Por: Gustavo Acosta Vinasco
§1
Cementerio de Angustias
Ya ha habido más de seis mil millones de muertos sobre la corteza terrestre, esta no será la primera vez; pero todo apunta a que podría ser la última.
§ 2
Cinefagia exprés
Después de ver ‘El olvido que seremos’ y ‘Memoria’, se me ocurre que la película merecedora del honor de representar a Colombia en los Óscar se llama ‘Tantas Almas’. Pues, mientras siga operando lo paramilitar…
§ 3
El advenimiento del megacable en Pereira corrobora que, en materia de transporte público, tenemos un atraso de cien (100) años.
§ 4
…y el saldo de la deuda sigue en rojo: tranvía y tren de cercanías.
§ 5
La actualidad patética poética de Pereira resignifica en cada estrofa el verso del León: “si ser poeta es ello”…
§ 6
Un centenario de la inauguración del Ferrocarril de Caldas pasado por alto (de agache) preterintencionalmente: el mismo gesto negligente de esconder el bollo debajo de la alfombra.
§ 7
Héctor era “El Diablo”; pero el Demonio son los urbanizadores y constructoras.
§ 8
… y los curadores urbanos sus meretrices.
§ 9
Desde que se considere que el megacable tiene además por objeto “la reactivación turística y de la economía”, la mezquindad de nuestros administradores de lo público ya ha alcanzado extremos intolerables.
§ 10
¡Gracias Priscila Padilla! Con tu documental ‘Biabu chupea: un grito en el silencio’ has logrado visibilizar uno de los mayores crímenes de género en Risaralda: la ablación genital femenina… de la que nuestros gobernadores departamentales siempre fueron cómplices y/o encubridores. Otro bollo bajo el tapete.
§ 11
Risaralda o los que posan de ricos
Los que gustan de posar de ricos pero que amarran la plata y/o evaden impuestos.
Somos uno de los dos únicos departamentos que adolecen de la estampilla procultura. Y Víctor Manuel Tamayo el artífice, que prefirió esconder la plata (jugando con ella bajo la mesa) de la cultura antes que invertirla. Tocó devolverla y el ente territorial fue sancionado.
La Asamblea debe hacer este recobro con justeza.
§ 12
El Tiempo, El Espectador, El Colombiano, El Diario…
Una publicación cuya plantilla de editorialistas conste del 51 % de varones, no vale un peso, o aún tiene un trabajo por perfeccionar.
La opinión no puede ser patriarcal.
Pero es comprensible, a la vez, que las féminas le tengan pereza, o desconfianza.