Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadDOS JOYAS DE LA «CORONA»

DOS JOYAS DE LA «CORONA»

 

Hay dos establecimientos comerciales que están grabados con letra indeleble en la gestación y construcción de la pereiranidad. Se han insertado de tal manera en nuestra historia que puedo afirmar, sin temor a equivocarme, que todos los habitantes de esta ciudad hemos pasado por ellos y nos hemos deleitado con sus exquisitas ofertas gastronómicas. Se trata de La Viña y La Lucerna. Dos empresas —del sector de alimentos— que tienen circunstancias muy especiales y particulares que las consolidan: ambas tienen más de sesenta años de existencia y permanecen vigentes y orondas deleitando a los raizales, a los foráneos y a los turistas.

La Viña nació hace 63 años, en 1961, de la mano de Don Rafael Camargo (de origen boyacense) y de su esposa Marcela Ramírez (abejorraleña de nacencia, pero pereirana por adopción), en un pequeño local ubicado en la carrera sexta contiguo al Seguro Social. En sus albores Marcela ejercía como administradora pues su esposo laboraba en ese entonces con una firma de importaciones de propiedad de los bogotanos David y Eduardo Puyana.  El negocio tuvo un enorme éxito y rápidamente se dieron dos hechos especiales: Don Rafael renunció a su empleo para ponerse al frente de la «tienda» y se trastearon a la carrera séptima, a un local ubicado entre el teatro Pereira y el restaurante Toy San. Para esa época La Viña era un expendio de alimentos gourmet, que satisfacía los gustos especiales de las colonias extranjeras que vivían en Pereira, incursionaba en el negocio de los licores y carnes frías y empezaba también en el mundo de la panadería. Fue el distribuidor exclusivo de las uvas Grajales de la Unión (Valle), trajo la almojábana cundiboyacense al paladar pereirano y se convirtió en el surtidor exclusivo de productos «finos» para muchas otras empresas, entre ellas el naciente colegio Calasanz con sus sacerdotes españoles y escolapios, donde estudiaban los cuatro hijos varones de la familia.

Todo era color de rosa. El crecimiento del negocio llevó a los Camargo-Ramírez a buscar un nuevo local y se trasladaron a la esquina de la calle 18 con carrera séptima. Esta decisión requirió de nuevos recursos y de un alto endeudamiento, lo que originó una crisis financiera que terminó obligando a la familia a vender. En el año 1973 el negocio pasa a ser propiedad de don Alfonso Fernández Muriel quien produce un gran revolcón al especializar la empresa en la producción de artículos de panadería y pastelería y abandonar otras líneas comerciales. El éxito regresa de nuevo y el negocio se descentraliza de la mano de los hijos del señor Fernández. En la actualidad y después de cincuenta años de ardua labor La Viña tiene en la ciudad tres tiendas que deleitan a los pereiranos: Gamma, la Circunvalar y el Centro. La Cámara de Comercio de Pereira, en septiembre de 2020, le otorgó al Don Alfonso la medalla al mérito empresarial como reconocimiento a su labor, por fortuna cuatro años antes de su fallecimiento.

La Viña no fue ajena a las afugias que trajo, al empezar esta década, la pandemia del COVID19, sin embargo, la familia supo sortear esas dificultades y a la fecha el negocio sigue siendo un patrimonio gastronómico de los pereiranos con productos de extraordinaria calidad y con un futuro promisorio para orgullo de los pereiranos.

 

En la próxima entrega les contaré la historia de La Lucerna.

 

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Más articulos