Por FERLEY HENAO OSPINA
“La ignorancia es el principal legado que un sistema explotador le deja a la sociedad, así siempre la esquilmará, la engañará y ella ni cuenta se dará” me escribió un amigo a propósito de la columna “Credibilidad” del miércoles anterior.
Ilustra ese comentario con la anécdota de quien compró un huevito de pascua en Estados Unidos sin que el vendedor ni él tuvieran la menor idea de lo que éste representaba. En algún momento la monarquía inglesa, buscando algunos huevitos de Fabergé que faltaban en la colección de los zares, anunció en medios norteamericanos y lo encontró en 2012, estaba en poder de este comprador que no sabía la joya que tenía sin ninguna importancia en algún rincón de su casa. Le pagaron 33 millones de dólares por él.

El huevo de Fabergé es una de las 69 joyas creadas por Carl Fabergé para los zares de Rusia y para algunos miembros de la nobleza y la burguesía industrial y financiera, entre 1885 y 1917. Los huevos se consideran obras maestras de la joyería.
Asocio este episodio con lo que sucede en Colombia que tiene abandonadas sus “dos grandes joyas de la corona”: Ruralidad y Educación. La ruralidad es la verdadera e infinita riqueza colombiana pero sometida a total marginación, abandono, postración y desprecio. La educación es a la que poca importancia le conceden los que administran lo público y a la que se le asigna un exiguo presupuesto bastante inferior a lo que se estima que representa la corrupción sistemática enquistada en el poder.
A la violencia que impuso la muerte, las masacres, el despojo de la tierra, el desplazamiento y sus terribles secuelas, agregaron otro perverso ingrediente: Para conseguir que los agricultores pierdan interés por la tierra, entonces, se les ha negado el derecho a actualizar sus conocimientos y como consecuencia de ello, tienen rendimientos muy bajos. Con rendimientos bajos, sus costos y sus precios son muy altos, lo cual es aprovechado por el sistema para justificar la importación de alimentos. Cuando los agricultores sacan sus cosechas, “coincidentemente” desembarcan la importación de ese mismo producto y los precios se vienen al suelo. El desestímulo del campesino y sus hijos es tan grande que van quedando listos para vender la tierra por lo que les den.
En esa aterradora combinación: amenaza, muerte, marginación, desplazamiento, terror, falta de educación, se produjo la primera “transformación” convirtiendo a la Colombia Rural en los cordones de miseria que “adornan” todas nuestras ciudades. Así se convirtió a Colombia en el país de América Latina más inequitativo en la tenencia de la tierra, el 1 % de las fincas de mayor tamaño tienen el 81% de la tierra colombiana. El 99% de las fincas ocupa solo el 19% de tierra. Véase este gráfico:

Y nadie diga que eso no es posible porque supuestamente estamos en democracia. ¿Democracia llamas tú a eso? ¿Le llamas democracia porque asistes a unas elecciones? – ¿Cuál de ellas limpia?
Laureano Gómez en 1950 recibió el poder de su títere Ospina mediante unos comicios en los que el pueblo acuñó la frase «hasta los muertos salieron a votar”; en 1970 ganó Rojas Pinilla pero el “demócrata” Carlos Lleras decretó el toque de queda y cambió el resultado para entregarle el poder a Pastrana Borrero; En 2006 se torció la Constitución y mediante trucos fraudulentos arreglaron y perfeccionaron la reelección de Uribe y en 2018 unas cuestionadas elecciones empañadas por la ñeñepolítica eligieron al actual presidente. Esto ha sido lo que nos venden como democracia siempre desde el punto de vista electoral. Pero, aunque éstas hubiesen sido legítimas, democracia no son elecciones, democracia es respeto.
La educación, la otra gran marginada, dispone cada vez de menos recursos para su funcionamiento. Colombia es uno de los países que menos invierte en educación. El gasto público en educación expresado en % del PIB se aprecia en este gráfico:

Los que llevan desde 1820 hasta ahora (200 años) gobernando este país y haciendo creer que ellos son los que saben, no quieren que la gente se eduque. El capital de las dictaduras ha sido siempre la ignorancia.
Para l columnista
Profe Ferley; su análisis es lapidario; tiene toda la razón!
Señor Columnista: oportuna introducción con la frase de Bolivar, acerca de como a Individuos y Pueblos ignorantes se les domina a todo nivel.
Argumentos que sustentan como la,clase campesina, lo rural, sin vías de comunicación, sin industrialización, se condena al olvido.
Inequidad en el desarrollo de infraestructura, de acueducto, de alcantarillado, y lo mas triste una educación con un retraso desde las plantas físicas , el currículo educativo, la escasez de docentes.
Señor Columnista: amarra dos temas paralelamente comunes: desigualdad, de clase, de oportunidades., de recursos efectivos desde lo material hasta la formación escolar: primaria, secundaria, universitaria.
Vigente : en el campo esta la riqueza del país, ( suena a frase de politico en campaña) Y en la educación el futuro. ( otra frase de cajón).
Escepticismo total, con leo sistema político.
Dee visión que define el enfoque, pero cuando esto falta lo demás resulta mal invertido!
Claro, los problemas no son solo de presupuesto, son estructurales y de visión, pero el dinero si es indispensable
Si es por presupuesto, allí estará el más alto de la historia, pero con eso no va a mejorar, como el contexto global lo exige: Crear una sociedad integral y productivamente sostenible !
Pero en pesos, no en dólares, euros o con relación al PIB
El Tiempo titula «Educación tendrá para 2021 el presupuesto más alto de su historia».
El problema de la educación no es de presupuesto, sino de enfoque y calidad de contenidos educativos !
Es muy triste, pero cierto
Artículo fuerte pero incontrovertible. Es una radiografía de la miseria humana saqueando a Colombia.