“El Acuerdo de Cese el Fuego Nacional Bilateral y Temporal firmado entre el Gobierno colombiano y el Ejército de Liberación Nacional se hizo con el propósito de reducir la intensidad del conflicto armado para generar un ambiente favorable a la construcción de escenarios que permitan la Participación de la Sociedad en la búsqueda de salidas para un país en Paz con justicia social”.
Con este objetivo trabajan las delegaciones al reiniciar la mesa de diálogo en Venezuela, en noviembre de 2022, país garante y anfitrión del primer ciclo de negociaciones suspendidas en 2018.
Este cuarto ciclo de diálogos, iniciado el 14 de agosto de 2023, se focalizó además en temas como la participación de la sociedad civil en las conversaciones de paz y el cese bilateral del fuego, acordado en el pasado encuentro de las delegaciones en La Habana y que comenzó a regir el 3 agosto y se extenderá al menos hasta el 29 de enero de 2024.
Al decir de los negociadores, estas conversaciones avanzan hacia un cese del fuego que eventualmente llevará al final del conflicto armado. Ojalá y así sea. Lo cierto es que al cerrarse este ciclo de las conversaciones de paz se acordó aliviar la situación humanitaria en las zonas más azotadas por el conflicto armado.
Acuerdos concretos…
Se definieron “zonas críticas”, como las comunidades del municipio Medio San Juan en el departamento del Chocó, el territorio de Bajo Calima del departamento de Valle del Cauca; además de la región de Bajo Cauca antioqueño, al nordeste del departamento de Antioquía, y el sur del departamento de Bolívar.
En esas zonas críticas “se adelantarán acciones y dinámicas humanitarias, garantías para el cumplimiento del cese al fuego bilateral, nacional y temporal, la participación de las comunidades en el proceso de paz y proyectos de desarrollo social”, señalaron en un comunicado, en el que aseguraron que, a pesar de los tropiezos, avanzan en el cese del fuego.
«Sabemos que hay resistencia, pero eso no nos desalienta«, dijo Israel Ramírez Pineda, el segundo comandante del ELN -la última guerrilla activa en Colombia- y conocido con el alias de Pablo Beltrán, al referirse al primer mes de vigencia del cese, quien exhortó a los colombianos a seguir acompañando el proceso de paz.
El ELN considera que tanto los ataques mediáticos como los militares «obedecen a sectores que están contentos con la crisis estructural que vive el país y no quieren que haya cambios”.
«En menos de estos nueve meses hemos logrado convenir un cese al fuego, cuya naturaleza nos debe conducir a la terminación del conflicto armado en Colombia, no simplemente a la humanización de la barbarie«, dijo Otty Patiño, quien lidera la delegación del gobierno de Colombia y es cofundador de la extinta guerrilla M-19, en la que militó el actual mandatario colombiano Gustavo Petro.
Según las autoridades colombianas, el ELN cuenta con alrededor de 5.000 integrantes. Las dos partes se reunirán de nuevo en México, para el quinto ciclo de conversaciones y diálogos.
Colofón: Al escribir esta nota habían transcurrido dos días de la declaración del gobierno de Risaralda anunciando la presencia del ELN en el municipio de Mistrató. Y, el día anterior, los altos mandos de la Octava Brigada del Ejército enviaron videos evidenciando recorridos por la zona rural de Mistrató y garantizando presencia, autoridad y tranquilidad.