Por Juan Nicolás Gaviria B
…Si estamos mirando al norte por supuesto.
En todo caso, sale y nos da la bienvenida a un nuevo día, una nueva oportunidad. Hace posible un sin fin de actividades, hasta generar energía eléctrica. Sin ir muy lejos, nuestro reloj biológico y nuestro cuerpo está diseñado para qué operemos de forma más eficiente en presencia del sol, ese que sale por la derecha.
En resumen y para ir llegando al punto, la derecha en Colombia ha sido la tendencia política recurrente en la historia de nuestro país. Todos los gobiernos que ha tenido nuestro país han sido de derecha. Y no veo cómo pueda cambiar.
Pero antes de que le manden saludos a mi madre, querido lector permítame explicarle porqué. No cabe la menor duda en cuanto al descontento social generalizado que se advierte en Colombia. Para nadie es un secreto que, como nación, tenemos unos retos mayúsculos en lo que respecta a la desigualdad, la credibilidad de nuestras instituciones y, la reputación de la clase política, entre muchas otras.
Sin embargo, y con todo ese descontento no veo cómo pueda cambiar la tendencia. Cuando observamos con objetividad los intentos de la izquierda colombiana con el fin de ser gobierno, nos encontramos con unas ambivalencias conceptuales y estratégicas que dejan mucho qué desear. En primera instancia, no les gusta que los encasillen con ese rótulo, prefieren que se les llame de centro izquierda.
Es que la izquierda nunca ha podido estar de moda. Tal vez porque la izquierda colombiana se enfrascó en un discurso de connotación negativa; un discurso que obedece a su génesis y su trasegar. La izquierda en Colombia siempre ha sido la oposición, siempre ha jugado el rol de hacer control político y ha sido el principal señalador de los errores del gobierno de turno.
En este orden de ideas y, haciendo un símil al mundo empresarial, la izquierda en Colombia construyó una “cultura empresarial” tóxica, la cual genera más daño que las estrategias en su contra por parte de sus opositores. La izquierda se enfrascó en una dinámica viciosa, en la cual se siente cómoda, así digan lo contrario.
Ahora bien. Vemos nuevas estrategias por estos días, unas impensables desde la lógica política, otras propias de quien no cuenta con una bandera propositiva clara y vemos al vaivén de los tiempos y el clima político. Pero como la política es dinámica no pasa nada, y habrá incluso quienes caigan en esa trampa.
Es así como surge este nuevo grupo, el de los “Social Demócratas”, los de verdad, los únicos e irrepetibles. Los que ahora van a reclamar tener verdad revelada, buscarán que hacia ellos confluyan vertientes de izquierda y derecha moderada. Quieren poner de moda la izquierda llamándola Socialdemocracia, sin antes explicar eso como se come.
Sin embargo, y si revisamos con atención su discurso y su estrategia central. Pretenden construir un nuevo partido político a grandes velocidades, destruyendo lo existente y armandolo con una colcha de retazos ideológicos compuesta por unos «señores», pues no hay una sola mujer, que hoy se ven marginados del ejecutivo, pero quienes siempre en él han comulgado.
Todo este show que nos presenta esta renovada “centro izquierda” deja ver lo mismo, una estrategia obscura; demoler para construir, desconocer y esconder lo que ellos mismos ayudaron a consolidar, pero que ahora dicen no saber de qué les hablan.
Afortunadamente para la derecha colombiana, mientras la izquierda siga así, desordenada, egocéntrica, beligerante, acéfala y falaz, no logrará el cometido.
El sol seguirá saliendo por la derecha.
Me encantó el enfoque de su columna, veraz y claro que buen análisis. Felicitaciones…
Muchas gracias !!
pues yo creo que la izquierda ahora si va gobernar.
Gracias por leer
Ese Roy es un loquillo
jajjaja
Que buena columna!
la izquierda de nuestro país con líderes como Petro se destruye sola.
Gracias por comentar !