Por CARLOS ALBERTO CARDONA
Ya es costumbre, desde cuando el diablo estaba chiquito que, siendo el Estado incapaz de controlar cuestiones sociales difíciles, disfraza asuntos interesantes con ropa de importantes y trascendentales.
Durante la noche del 6 de noviembre de 1985, siendo presidente de éste platanal el eufemístico Belisario Betancur, ocurría la tenebrosa toma del palacio de Justicia por los chicos malos del M-19, en busca de impedir la extradición de nacionales a USA; retuvieron unas 350 personas entre magistrados, servidores públicos, consejeros de Estados, visitantes y trabajadores.
En ese tiempo no habían inventado el ESMAD, pero la inteligencia estatal funcionaba igualito que hoy, como en las elecciones y cosas de esas, con tanques de guerra, bazucas, granadas y cohetes; igualito al paro, pero sin pistolas traumáticas; dizque para salvar la democracia, sacrificaron 88 magistrados, 98 civiles asesinados y un montón de desaparecidos, así como aquí; es decir 36 años de “exhaustivas” investigaciones sin resultados, igualito que aquí en un mes de paro; lo mismo, como cuando llegan los bomberos al incendio y, alcanzan a salvar el lote.
El dato sirve para recordar que, en aquella nefasta noche, para distraer a los ciudadanos consternados, la entonces bonita ministra de comunicaciones Nohemí Sanín, ordenó transmitir el partido de futbol entre Millonarios y Unión Magdalena por los dos canales oficiales, que eran, igual que hoy, tan lambones y postrados como los del molusco y las 3 letras de ahorita. Hoy nadie se acuerda que Millonarios ganó 2 x 0, que Radamel García, padre del Tigre Falcao, le pegó una patada al Argentino Trobiani en donde la espalda pierde su lindo nombre, y que en el estadio no había nadie, porque había toque de Queda, igualitico.
Tampoco se acuerda la gente de que, esa fue una horrible censura del gobierno para que los ciudadanos no se enteraran de la barbaridad que fue dicha toma y su bestial recuperación por el ejército, que alcanzó a salvar el lote del palacio de Justicia. Igual que hoy, cuando en el momento más dramático de la pandemia, dejarán entrar 10 mil feligreses al Metropolitano al partido Colombia Argentina, para así ocultar la incapacidad de escuchar, negociar, prometer y firmar, para levantar el paro; como lo han hecho todos los gobiernos, desde cuándo el volcán del Ruiz, era un hueco.
Es decir, como ese ejemplo, todos los gobiernos han utilizado distractores, como el fútbol, igual que hacen los gatos, tapando con arena sus “linduras”, solo que el actual “gato” parece purgado, porque a cada paso deja su huella, y la arena no le alcanza; la Copa América era la cortina perfecta, pero Argentina se “avispó” y lo dejó con la camiseta puesta; el paro le reclama el porqué está haciendo lo contrario de lo que prometió, y no hay negociación por que lo que acuerda no se firma, y no se firma porque tampoco hay nada para prometer, por eso el paro sigue.
Igual que en el 85, los medios disfrazan la verdad de lo que está ocurriendo, especialmente con los triunfos de los deportistas (Esos sí son hérores), y se hacen notables esfuerzos para que la gente no se entere de la gravedad del asunto; es por eso que los subsidios para los jóvenes, más familias en acción, el anuncio de créditos que no llegan a los comerciantes o microempresarios, no alcanzan a tapar la pestilencia del gobierno.
El detonante del estallido social fue el anuncio del encarecimiento de los huevos por el IVA en la reforma tributaria, pero según el gobierno, los huevos hoy pasaron de 350 a 500 y 600, por culpa del paro. Los granos, el queso, y enlatados hoy valen el triple en los supermercados por culpa del paro, y lo más insoportable, el frijol, las lentejas, las frutas, la papa están horrible de caros por el paro y no por las aperturas económicas y TLC que arruinaron a nuestros campesinos, y como los importan, pues no entran, porque el paro de transportes no lo permite; es por eso que los camioneros son vándalos, y no los políticos que nos pusieron a importar café, plátanos y maíz.
Apropósito, en la semana que está por terminar, la inteligencia policial, con fiscalía y otras legumbres, revelaron haber dado captura a unos peligrosos sujetos que tenían la intención de matarnos de hambre, de desnutrirnos., unos insurrectos que por arte de magia lograron pasar las barricadas de las carreteras y acapararon un montón de toneladas de maíz, para especular con su precio, junto con numerosos miembros satélite que se ubican estratégicamente en las esquinas de las ciudades.-
En efecto, esta semana la arepa para desayunar subió de 300 a 700 pesos, la medianita, para comer con chicharrón pasó de 300 a 500 y el horror, la arepita redonda, la de 200 pesitos para el almuerzo, ahora vale 400 pesos.- El gobierno en su lucha por defender los intereses del pueblo ocupó todos los parlantes de sus lagartos radiales y de t.v., y como todo lo malévolo aquí se asocia con carteles, ahora emprenderán una cruzada de búsqueda y desmantelamiento del Cartel de la Arepa, cuyos capos se esconden detrás de peligrosas parrillas callejeras, usan armas de carbón incandescente, y tienen un verdadero arsenal de ceniza; En la policía están listos para repartirles bolillo, repartirán bombas aturdidoras, no les van a repartir bombas de humo, porque, esa banda ya está acostumbrada a “chupar” humo todas las noches, asando arepas. Como dicen los chinos de hoy: ”Que cortina de humo tan chimba”.
Según los distractores que está usando el régimen, los enemigos del pueblo no son los financiadores de la mafia que gobierna, son los mamertos castrochavistas que se esconden en las tiendas para cobrar por un huevito 600 y 700 pesos, son esas guerrilleras que en las esquinas trafican con asaditos, empanaditas, que también subieron horrible de precio, y no hay duda, todas las sospechas indican que el cartel de la arepa, no solo puede contra el ESMAD, si no que para el gobierno, ese cartel es más prioritario que los carteles de Odebrecht, de la toga, del anillo. Mejor dicho, es mejor que a la policía vuelva Palomino “repartiendo nalga” en lugar de repartir bolillo y chumbimba contra esa turba tan peligrosa que se llama ciudadanía.
Ahí, les quedo.
Excelente comentario, ni más ni menos, y todos los demás ¿ Estamos tan estupidizados que si no nos lo dicen, no captamos nuestra trágica realidad ?
Real y sin controversia; solo le faltó referirse al cartel de la empanada que tanto persiguieron a atacaron en todo el país.
Excelente el comentario, solo necesitamos saber la verdad, para periodistas mentirosos y acomodados, escucharía ah Viky Dávila, Néstor Morales, Hernández, etc arrodillados lame nalgas.. felicitaciones muchos éxitos
Jajajaja profe, como en sus clases, graciosamente dramático… Burlarse de la realidad como usted lo hace, es un arte difícil y peligroso, gracias y felicitaciones