Ferley Henao Ospina – ferleyhenao@gmail.com
Quedó al desnudo lo que en realidad somos y no lo que nos mandaron a decir que éramos: Ese tal “paraíso” que no se parece en nada a la “inmunda Venezuela” gobernada por corruptos, ineptos e incapaces, ese paraíso no es lo que de verdad somos.
Hace cinco meses, cuando aquí tomaron en serio lo de la pandemia, quedó al descubierto lo equivocados que estábamos en materia de salud, educación, seguridad alimentaria, sensibilidad social, principios éticos…
En salud, nos cogió la pandemia con los calzones bien abajo, desprotegidos en instalaciones, equipamiento y bioseguridad. Hasta médicos y paramédicos de las mejores clínicas y hospitales cayeron víctimas de estas fallas.
Se creó un sistema para enviarles a los adultos mayores las medicinas a domicilio y éstas se perdieron. Supe que han decidido suspender el servicio a domicilio como si esa fuera la solución, podemos acuñar: “Decisiones de burócrata” para referirnos a las majaderías o desatinos que emanan de sus escritorios.
En educación, aun nos tratan de hacer creer que pasamos del sistema presencial al virtual de la manera más expedita porque este es un país avanzado en conocimiento y tecnología. No señores, eso no es cierto.
El sector rural tiene muchas veredas que carecen de conectividad, otras donde solo un celular tiene señal. También hay familias que solo disponen de señal a ciertas horas y otras que no disponen de equipos para acceder a las clases virtuales. Casos peores aún, hay lugares donde ni siquiera tienen energía eléctrica.
¿Cómo podemos hablar de cobertura total en un escenario así?
En actos heroicos de docentes y alumnos se han ido tratando de solventar todas estas falencias, por ejemplo, la profesora que le envía a una persona del pueblo el material, le pide que fotocopie y coloque sobre una mesa a la que llegan, cuando pueden, los alumnos de las veredas sin conectividad y recogen el material impreso, algunos de ellos tienen que caminar horas hasta llegar al camino por donde encuentre el transporte que lo lleve al pueblo.
Rescatable este avance logrado por la profesora de bachillerato rural de Balboa Risaralda, Tulia Lucy Martínez, que consiste en aprovechar estos meses para el fortalecimiento de las capacidades en el manejo de los proyectos productivos. Basados en los conocimientos previos, los alumnos están haciendo laboratorio de todas las especies que han conocido en clases.
Aún con conectividad, “No hay nada más desagradable que un sonido malo en una presentación, la mejor clase y la clase más alucinante resulta inaguantable al cabo de cinco minutos si tenemos mal sonido” (OBS).Los docentes han tenido que invertir en equipos para hacer que las clases funcionen lo mejor posible.
Y tampoco hay “nada más aburrido que un señor hablando, hablando y hablando. Eso es muy del siglo 20” pero la solución a ese problema implica involucrar programas y capacitación para incluir algo que les permita hacerlo más eficiente y más ameno en términos pedagógicos. ¿Por cuenta de quién se han instalado? La vocación de servicio que tiene el docente, es inimaginable.
En seguridad alimentaria, quedó al descubierto que Colombia importa casi todo lo que nos comemos aunque pudiéramos producirlo perfectamente aquí: trigo, soya, lenteja, cebada, garbanzo, tomate de proceso, maíz, leche, papa, arroz, leguminosas, carne de cerdo y de res, pescado y pollo por un monto que gira en torno a los 7 y 9 mil millones de dólares anuales”.
De sensibilidad social y de principios éticos, ahí sí que quedamos desnudos. No había pasado la primera semana de la cuarentena, que implicaba la compra de mercados humanitarios, cuando se destapó a todo lo largo y ancho de la geografía nacional el escándalo de corrupción que titulé “Miserables”, mediante el cual, muchísimas alcaldías saquearon los alimentos de las familias más humildes y desprotegidas.
La pandemia tenía que cumplir alguna función, nos desnudó. Ahora debemos hacer algo si es que tenemos siquiera un poquito de vergüenza.
Excelente análisis.
Triste y cruel realidad Colombiana.
Sería muy bueno que estos mensajes llegaran a todos los rincones del país, pero el atraso en comunicaciones es grave lo cual no permite que el pueblo se instruya, siendo absorbido por los medios Amarillos pagados por la plaga corrupta, para desinformar.
La EDUCACIÓN lo es todo.
¡Así es! y aún faltan los detalles…
Muy bueno…. mil gracias por compartir
Profundo, verídico y real concepto que desnuda la caótica realidad Colombiana, en frentes tan delicados como la virtualidad Educativa. Felicitaciones. Abrazo de Campeón .
El columnista nos pone al descubierto las realidades: sociales, que son la cotidianeidad en el quehacer de sectores como : la,educación y la salud.
Pone el dedo en la llaga.
Situaciones que revelan como al gobierno poco o en nada le importa, la calidad de vida, la supervivencia y protección de los ciudadanos.