Fundado el 9 de febrero de 2020
LUIS FERNANDO CARDONA
Director Fundador

ActualidadEl costo de la eternidad

El costo de la eternidad

El notorio crecimiento de las sectas evangélicas entre nosotros convierte en indispensable el análisis de un aspecto que, como todas las actividades humanas, se encuentra hoy sometida a las consecuencias de la globalización: el costo económico de las actividades religiosas dirigidas a alcanzar la salvación.  En otras palabras: cuando la mayoría de las gentes tratan de alcanzar la vida eterna ¡Esto vale un dineral!

Desde el punto de vista económico no olvidemos que el laicismo estatal solo empezó con la constitución de los EE.UU, en 1.787 y entre nosotros con la carta del 91  que estableció la plena igualdad de todas las confesiones religiosas, por ello el costo de la salvación pertenece a la «iniciativa privada».

En consecuencia, si los fieles deciden entregar a sus pastores ciertas cantidades de dinero, denominadas “diezmos o limosnas” pues esto constituiría, nada más ni nada menos, que un ítem calificable como «renta gravable». Un hecho que debido a la evidente importancia electoral de las religiones parece haberse soslayado por todos los gobiernos.

Una sola secta de origen colombiano fundada hace unos 50 años posee unos 850 templos en 50 países. Sin embargo, su patrimonio, que según informes periodísticos ascendería a decenas de millones de dólares, parece insignificante comparado con los activos de las confesiones protestantes alemanas o con el de la iglesia católica, cuyo superior jerárquico se negó a residir en unos palacios que según cálculos bastante conservadores valdrían más de 15.000 millones de dólares debido a las obras de arte que allí se acumulan, incluyendo la capilla Sixtina, adornada por Miguel Ángel. Esto, para no hablar del museo vaticano, cuyos tesoros son superiores a los del Louvre y el Prado juntos ¡Y todo ello procedente de los fieles católicos!

Cristo andaba a pie y tenía 12 seguidores que vivían de la caridad de los fieles.  Pero, según parece, ni él mismo predijo los elevados costos de extender su doctrina. De este problema económico, sin demasiados apremios por parte de los recaudadores estatales, se ocupan hoy el Vaticano y unas 7000 sectas.

AGM-13-II-2024

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