Por JAMES FONSECA MORALES
Nos separamos de nuestra línea tradicional, dedicada al gasto público actual, para hablar de los beneficios que un gasto público de hace un siglo produjo en nuestra ciudad.
El ingeniero y destacado historiador Ricardo de los Ríos Tobón, describió así el suceso que hoy hace cien años, transformó la historia de Pereira, al conectarla con el mundo
«El 11 de Julio de 1921 fue un día importante, cuando la primera máquina, la No. 2, la Páez, ingresó, humeante de leña encendida, a la Estación Pereira, entre el delirio municipal.
(…). El tren, el Ferrocarril de Caldas, por fin conectaba a una de las ciudades caldenses, a Pereira, con el mundo exterior, así fuera mediante un corto trayecto férreo de 39 kilómetros. Terminaba la dependencia de bueyes, mulas y largos recorridos, para poder cambiar café por progreso.»
Y agrega: «el primer ferrocarril cargado con café, que salió de Pereira, el 8 de Agosto de 1921, rumbo al puerto de Buenaventura, desplazamiento que, cinco años antes, habría exigido cerca de mil mulas en un largo viaje de mes y medio hasta el Pacífico. (…)»
El Ferrocarril de Caldas estaba concebido entre Manizales y Cartago y fue financiado por el Departamento de Caldas, según convenio firmado con la Nación; pero dificultades presupuestales y técnicas paralizaron la obra, después de la construcción de la vía entre Cartago y Pereira.
Circunstancia a la que se refiere así el historiador de los Ríos Tobón: «Y sucedió lo que muchos manizaleños fervorosos presentían, que el ferrocarril llegó a Pereira, en 1921, y sólo seis años después a Manizales, resultando de tal retardo que gran parte del comercio caldense se desplazó a Pereira por un tiempo, dando origen a la llamada Década de Oro de la ciudad del Otún.»
En ese lapso crecieron en Pereira muchos negocios relacionados con el café, entre ellos las trilladoras, lo que generó las condiciones económicas para que floreciera el comercio, que hizo de nuestra ciudad la de mayor actividad económica del antiguo Caldas.
El ferrocarril llegó a Pereira hasta 1959, cuando los viajes por carretera ya eran más rápidos y cómodos que en tren. Entonces, con autorización del gobierno nacional, fueron levantados los rieles que partían en dos a Pereira y estorbaban el diseñó de la actual Avenida del Ferrocarril, indispensable para la comunicación de Pereira con Caldas y Santa Rosa y Dosquebradas. Hecho que produjo un paro cívico de tres días en Manizales.
La vocación logística de Pereira, que por ser producto de su ubicación geográfica se mantiene intacta, hace urgente que vuelva el tren. Uno moderno, propulsado por energía limpia, para mantener privilegiada nuestra comunicación con el Pacífico, pues el trazado de las nuevas vías 4G nos está dejando por fuera del circuito.
La historia de Pereira será siempre un tema actual para todas las generaciones. Gracias por compartir su conocimiento sobre este tema. Una excelente columna.
Siempre he soñado con que vuelva el tren, fortaleceria la parte turística y ambiental de nuestra hermosa ciudad. Gracias por sus remembranzas.