Por FERLEY HENAO OSPINA
En el momento que estaba terminando de escribir esta columna, el Noticiero Caracol T.V. entrevistó a la nueva ministra de las TIC Karen Abudinen y obviamente quedó plasmado un contraste entre esto que he escrito y lo que ella ha dicho; pero como mi norma es rigor, objetividad y precisión, además de los gráficos que preparé para soportar esta información, agrego el link en el que consigno los originales para que no quede la menor duda.
No quiero dejar espacio para que, por falta de ello, se pueda creer que estas situaciones, por no ser favorables a Colombia, son Fake News. Ni tampoco quiero permitir la idea de que los que criticamos con fundamento somos enemigos del país, de la ciudad o de la región. Pues, precisamente somos lo contrario, somos los que deseamos que las falencias se corrijan y que todos tengamos un mejor lugar para vivir.
Al desnudo totalmente nos dejó la pandemia. Antes de eso no nos percatábamos de la velocidad y disponibilidad de internet, pero ahora la necesidad nos hizo llegar a ese punto y tuvimos que entender la conectividad, o sea la capacidad de establecer una conexión: una comunicación, un vínculo, o dicho de otro modo, el acceso a internet y a las redes asociadas.
Desconociendo la realidad, intentamos establecer contacto con personas de los municipios de Risaralda y los corregimientos de Pereira, pero esto solo nos sirvió para evidenciar que el acceso a internet es un caos y que las conexiones que se logran tienen muy poca estabilidad.
Con esto, vino a mi memoria cuando los colombianos teníamos nuestra propia empresa pública de telecomunicaciones TELECOM, modelo en Latinoamérica. Bueno, ¿por qué liquidaron a Telecom entre 2005 y 2010? y ¿Qué argucias implementaron previamente para justificar su liquidación?
Tristes noticias fueron dando cuenta de la privatización y despojo de nuestros bienes públicos: Seguro Social (2007) convertido en el negocio de las EPS que nos dejaron a cambio y del que no sabemos cómo deshacernos, y otras cerca de 200 empresas feriadas en estos primeros 20 años del siglo 21 con una curiosísima constante que podríamos denominar absurda: El estado vende las empresas públicas productivas o con alto potencial, pero asume los pasivos de aquellas que se quiebran o que están a punto de fracasar.
En ese escenario, observé que el Ministerio de las TIC mide la eficiencia en términos de puntos instalados y no de la calidad del servicio. Esta es la información que proporciona la página principal este ministerio, actualizada a septiembre 29/2020:
“En el primer trimestre de 2020 se registró un aumento de 161 mil conexiones a Internet fijo frente al último trimestre del año anterior”.
“El país incrementó en más del doble la velocidad de descarga de Internet fijo, alcanzando un promedio nacional superior a los 25 Mbps en el último año”. No dice que 25 Mbps son muy poco si se tiene en cuenta que en conexión fija, Singapur promedia 208 y Hong Kong 192 Mbps (8 veces más) y que en conexión móvil Corea del Sur y Emiratos Árabes promedian 110 y 107 Mbps respectivamente (4 veces más).
Obsérvese también en este gráfico que mientras Chile, Brasil y México (para comparar con el vecindario) en el ranking mundial ocupan los puestos 27, 54 y 69 en su orden y disponen de 108, 59 y 40 Mbps respectivamente, Colombia ocupa el puesto 88 y solo tiene 33 Mbps en conexión fija banda ancha.
Gráfico original de Conexión Fija Banda Ancha, véalo en este enlace:
https://drive.google.com/file/d/1MKIDPev93E3nppu6Vm3Jli3DFs1cObey/view?usp=sharing
Y en este gráfico se aprecia que mientras México, Uruguay y Argentina en el ranking mundial ocupan los puestos 63, 65 y 72 en su orden y disponen de 31, 30 y 28 Mbps, Colombia ocupa el puesto 104 y solo tiene 19 Mbps en conexión móvil.
Gráfico original de Velocidad Internet Móvil, véalo en este enlace:
https://drive.google.com/file/d/11UNQ_iJzC0hVY4Lu9fXJsLUOd0h2kRyP/view?usp=sharing
Dicho esto, podemos concluir que no puede construirse un futuro cierto y seguro, para este país, esta región y esta ciudad, con los niveles de conectividad que nos están proporcionando tanto las entidades públicas como los operadores, a quienes les entregaron en bandeja de plata el mercado colombiano sin unas exigencias mínimas de cobertura y estabilidad.
Señor Columnista: cada semana nos sorprende positivamente con La forma objetiva, rigurosa, y clara de exponer la situación social del país, con cifras , cuadros comparattivos, en los que se observa el deprimente panorama.
Como bien lo anota : » La idea de que quienes criticamos con fundamento, somos enemigos del país»
Muy cierto, son sus columnas , piedra en el zapato: para aquellos que no admiten que se visibilicen los problemas sociales en : salud, en el campo , en la salud y demás.
Sus columnas contribuyen a que nos actualicemos en lo social, ya que el soporte investigativo genera credibilidad.
Muchas gracias,