Por Ferley Henao Ospina
Gobernar supone prevenir los riesgos, adoptar las medidas posibles para evitarlos y preparar al pueblo para enfrentarlos si es que, a pesar de todas las acciones preventivas, resultan inevitables.
Esta breve pincelada plantea la imposibilidad de pasar desapercibidos tres hechos que se ponen de relieve y perturban nuestra cotidianidad en Colombia, Pereira y Risaralda:
Colombia: El gobierno nacional programó el “Día sin IVA” tal y cual como lo vimos. No voy a mencionar lo sucedido porque es absolutamente innecesario. Me abstengo de comentarlo y de calificarlo, sin embargo, resulta indispensable esta pregunta: ¿El gobierno, con todos sus asesores, no intuyó lo que sucedería ese día? ¡Qué disparate! en cambio, los ciudadanos normales sí lo advertimos y hubo opiniones anticipadas y suficientes para que se ocuparan allá arriba de analizarlo. Ahora bien, si sabían lo que podría ocurrir y no hicieron nada, ¡Disparate doble! Si lo percibieron, pero tomaron medidas que empeoraron la situación, ¡Disparate peor! Y si, en lugar de evitarlo, ejecutaron acciones que incrementaran el riesgo, debe denominársele ¿¡Disparate exponencial!?
El presidente Duque comenzó su programa televisivo a las seis de la tarde ese día, diciendo que no hay que buscar culpables. Permítame discrepar de la manera más respetuosa y comedida: Creo lo contrario, siempre hay que buscar y encontrar los culpables y siempre hay que encontrar las causas. Es ése el único modo de corregir los errores para avanzar hacia una sociedad mejor. Escondiéndolos debajo de la alfombra es como lo han hecho hasta ahora y por eso estamos como estamos.
Pereira: el alcalde Maya anunció, inmediatamente se aprobó el Plan de Desarrollo, que liquidará o reestructurará entidades y que venderá predios que él considere improductivos, colocando a la ciudadanía en una situación de expectativa extrema. Es altísimo el riesgo que afronta el patrimonio público cuando a una autoridad le da por vender o privatizar. La experiencia en ese sentido ha sido nefasta. Frente a ese anuncio, varios líderes ya se han pronunciado en contra y una opción mesurada adoptó la ex concejal Carolina Giraldo Botero, quien remitió al alcalde un derecho de petición para que precise en qué consisten las mencionadas intenciones y qué repercusiones tienen. Léalo aquí [1]. Al cierre de esta edición no hay todavía una respuesta. Esperamos que sea muy pronto.
Adicionalmente, la administración municipal ha hecho caso omiso de la situación rural adversa derivada de la negligencia gubernamental con la ruralidad pero en el Plan de Desarrollo no se incluyó ninguna consideración en ese sentido, pese a las advertencias de que la post pandemia puede venir acompañada de una hambruna perfectamente previsible. Pereira asume este riesgo sin ningún plan de contingencia. Escuche este mensaje en el Concejo de Pereira [2]
Risaralda: El gobierno departamental condenó al sector rural a cuatro años más del mismo abandono al que ha sido sometido siempre, aprobando el Plan de Desarrollo sin ninguna acción para la ruralidad en materia de conocimiento, tecnología e innovación. Este es el único sector que pudiera sacar la cara por la economía y la seguridad alimentaria y es la base fundamental de la economía y del comercio de los municipios. Los riesgos que esta marginación traen consigo son muy altos en lo económico, social y ambiental y de manera muy particular en la seguridad alimentaria amenazada seriamente en la etapa post pandemia. Lea aquí [3]
Todas estas cuestiones están siendo objeto de censura pública, por lo tanto no es necesario agregar más comentario u opinión. Si la censura pública no es suficiente para que se enderecen las cosas en este país, en este departamento y en esta ciudad que andan patas pa´arriba, no sé qué otro camino será el que debemos emprender.
[1] https://drive.google.com/file/d/1yV710uiA7i8DNq4j9re9HENlrmfbt8P2/view?usp=sharing
[2] https://youtu.be/mNEpjl5GW5g
[3] https://elopinadero.com.co/risaralda-rural-prolongo-su-agonia/
Puntual y profundo análisis.
Los gobernantes, pareciera que cuando asumen esa responsabilidad, lo hicieran bajo el supuesto de » todo es normal» un supuesto, que se convierte en falta de hacer: diagnóstico, de pensar de ejecutar y visionar. Encaminar su labor desde la incertidumbre, en el ámbito: económico, politico, judicial, social, para así determinar acciones continuas de corrección y preparación.
Gobernantes sin tiempo para pensar, para hacer lectura de lo pasado y presente, con un afán, es como una tendencia actual: no se permiten consultar, escuchar, y asesorarse, pareciera que los orienta su ego, su ineptitud.
Puntual y profundo análisis.
Los gobernantes, pareciera que cuando asumen esa responsabilidad, lo hicieran bajo el supuesto de » todo es normal» un supuesto, que se convierte en falta de hacer: diagnóstico, de pensar de ejecutar y visionar. Encaminar su labor desde la incertidumbre, en el ámbito: económico, politico, judicial, social, para así determinar acciones continuas de corrección y preparación.
Gobernantes sin tiempo para pensar, para hacer lectura de lo pasado y presente, con un afán, es como una tendencia actual: no se permiten consultar, escuchar, y asesorarse, pareciera que los orienta su ego, su ineptitud.
Profundo, juicioso y excelente análisis. Hacen falta criterios y voces así en Pereira. Abrazo de Campeón.
Excelente y contundente escrito, felicitaciones por la forma tan clara y diáfana de expresar la verdad escrita.
Un saludo fraterno:
PLINIO RIASCOS SÁNCHEZ.