POR VICENTE ZULUAGA OSORIO
Dispone el artículo 103 de la Constitución Nacional: “Son mecanismos de participación del pueblo en ejercicio de su soberanía: el voto, el plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato” Y agrega que el congreso los reglamentará.
Por su parte, el artículo 374 de la Carta Magna establece que “La Constitución Política podrá ser reformada por una asamblea constituyente o por el pueblo mediante referendo”. Pero para asuntos no esenciales lo podrá hacer por un acto legislativo.
La Corte Suprema de Justicia, al referirse al ejercicio de la soberanía por el pueblo en 1957, en la agonía de la dictadura de Rojas Pinilla, cuando a través de una Asamblea Nacional Constituyente se modificó la Carta Superior, dijo que al pueblo no pueden imponerse limitaciones y por lo tanto es válido cualquier mecanismo que no viole la lógica, ni la ética ni el sentido común, fuera de los contenidos en el Art. 374 y por lo tanto, el pueblo soberano puede escoger de qué manera pretende modificar la Carta Fundamental, por lo cual no es descabellado acudir a la consulta popular, después de que el congreso, como lo prevé el artículo 377 superior, apruebe el acto legislativo que exige ocho debates en dos legislaciones sucesivas, por medio del 5% del censo electoral, es decir 1.800.000ciudadanos, hecho lo cual la revocatoria del mandato, quedará aprobada si lo avala la mayoría de los sufragantes, siempre que en la votación hubiere participado al menos la cuarta parte del censo electoral, esto es 9.000.000 de 36.000.000, pero si acuden a las urnas 18 millones, lo cual no es descartable dada la trascendencia de la decisión, pues nos quitaríamos de encima al más inepto de los presidentes de todos los tiempos, pues ni cuenta se ha dado de los repetidos asesinatos de líderes sociales ni de los actos de corrupción, se necesitarán 9.000.001 como mínimo.
En este momento en Colombia se habla de dos referendos: uno propuesto por el senador Roy Barreras y el otro por Uribe. El primero busca quitarnos de encima al sub presidente Duque, a quien le gritaban en Málaga:” Cerdo hijueputa”. El otro pretende acabar con las Cortes, con la Jep, y otras estupideces.
Acabar con la justicia, pues a eso equivale eliminar las Cortes y la Jep, es la mayor estupidez del mundo, entendible sólo si se observa que ha sido propuesta por un ex presidiario.
Reducir el tamaño del congreso es apenas una medida urgente pero no al 50% sino a 64 miembros, dos por cada departamento, en un sistema unicameral, con unas dietas que no pasen de 25 smlmv, sin derecho a reelección ni a las gabelas de seguridad, ni celulares, ni carro blindado ni gastos de representación, y con cadena perpetua paraquienes sean condenados por delitos contra el erario público. Un funcionario honesto, correcto, honrado, cumplidor de sus deberes no necesita guarda espaldas. Ahí les dejo el caso de Uribe.
Lo duro de todo este proceso radica en quecon un congreso, enmermelado, clientelista, corrupto y arrodillado, el referendo que van a acoger es el del presidente eterno porque les garantiza su futuro. Si Roy Barreras logra aglutinar alrededor de su iniciativa las mayorías en el congreso para la aprobación del acto legislativo para la revocatoria, Duque tiene los días contados.
Increíble que un abogado como usted con la trayectoria que ha tenido, se exprese de esa manera del presidente, sus columnas son todas de este estilo, viscerales!