Por: Ernesto Zuluaga Ramírez
“Y es que en el mundo traidor nada hay verdad ni mentira: todo es según el color del cristal con que se mira”, reza un verso del famoso poema “Las dos linternas” de Ramón de Campoamor, para expresar que en el mundo la realidad no es confiable y que toda decisión es sujeto de suspicacia en razón a que las cosas cambian o se transforman; un día vemos un rostro y al día siguiente otro. Y los seres humanos somos proclives a actuar entre fanatismos y calenturas y nada mejor para atizar el fuego que un encierro como el que padecemos.
Después de varios años de discusión y debate el Congreso de la República aprobó hace pocos días la “cadena perpetua” para violadores y asesinos de niños.
Desde la óptica jurídica internacional podría interpretarse como una recia postura ética frente a uno de los delitos más repudiables, pero a ojos del mundo lo que hemos hecho es “el ridículo” mostrándonos como una sociedad ingenua que solo pretende tapar el sol con las manos: en Colombia el 98% de estos crímenes se quedan hoy en la impunidad. Hay que decirlo sin tapujos: somos hipócritas.
Nos conmueven los fratricidios y nos queremos rasgar las vestiduras cada que logramos descubrir entre nosotros un Garavito o un Uribe Noguera aunque sabemos que tenemos a miles de ellos escondidos y agazapados y que la verdad impúdica es que nuestro aparato judicial es inepto e incapaz de enfrentar el problema.
En curiosa concurrencia los medios de comunicación de este país, áridos de información y monotemáticos con la pandemia, se explayaron y solazaron esta semana con la noticia de los siete militares que abusaron de una niña indígena en Risaralda. Exacerbaron los corazones y hasta lograron que el Presidente de los colombianos se mostrara colérico y dispuesto a estrenar la “cadena perpetua”. Síííí, gritamos todos. Que la justicia sea implacable!
Nadie puede salir a defender a estos imbéciles y desquiciados sexuales, pero ¿si será exacto y cierto todo lo que los medios han publicado? Para que vean que las cosas son diferentes dependiendo del cristal con que se miren, les voy a relatar algunos hechos que posiblemente hacen parte de la investigación que se adelanta. La niña no era virgen ni fue violada (como lo afirma la revista Semana). Hubo consentimiento (hecho que la “embera” aceptó ante la fiscalía) y en el examen de Medicina Legal quedó claro que no había señales de golpes ni violencia. Hubo además una retribución económica; cada uno de los soldados pagó por el acceso carnal (ambas partes lo aceptaron). La niña fue quien los buscó y se ofreció a cambio de dinero y ha quedado al descubierto también que sus padres la prostituían y se lucraban de ello. En esta etnia las niñas inician actividades sexuales desde los nueve o diez años con consentimiento de sus mayores (hechos no punibles en sus marcos legales) y el número de embarazos a esas edades es mucho más alto que en el resto de nuestra sociedad.
¿Puede nuestro código penal colombiano castigar a sus padres o a los miembros de esa comunidad “embera”, a quienes les está permitido (en su ley) tener sexo a temprana edad?, ¿y castigarles la prostitución o su inducción? ¿aplicarles la cadena perpetua? o ¿judicializar a las madres que le practican a sus hijas la ablación del clítoris?
Vaya lío el que se ha armado y que desviste el brutal choque de culturas que empezó en 1492 y que está aún lejos de concluir. Es claro que la ley (la nuestra) debe castigar a los estúpidos mozalbetes que accedieron a una menor de edad, pero también lo es que la dimensión de su delito se estrella con la laxitud y mentalidad cultural de la niña y que hay también otros culpables.
No hay nada que justifique lo que sucedió con la niña embera allí en Santa Cecilia. lo que si hay es una explicación: El otrora glorioso Ejército Nacional tan respetado por su seriedad, responsabilidad y dignidad, ya no es responsable, serio y digno, desde cuando los convencieron que su tarea se podía simplificar y volver volver tan fácil: No había necesidad de exponerse yendo al combate, solo era de mostrar resultados engañando a cualquier jovencito que encontran en su camino, trasladarlo a otro departamento, matarlo, ponerle uniforme militar, un fusil y las botas al revés y así de fácil, quedaba premiado y condecorado.
Así acabaron con el honor y la dignidad militar en Colombia.
Cadena perpetua?. Seguimos cayendo en la mediocridad judicial. Cuando cumpla el recluso los 25 años de sentencia de la perpetua, su proceso será revisado y podrá acceder a una libertad condicional, después de que la paso sembrando cilantro Y legumbres en una huerta todos ese tiempo. Ahí quedo el castigo y quienes lo sentenciaron en su momento ya estarán muertos para impedir su salida.
Doctor Zuluaga, su artículo me parece muy bien logrado y aterrizado; es un jalón de orejas al poder judicial de nuestro pais! No me quedo en los detalles de que sí, que nó, o tal vez sí, o tal vez nó, de quienes nos acercamos al tema desde otras posturas filosóficas, sociológicas, políticas, periodísticas, etc. Me voy al asunto de fondo, a lo estructural y tiene que ver como usted bien lo dice, con un aparato judicial en Colombia «inepto e incapaz de enfrentar el problema»; yo le agregaría también a ese poder judicial los calificativos de CORRUPTO y POLITIZADO.
