¡Votar se constituye en un acto de Fe! Con la esperanza de que la visión consignada en el articulado de la propuesta del programa de Gobierno se traduzca en políticas públicas, proyectos y acciones concretas que beneficien ampliamente a toda la población del departamento, luego de analizar temas que como risaraldenses nos tocan, escuchar sus propuestas y verlo tomar decisiones, manifiesto públicamente mi voluntad de acompañar con mi voto a Juan Diego Patiño en su aspiración de ser el próximo Gobernador de Risaralda.
Es claro que fueron varios las factores que influyeron al momento de tomar esta decisión. Su propuesta de gobierno pesó y bastante, pero no fue lo único a considerar de mi parte. En mi experiencia de 15 años al servicio del sector público, aquel que va a ser buen gobernante se distingue de lejos por varios aspectos que compartiré a continuación. Sin la mezquina intención de descalificar a sus contendores, a quienes conozco y respeto, puedo afirmar que Juan Diego está preparado y reúne las condiciones suficientes para administrar a Risaralda – con grandeza y acierto – durante los próximos 4 años:
1. Conoce las necesidades de su población, sus 14 municipios, 34 corregimientos y 687 veredas y, en especial, tiene claro cómo afrontarlas. 2. Estructuró un programa de gobierno visionario, cohesionado, sustentado y realizable, de cara a solucionar los principales desafíos socioeconómicos y demás que enfrenta el departamento, capaz de ver en el deporte y la cultura instrumentos generadores de paz. 3. Es un padre de familia, carismático, honesto, ético, respetuoso, con criterio, determinación y alta vocación de servicio. 4. Cuenta con esa capacidad innata para visualizar, gestionar y materializar grandes proyectos de infraestructura e inversión, desarrollo y progreso – en el corto y mediano plazo – pasando del dicho al hecho, de las promesas a los resultados. 5. Sabe escuchar, sabe conectar con la gente, sabe tomar decisiones y sabe trabajar en equipo.
En el 2027 no podemos darnos el lujo de mirar hacia atrás y observar con preocupación cómo en los últimos cuatro años el departamento tiene aún obras importantes por iniciar o concluir ni mucho menos contratos amañados, burocracia y clientelismo, donde la demagogia, la fanfarronería politiquera, la insensibilidad social, el despilfarro, la malversación de los recursos públicos, el nepotismo o un serio atraso generalizado evidencien una desconexión absoluta con el pueblo risaraldense y sus necesidades.
Por eso este domingo 29 de octubre mi voto es por Risaralda, por esa Risaralda Equitativa e Incluyente que representa Juan Diego y que unidos podemos construir de la mano de este líder joven, optimista y comprometido, capaz de demostrarle a Colombia y al mundo que aquí hay Risaralda pa´ rato.
Y el mío también!