Falsos gobernantes y gobernantes espurios.

Algunos medios de comunicación nacional en la semana que terminó, informaron y recordaron que Aida Merlano Revolledo, versada organizadora de líderes compradores de votos para las casas “Gerlein” y “Char” en la Costa Atlántica, y quien actualmente paga 11 años de prisión por las condenas impuestas por la Corte Suprema, por los delitos de violación de topes en campañas electorales, concierto para delinquir y corrupción al sufragante, anunció  que busca un principio de oportunidad con la Fiscalía General, para atenuar su sentencia por fuga de presos y que para esto revelará un listado de políticos corruptos que recibieron dineros para financiar campañas electorales en pasadas elecciones.

Entre estos nombró a la pareja de moda, Mauricio Salazar Peláez, actual candidato a la alcaldía de Pereira, y a su esposa María Irma Noreña, quien entre 2006 y 2011 fuera Gerente de “Aguas y Aguas”. Gestión deplorable, no solo en los ámbitos financiero y administrativo, sino, en materia de contratación administrativa, donde suscribió al menos 540 contratos de obra e interventoría por la no despreciable suma de $135.700 millones de pesos, y para más señas, todos a dedo.

Ante la grave situación de criminalidad en el área metropolitana, tolerada por autoridades administrativas, judiciales y de policía, y con el silencio de la clase política tradicional, son los medios de comunicación nacional los que develan esta realidad, y ahora nos cuentan de las andanzas de uno de los más importantes candidatos a la alcaldía de la capital risaraldense. Todo con el fin de que sea la opinión pública y el electorado responsable, quienes actúen de manera sensata y eviten a la ciudad vivir malos ratos en el futuro inmediato. Nada parece faltarnos para que nuestra realidad política se asemeje a las que viven de muchos años atrás, ciudades de la Costa Atlántica.

Nadie puede llamarse a engaños, no solo la tolerancia con la corrupción en las administraciones departamental y municipal, los altos costos de impuestos y contribuciones en los servicios públicos, ausencia de control y vigilancia de las empresas prestadoras de éstos, contratación mediante mecanismos ausentes de transparencia, pluralidad y publicidad. Nos llenamos de obras inconclusas, de mala calidad y con contratistas foráneos, excluyendo y sepultando las firmas locales.

Son ya muchos años donde esta realidad de corrupción y ausencia de justicia se viene incubando. Es la utilización de la función pública para satisfacer beneficios reclamados de los sectores que financian las costosas campañas, que crecen en su valor de manera exponencial elección tras elección. El afán sin escrúpulos y barreras para ser elegido en altos cargos, es en la mayoría de los casos el adjudicarse el manejo de los dineros que financian los presupuestos de funcionamiento e inversión de nuestro municipio.

Las rentas del actual período del solo ente central, sin contar empresas de servicios y entidades descentralizadas, es de 1.4 billones por año, o sea que, en pesos corrientes, serán 5.6 billones de pesos en el mismo período. Sólo apliquen un pequeño porcentaje en comisiones (5%, 10 %, …) sobre este gasto y podrán todos entender qué es lo que se cuece en esta desenfrenada carrera electoral. Por eso es que “Aídita” Merlano mandó plata para los gastos de esta singular pareja de actores de la politiquería clásica local, la cual sirve para aplicar la máxima de Fico: “Plata es plata”. 

Es necesario y urgente que nuestra ciudadanía reflexione antes de decidir por quién votar. La mayoría de nuestros falsos dirigentes y gobernantes son espurios, el afán del dinero y el enriquecimiento pronto, los ha llevado a que nuestra nación no prospere y se sumerja en el atraso y la corrupción desenfrenada. Sólo el voto consciente y libre de ataduras, nos puede conducir por caminos más amables y seguros.