Entre los que los biólogos denominan animales auténticos, es decir, los mamíferos, el hombre es el único que mata a su hembra.
Y calificamos ese acto como bestial, siendo así que ninguna otra bestia, fuera de nosotros, lo comete.
Marjane Satrapi
Premio Princesa de Asturias
Comunicación y Humanidades 2024.
Tantas monstruosidades que ocurren en el mundo y todos sentimos que somos víctimas cercanas o lejanas, y que nunca tenemos una responsabilidad en las mismas. Lo cierto es que de una y mil maneras todos somos partícipes: unos son los autores materiales de esas monstruosidades, pero también están los autores intelectuales, están los impulsores (lo cultural, por ejemplo), otros son los que disfrutan consciente o inconscientemente de lo que hacen esos impulsores y otros son tolerantes e indiferentes. O sea, todos somos responsables, como dicen por ahí, por pensamiento, obra u omisión.
Los autores materiales, son aquellos que, si son apresados, van a dar a la cárcel, porque cometen el delito. Pero en este momento me quiero referir a los que llamo impulsores. Obviamente, el feminicidio, es promovido por una cultura machista, mantenida por muchos sectores de la sociedad, pero los impulsores son aquellos que, con actos a veces aparentemente intrascendentes, generan irrespeto, ultraje, cosificación y violencia hacia la mujer. Me refiero por ejemplo a muchas canciones, chistes, memes, telenovelas, películas, realitys y locutores de emisoras populares con buen rating, etc., etc.
Son muchas las canciones de diversos géneros, estilos o ritmos musicales: boleros, rancheras, baladas, salsa, etc., que lo hacen. Están por ejemplo las canciones del despecho que en medio del licor invitan al desprecio y a la violencia. Pero en los últimos años lo que se ha descarado y destacado en eso, es el género urbano, y en especial el reguetón. La lista de salidas espantosas de cosificación y maltrato a la mujer es enorme y el espacio de este artículo se agotaría si enumerara los más notorios. El escándalo reciente fue con la canción de +57 hecha en colaboración entre Maluma, Karol G., J. Balvin, Ryan Castro y tres más, junto con su productor, que nos dice entre otras cosas:
y aunque esa bebita tiene dueño, ella sale cuando quiera.
La nota está subiendo, y ella perreando esa borrachera,
pasa el chorro boca a boca, lo enrola y lo prende.
Y si le preguntan si tiene novio, depende.
Aquí lo que hay es exotic, pepa, guaro, Hipnotiq.
Un parche rela, te ofrezco something.
Pa’ tomar, estás voladita, no te van a pillar.
Una mamacita desde los fourteen [¡catorce años!],
entra a la disco y se le siente el ki.
Haciendo lo de siempre: impulsando el libertinaje, la infidelidad, la borrachera, la droga y el sexo bruto, pero además se refiere a una niña de 14 años, promoviendo sin lugar a dudas la sexualización temprana y enviando mensajes equivocados a los jóvenes, que tarde que temprano los pueden llevar a problemas, porque esos mensajes dejan huella en el inconsciente. Definitivamente muchos cantantes son personajes que seguro sabrán cantar, pero del daño que hacen a la sociedad no saben nada, porque la cultura de muchos de ellos es baja. Y se podrán disculpar, arrepentir, pero el daño ya se hizo, porque la canción anda rodando ya…
Luego vienen todos los que disfrutan consciente o inconscientemente de lo que hacen estos impulsores y los que no lo gozan, pero son tolerantes o indiferentes: tampoco hacen nada por evitar el daño irremediable que se desprende de allí y que invita al abuso y puede terminar en tragedia…
Pero como el propósito de este artículo es tratar apuntar al ¿Qué hacer? Arranquemos con una cascada de preguntas que nos mueven a reflexionar sobre causas y soluciones:
- ¿Qué pasa en la mente de un feminicida o infanticida?
- ¿En qué edad abortó la infancia y la convirtió en criminalidad?
- ¿Cuándo o por qué llegó al enceguecimiento de la ira cobarde de abusar y/o matar a un ser más débil físicamente que él?
- ¿Cuándo perdió su valor o su humanidad para bañar en sangre a un ser que no puede enfrentarlo y que tampoco estaría dispuesto a matarlo?
- ¿Qué dinámicas sociales se dan para que los feminicidios se rieguen como una epidemia que recorre ciudades, barrios, hogares y diferentes países del mundo?
- ¿Qué advertencias no vimos o no tuvimos en cuenta antes de que ocurriera cada caso y antes de que aumentaran las estadísticas a niveles horrorosos?
- ¿Qué resortes psicológicos mueven a algunos hombres a decidirse tranquilamente a matar a una mujer o un niño o niña?
- ¿Cuándo convirtió el amor, el interés, el deseo o la obsesión por una mujer, en un asesinato?
- ¿En dónde fallaron los padres, hermanos, familiares, amigos, profesores, compañeros de clase o los religiosos, para educarlos y orientarlos bien y ser previsores del horror?
- ¿Cómo la cultura machista y patriarcal que pensábamos que se empezaba a reconocer y a superar, ha alcanzado niveles extremos de carácter criminal?
- ¿Cuánta responsabilidad, sin darnos cuenta, tienen en este fenómeno, los medios de comunicación escritos, de radio y televisión, la publicidad consumista y erotizada, la moda exhibicionista, etc., etc.?
