pienso que ni las creen «.
En lo personal debemos empezar a conseguir partidarios de la causa ambiental con poder económico, político y militar dentro de estas mismas potencias que nos ensucian todo, creando división como estrategia para darle vuelta al asunto ya que como veo el tema desde afuera y con las posturas de los países del primer mundo la situación está muy empinada.
Me disculpan la mirada tan apocalíptica pero los hechos mandan y mí optimismo cauteloso es limitado la verdad. Estoy como los carros que se les está acabando la gasolina «con baja reserva optimista frente a la situación».
Danilo buen descanso y siga escribiendo.
Felicidades.
Hola amigo Isdaen: frente al poder y las » ganas» de no contaminar el planeta de las potencias mundiales, esa posición suya es fácilmente entendible, y es la mía y la de muchas otras personas, que no permite el optimismo, simplemente ser escéptico es una posición realista, es triste, pero es verdad. Mil saludos y bendiciones.
Totalmente de acuerdo con estas apreciaciones con que el articulo hace sobre el tema de toda la parafernalia presentada con la COP 16. PAZ CON LA NATURALEZA Y EN LA NATURALEZA, es algo que requiere un fortisimo sentir de la humanidad para que tenga una serie de ecos funcionales y permanentes. Detrás de bambalinas hay mucha tela que cortar para hacer efectivas conclusiones de este evento, que debe sanear el aire, el agua, el suelo, y por supuesto al ser viviente, bien sea el humano, el animal o el vegetal. Me pareció muy buen análisis el presentado por quien ha escrito sobre lo que se dio en nuestro país. Mucho para hablar y discernir es lo que da este tema tan candente.
Doña Amparo: mil gracias por su comentario, realmente en la carrera por salvar al planeta y a nosotros mismos, los países ricos no tienen afán, y con su displisencia seguramente moriremos ahogados en nuestras propias inmundicias, o mejor dicho en las de los países contaminadores como USA y China, empeñadas en dominar al mundo, así sea a costa de destruir el planeta, lo que los destruirá a ellos mismos.mil saludos y bendiciones.