Por JAMES FONSECA – VigíaCÍVICA
Se ha puesto en servicio en Dosquebradas el Puente Industriales, en la glorieta de Postobón y ya es visible que agiliza el tráfico automotor en ese punto, al separar la circulación de los vehículos que van de paso por el sector, que cruzan por encima del puente; de los que se dirigen a los barrios aledaños o, por la calle 25 a la Avenida Simón Bolívar, que pasan por debajo.
Como algún exfuncionario, probablemente en busca de votos para para las próximas elecciones parlamentarias, se apresuró a posar junto al puente para reclamar su supuesta parte en la gestión de la obra y es probable que lo hagan otros, convine que la comunidad conozca los siguientes hechos y circunstancias relacionados con la construcción del puente:
Ella se pagó con excedentes de los peajes de la zona, destinados inicialmente a la construcción de la Autopista del Café y sus obras complementarias y no se le invirtieron dineros de la nación, ni del departamento, ni del municipio.
La obra no es fruto de una iniciativa gubernamental para solucionar el problema vial del sector, sino que es producto de la gestión ciudadana, mediante una Acción Popular, fallada por el Juzgado Administrativo de Descongestión Mixto del Circuito de Pereira, del 30 de junio de 2015, donde fueron condenados el Municipio de Dosquebradas y la Agencia Nacional de Infraestructura -ANI-.
En esa decisión judicial dice: «…ORDENAR al municipio de Dosquebradas y a la Agencia Nacional de Infraestructura ANI, que en el término de dieciocho (18) meses, se inicien las actuaciones administrativas para la obtención de recursos que permitan la ejecución de las obras diseñadas por Autopistas del Café en las glorietas de MAKRO y POSTOBON de la avenida de Ferrocarril en el municipio de Dosquebradas. Vencido este término se deberá iniciar la ejecución de las referidas obras …».
Después de esa sentencia la ANI y el Municipio de Dosquebradas pactaron dividirse las tareas. La Agencia Nacional de Infraestructura encargó su parte a Autopistas del Café, que ha cumplido con la entrega del puente; en contraste, el Municipio, después de casi seis años, no ha ejecutado siquiera primera parte de la orden: «iniciar la obtención de recursos», para la parte que le corresponde, que es la construcción de un puente similar en la glorieta de Makro.
La indolencia de las sucesivas administraciones de Dosquebradas, en este asunto, tiene una primera consecuencia ya perceptible: el tráfico de vehículos que ahora fluye bien sobre el puente Los Industriales, se estanca enseguida, al llegar a la glorieta de Makro, lo que malogra buena parte del beneficio que podría generarle a la comunidad la inversión de $25.000 millones en la obra que ya está en servicio.