Por JUAN GUILLERMO ÁNGEL MEJÍA
Dice Gabriela Bucher, directora de OXFAM, que con el incremento de la fortuna obtenida durante la crisis, de los diez milmillonarios más ricos del mundo, bastaría para evitar que nadie cayera en la pobreza a causa de la pandemia y para financiar la vacuna para todo el mundo.
Agrega la funcionaria que los 104.100 millones de dólares con que aumentaron sus fortunas los 69 milmillonarios latinoamericanos, durante esta crisis, son dineros suficientes para dar, a cada uno de los 25 millones de sus paisanos, aquellos quienes escasamente sobreviven en la pobreza absoluta, un cheque por 14 millones de pesos.
No todo aquel quien tiene residencia, o ingresos que le permitan vivir en condiciones dignas, es un rico que debe ser despojado de lo que tiene, como predica la obsoleta tesis política; como tampoco es deseable un estado dueño de todo y generador de miseria; pero con la misma moneda tampoco se puede aceptar que quienes tienen billones no aporten significativamente en atender las necesidades de quienes realmente lo requieren.
Algunas medidas se han tomado para hacer menos angustiosa la vida para quienes están sumidos en el círculo perverso de la pobreza: subsidios y pagos a adultos mayores, a familias, los menores costos de los servicios públicos, la educación y la salud y otras medidas monetarias que a veces se superponen, ayudan pero falta mucho por hacer, tiene razón Iván Marulanda cuando propone articular todas esos subsidios y a ellos sumar dineros del presupuesto que se obtenga de gravar efectivamente esas inmensas fortunas para que nadie tenga que pasar hambre, particularmente ahora cuando los más débiles aún lo son más, como consecuencia de la plaga.
Poner en práctica una política pública seria de atención a los que nada tienen no es tarea fácil, es necesario, además de la voluntad política, derrotar a la corrupción que le roba la posibilidad de vivir dignamente a millones que no tienen lo suficiente para atender sus necesidades urgentes; calcula Marulanda que establecer una renta básica para los menesterosos constará el 3.7% del PIB, mientras que el periódico El Tiempo publica que la Procuraduría estima que la corrupción nos cuesta el 4% del PIB, cifra con la que concuerda la Sociedad Colombiana de Economistas; si a ello sumamos lo que nos cuestan los entes que tiene a su cargo velar por el patrimonio común, el derroche de los entes privados que manejan recursos públicos, tales como las federaciones, asociaciones, cámaras de comercio, la inequidad tributaria, y para empeorar las cosas la ineficiencia del estado, tendríamos suficiente para atender lo que es urgente, necesario y justo.
Para hacer llegar las ayudas a quienes realmente las necesitan tropezaremos entre otras cosas con los delincuentes de cuello blanco, los oportunistas que se apoderan de lo ajeno, y dado que la corrupción no es una enfermedad exclusiva de magistrados, jueces, políticos y servidores públicos, como tampoco es privilegio de partidos o militantes de alguna corriente política, por el contrario, dado que no discrimina ni credo, ni bandera y lo peor como tampoco le importa al resto de la población cuando acepta sin castigo social a los bandidos de guante de seda, al punto, en los casos extremos de deterioro social, de exaltar a las máximas dignidades a quienes se han aprovechado de lo ajeno sin pudor ni sudor.
Solo para ilustrar lo dicho recordemos que lo que debió ser el punto central del acuerdo de paz, no llegó a serlo, primaron las exigencias de los insurgentes, sueldos millonarios y privilegios, sobre las necesidades vitales de quienes declaraban defender.
Estamos en mora de atender a quienes realmente lo necesitan, pero el gen egoísta que describiera Richard Dawkins, debe ser superado, es inaceptable que quienes disponen de recursos accedan a subsidios y privilegios que deben llegar a donde realmente deberían, así por ejemplo la matrícula cero es justa para muchos pero no lo es cuando al otorgarla a quien no la necesita, se limita el acceso a quienes sin ella, no tienen oportunidad alguna.
La renta básica no da coima! Que no existe porque no la incluyeron en los acuerdos de la Habana? Si es que la Paz se negoció fue con guerrilleros, no con habitantes de la calle.
Por error me salió anonimo, soy Antonio Monsalve Gonzalez.
La renta básica..
Este importante tema, además de necesaria aplicación contará con alguien que lo ponga en práctica en este país político? Porque no solo debe contar con el liderazgo necesario sino con las herramientas para que esto suceda.
Las cifras son ciertas y bien tratadas. Pidamos a Dios que esto sea una realidad.