Buenos días Robinson Vallejo. No sé si este mensaje le llegará mas sinembargo aquí se lo envío.
Usted no culpa a una madre que prostituye a su hija y se lucra de eso? Y no me estoy refiriendo a la niña embera sino a cualquier madre.
Gracias por opinar. Esa es la esencia de una columna de opinión, generar controversia y discusión.
No encontré ningún error de ortografía. Podría ayudarme a hacerlo?
En cambio (y sin querer molestarlo) hay varios en su mensaje.
Saludos.
Ernesto.
1. Esta insinuando que la sociedad (o masa) es voluble, sentimental, con memoria de pescado, porque lo que hoy le impresiona, mañana lo olvida. Sin embargo ignora que estos movimientos modernos como el MeToo y NiunaMenos y otros muchos más, conservan el historial de todas las atrocidades, violaciones, perjurios, negación de derechos constitucionales y más, que han sufrido las mejores (en cualquier edad) desde que empezó a hacerse visible estos flagelos. Su aporte es reduccionista (todo depende del cristal con que se mire), además de no hacerle justicia a esa niña, y toda la comunidad que representa.
2. La cadena perpetua no viola ningún derecho, pues se trata de las victimas que dejan en el camino, de los daños irreparables (piense en Daniel Camargo, en Julio Garavito, en Pedro Alonso López y otros), cuyas penas son irrisorias si acaso no representan estos casos una burla a la justicia. ¿Hay que ser tolerante con el tolerante? ¿Violento con el violento? La paradoja social se hace presente. Sin embargo, debe primar, por sobre el derecho, el principio de la conservación de la vida, el cuidado y la integridad, especialmente de nuestros niños en Colombia. Hay que saber algo de derecho para entender que no hay dos justicias internacionales iguales. Ni siquiera en Colombia se maneja el concepto de «Asesino serial», ni «Pena de muerte» y otros. Así que hay un desvarío en esta reflexión.
3.Los medios de comunicación han hecho lo suyo, (es la naturaleza del periodismo), sin embargo eso no significa nada más que visibilizar un abuso de poder, un daño físico a una menor, que nadie entiende, porque ud justifica que fue pagada, e incluso prostituida por sus padres. Un dato demasiado alarmante, y que no dice nada ante la real brutalidad de sietes hombres ensañandose contra una niña.
4, y por último, no se trata de buscar culpables, ¿Culpar a los progenitores? creo que es extremista, ¿Porque no culpar a dios por haber nacido? ese argumento que usa de buscar más chivos expiatorios no tiene sustento válido. Lo invito a revisar dos cosas: sus argumentos, y la ortografía.
Buena noche
Claro que es una violación; los soldados están para defendernos no para abusarnos y mucho menos de los niños así éstos aperentemente den su consentimiento, no hay que olvidar que eran siete contra una, armados y uniformados. ¿Quién no se petrifica?, ¿ En que cabeza cabe que la niña lo disfrutó y que la madre se lucró gozosa?
Solo falta que usted diga que la niña indígena violó a siete soldados.
Recomiendo, leer este articulo del historiador Víctor Zuluaga:https://www.eje21.com.co/2020/06/la-nina-embera-chami/
Alba Nury, según la academia de la lengua “Violación” significa:”Delito que consiste en tener relaciones sexuales con una persona sin su consentimiento o con un consentimiento obtenido mediante la violencia o la amenaza.” Si hubo consentimiento y no hubo violencia el termino usado por algunos medios de comunicación no es correcto. Y que no haya sido una violacion no le quita la condición de delito.
Justificar? Jamás. Lea bien por favor!
Cordial saludo.
¿Es posible acceder a las fuentes que permitan la confirmación de este «relato»?
Leyendo su articulo me surgen estas preguntas:
Primero es una violación, porque es una niña y ellos; los soldados, son hombres, todos mayores de edad, además uniformados.
• ¿En estos casos como puede ser algo “exacto”?. La pregunta puede ser si “hay verdad” en la información que se trasmite, si es rigurosa y fiel al testimonio de la víctima.
• ¿Cuál es la relación entre no ser virgen y ser violada? ¿Porque un medio de comunicación hace esta relación? ¿Por qué un ciudadano la retoma para ampliar (o reducir) las perspectivas del análisis y la compresión de lo sucedido. ¿Es “menos violación” si no es virgen?
• “Hubo consentimiento” dices, pero es una niña, indígena, pero una niña. Entiendo la discusión sobre la diferencia cultural, pero nada tiene que ver con la justificación del abuso sexual o con la prostitución infantil.
• “Hubo además una retribución económica; cada uno de los soldados pagó por el acceso carnal (ambas partes lo aceptaron)” ¿ambas partes? ¿7 hombres –soldados- y una niña, lo podemos reducir a una expresión simétrica de poder como “ambas partes”?
• “La niña fue quien los buscó y se ofreció a cambio de dinero”, ¿usted tiene hijos hombres? ¿Usted cree que justificar un acto como este, ayuda en algo a transformar la realidad de las mujeres y las niñas en el mundo? Es una niña, ¿Pero si fuera una mujer, usted cree que está bien que la violen por ser prostituta?