El viernes 1 de diciembre, hace tres días, se cumplió nuevamente la votación para la rectoría de la UTP, después del fallido intento del pasado 22 de noviembre. La importante decisión, en manos del Consejo Superior, integrado por 9 miembros con derecho a voto, repitió la votación anterior, 5 votos por Molina y 4 por Luis Fernando Gaviria, sin que saliera el humo blanco esperado. La terna inicial, compuesta por Luis Fernando Gaviria Trujillo, Alexander Cabrera Molina y Carlos Alfonso Victoria Mena, obtuvo su derecho, luego de la consulta entre estudiantes, docentes, egresados y personal administrativo, al alcanzar la mayor votación ponderada, según lo establecido por el Acuerdo No 34 del 6 de octubre de 2023. La consulta a todo el estamento universitario como mecanismo de participación democrática, introducida en los estatutos que la rigen, no tiene otro significado distinto que el de revestir con una mayor transparencia la designación de quien ha de conducir los destinos de la institución de educación superior pública más importante del departamento.
Luego de la jornada de elección virtual, realizada el pasado 15 de noviembre, Alexander Molina Cabrera, decano de Ingenierías, obtuvo el mayoritario respaldo con el 50.05%, obtenido entre los estudiantes y los egresados. La segunda votación ponderada la alcanzó el actual rector Luis Fernando Gaviria Trujillo, con un 37.55% obtenida entre docentes y personal administrativo, completando la terna el director del Departamento de Estudios Interdisciplinarios, Carlos Alfonso Victoria Mena, con una votación de 8.45% del total consignado. Expresada así la votación, quedó clara la decisión del estamento universitario por determinar un cambio en su dirección. Si bien, su decisión no obliga al Consejo Superior que es autónomo en su elección, no tendría sentido ninguno la consulta realizada para finalmente contrariar el querer mayoritario expresado por 15.379 personas que emitieron su voto. La realidad es que pese a la alta participación y el “aparente compromiso con la pluralidad”, el poder de decisión se concentra en un muy reducido grupo que, conformado por representantes de distintos sectores, incluido el gobierno, desdibuja finalmente la pretensión de darle transparencia y democracia a su elección; o acaso, el desconocer la amplia diferencia porcentual obtenida por Alexander Molina ¿no se constituiría en un desconocimiento tácito a lo pretendido por el Consejo Superior en su modificación estatutaria? Sin lugar a equívocos, nada bueno resultaría de ignorar la realidad. Comprometer al estamento universitario para luego burlarlo, tendría consecuencias impredecibles. La sabiduría y madurez de los integrantes del Consejo Superior, debe llevarlos a deponer sus personales preferencias para interpretar fielmente la representación que ostentan. Con la altura y decencia propia de quien así procede, celebro el voto dado por Juan Guillermo Ángel Mejía, quien, muy seguramente, deponiendo su preferencia, votó como correspondía al ser el representante de los exrectores que, de manera mayoritaria, decidieron su voto a favor del decano Molina.
Al repetirse la votación, no queda otra alternativa que Gaviria Trujillo desista de su aspiración, pues no es la diferencia 5 – 4 en la votación del Consejo Superior lo que preocupa, sino la abismal diferencia consignada en la consulta a la Comunidad Universitaria, en donde Gaviria Trujillo obtuvo 3.780 votos contra 9.247 obtenidos por Molina Cabrera. No conozco, ni de lejos, a quién los estudiantes y egresados quieren como rector. Analizada su hoja de vida, sorprende su inteligencia y preparación. Caqueteño de nacimiento, obtuvo el mejor Icfes del Caquetá en 1996, como también el mayor puntaje en el examen de Estado de la Educación Superior, Ecaes, en el país, continuando con la maestría en Ingeniería Eléctrica y más tarde el doctorado, asumiendo luego la decanatura de la Facultad de Ingenierías y completando 26 años de vinculación a la UTP. Como podemos apreciar, es un orgulloso hijo adoptivo de Pereira, casado con pereirana y comprometido como el que más con la ciudad y la región. En un momento de grandes dificultades del país, por las inmensas expectativas nacidas en un gobierno caótico y enredado, en el que pese a haber sido elegido Petro por la decisión mayoritaria del pueblo colombiano y poseer hoy, según las más reconocidas encuestadoras, solo el 26% de aprobación, nos preocupa sí el ser el candidato del Gobierno. Confiados en su preparación y trayectoria, de ser finalmente el escogido, esperamos sepa responder a lo que la ciudad anhela de nuestra Alma Máter, y continúe guiándola por la senda de progreso y bienestar logrado por su actual rector.
Si es bueno que en las instituciones no se eternicen las personas,la gestión del señor Gaviria no ha sido fructífera pa ra la U.Bienvenidp un cambio pero para bien y el ING.Molina ha demostrado su capacidad y liderazgo.
Los egresados y los estudiantes votamos por un cambio y el Ingeniero Molina tiene los pergaminos para orientar a la UTP, por ese cambio de mejora y proyección a los nuevos retos que nos esperan.
Gaviria, hermano del otro Gaviria que casi acaba con el país, ahora promete hacer lo que no hizo en 8 años de rector de la Universidad Tecnologica. No más GAVIRIAs, no más GAVILLAS!