Corresponsables de lo que está ocurriendo

Por: FERLEY HENAO OSPINA

ferleyhenao@gmail.com

Procurando definir responsabilidades para evitar que se sigan cometiendo los mismos yerros, me remonto a la última campaña presidencial en la que resultó electa la peor de todas las opciones.

Por semejante error, cargan una enorme responsabilidad, aunque no los únicos, gran parte de los que hacen la prensa.  Esa prensa que esta semana desnudaron unos parlamentarios y empresarios pereiranos pidiendo que se profundice más el soborno a los medios, dicho en forma tan “inocente” que parecían ignorar que el soborno es un delito y que además esas acciones, que están siendo practicadas ya desde hace mucho tiempo como algo perfectamente natural, son infracciones graves al derecho de información, a la libertad de prensa y a los derechos humanos, es decir, violaciones graves a la constitución, pero ¿para qué constitución en una dictadura disfrazada de democracia?

Esa es la prensa que ocultó todas las falencias, errores y «metidas de pata» de su candidato predilecto. Voy a referir solo algunas que debieron ser suficientes para que medios responsables, serios y orientadores, las hubieran puesto de relieve y así evitar que los electores se equivocaran al elegir presidente. ¡Se equivocaron!

Comienzo por la primera, el Foro Nacional Ambiental celebrado en la Universidad de los Andes (enero 23/2018), en el que a la pregunta sobre cómo enfrentará su gobierno el grave problema de la deforestación, el candidato Duque le atribuyó a los cultivos ilícitos la culpa, ante lo cual preparé este video que establece con precisión que, para entonces estaban reconocidas apenas 150 mil hectáreas de coca, pero en cambio, el Censo Nacional Agropecuario determina que 31 millones de hectáreas (206 veces) se emplean en Ganadería, y 7,5 millones de hectáreas (50 veces) en una agricultura particularmente ineficiente.

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Posteriormente, en un debate nacional, a la pregunta ¿Qué haría usted para resolver el problema del embarazo infantil?, contestó sin ningún sonrojo: “brindarles oportunidades de trabajo a las niñas a temprana edad para que el tiempo ocioso no las afecte”.

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O este cantinflesco gazapo en Popayán que no necesita ninguna aclaración, escucharlo es suficiente:

Podría seguir describiendo una interminable cadena de errores del candidato que no fueron objeto de la crítica que debía darle un periodismo ético, profesional, responsable. Así, fueron inducidos al error los electores, al negarles, los periodistas, el derecho a conocer aspectos claves del candidato.

También deberíamos incluir las mentiras difundidas, para el inicio de la campaña electoral sobre la preparación académica del candidato. Se dijo que era de Harvard y se difundió profusamente. Esa noticia fue desmentida horas previas al debate en Teleantioquia de abril 4/2018, cuando en las redes sociales se publicó la foto de una carta de la Universidad de Harvard en la que aclaró que Iván Duque no se graduó ni se especializó en esa institución y que solo completó dos cursos, uno de cinco días en 2004 (sobre capital privado y de riesgo) y otro de seis días en 2008 (de negociaciones estratégicas). Cursos, no especializaciones como su equipo lo había promovido. El desmentido no se difundió tan profusamente como la mentira que sí fue publicada repetidamente a diestra y siniestra.

Los medios, en general, y el comunicador en particular, cargan sobre sus hombros una enorme responsabilidad y así, como en este caso que acabamos de esbozar, puede la sociedad cometer fallas muy grandes y de graves consecuencias por lo que los periodistas dicen o dejan de decir.