Son tantas las preguntas que no nos hemos contestado con responsabilidad e indagación científica, social, estatal y cultural…, que da vergüenza, porque si fuera otro fenómeno, ya tendríamos metodologías de prevención y control oportunas y efectivas, así como tuvimos vacunas a toda velocidad para la pandemia del Covid-19 Y puede que algunas de estas preguntas ya se empezaron a responder, pero eso hay de difundirlo en forma permanente y generar acciones
Son la sociología, la antropología, la psicología, la filosofía, la política y muchas ciencias más, las que deberían, trabajar investigando a marchas forzadas, en forma unida, sistemática, perseverante y a largo plazo, para encontrar respuestas que se orienten a la prevención, corrección y descubrimiento a tiempo, con el fin de parar la masacre de mujeres y niños indefensos.
Está empezando a ser claro e indiscutible, para muchas personas, aunque creo que siempre lo ha sido para muchos, que aumentar las penas privativas de la libertad, no impide que sigan ocurriendo los feminicidios e infanticidios, y que tampoco han impedido que aumenten cada día más, en forma desorbitante. Es obvio que lo jurídico es importante, pero es una acción a posteriori: cuando ya han ocurrido los crímenes.
En el apasionamiento y reverberación de la ira, el asesino no piensa cuántos años le van a dar de pena… Y si lo saben… y piensan en ello (no creo que lo hagan), no los inhibe del acto criminal. Por otra parte, el hecho de que sigan ocurriendo estos crímenes, obviamente, quiere decir que el aumento de penas no soluciona de raíz el problema.
De ese enfoque jurídico, nacen las manidas y típicas declaraciones de las autoridades cuando ocurre un lamentable feminicidio o infanticidio: “haremos que caiga todo el peso de la ley…”. Claro que sí, eso lo exigen los familiares de las víctimas. Las autoridades deben ir mucho más allá, no solo en sus declaraciones, que es natural que intenten ser empáticas, sino en sus acciones y sobre todo en las orientadas al establecimiento de políticas públicas y de planes cada vez más elaborados de prevención, detección temprana de dichos eventos y una intervención oportuna que logre evitarlos.
El enfoque jurídico, me parece que es muy reduccionista e ineficaz. Una cosa es castigar al criminal… lo que es claro que se debe hacer, pero otra muy distinta es solucionar el problema. Lo que quiero plantear en este artículo es que necesitamos abordar el fenómeno del feminicidio e infanticidio en forma sistémica, responsable e integral. Como todos los problemas complejos, este es multicausado, por lo que una intervención reduccionista no va a producir el resultado deseado que es: “¡Ni una víctima más!”.
No se puede circunscribir a verlo solo como un delito, hay que entender que es un problema social, psicológico, educativo y cultural, por lo que se necesita encontrar un conjunto de acciones diversas para solucionarlo de raíz y para ello se requiere la participación y el compromiso de por lo menos los siguientes actores:
- Las universidades,dedicando recursos académicos y de investigación sobre las causas raíces y las soluciones fundamentales del problema, contribuyendo así a trascender las soluciones sugeridas por las opiniones populares y las de los medios de comunicación.
- Los centros educativos, de todo nivel, desde el preescolar, para que promuevan de frente (entre sus grupos humanos: alumnos, profesores, padres de familia, autoridades), el desarrollo de una conciencia preventiva del problema, con actos de reflexión analíticos y críticos, que impulsen una cultura de respeto entre todos, en especial entre los sexos, y hacia la vida de la mujer y los niños.
- Los diferentes centros religiosos, con acciones que vayan más allá del sermón, la prédica, el consejo y el rezo. Que pasen a una reflexión conjunta, profunda y de compromiso.
- Los medios de comunicación social, que no se limiten a informar, criticar y a rasgarse las vestiduras cada que se presente un feminicidio. Investigar mucho más con expertos y escudriñar cómo se ha avanzado en otros países. No quedarse solo en el machacar sobre el delito.
- El Congreso, las asambleas departamentales y en especial los concejos municipales, a los que se les debe cuestionar: ¿Ustedes qué han hecho para contribuir a la eliminación de los feminicidios e infanticidios? Y lo mismo a la presidencia de la república, a los gobernadores y, en especial, a los alcaldes, hacerles la pregunta: ¿Usted qué acciones concretas ha llevado a cabo, además de lamentar cada suceso?
- Los barrios, las unidades residenciales, los condominios, los corregimientos, las veredas. Todos se deben hacer cargo de actuar para desarrollar acciones de prevención, de cómo tener alertas tempranas, no tardías, para controlar las posibilidades de que sucedan, ya que en sus lugares es donde se sufrirán estos actos criminales contra las mujeres y los niños. Es aquí donde deben jugar un papel contributivo importante, las Juntas de Acción Comunal, JAC, promoviendo conferencias, conversatorios y acciones preventivas. En todas, pero en especial las de aquellos sitios donde hay tendencias identificadas.
- Las asociaciones femeninas, las fundaciones y las ONG de distinto tipo, también están llamadas a trabajar en pro de la meta: ni un feminicidio ni infanticidio en nuestro territorio.
Se deben impulsar políticas públicas y programas concretos, a todo nivel gubernamental a favor de la salud mental, el respeto mutuo entre los sexos, la prevención y las alertas tempranas contra la violencia intrafamiliar y específicamente hacia la mujer y los niños. Articular un acuerdo político por encima de los partidos y de las ideologías que, entre otras cosas, estimule la investigación científica para aclarar todas las dudas, inquietudes y preocupaciones que giran alrededor de este problema cada vez más grave (En el 2019 fueron asesinadas en Colombia 1.001 mujeres, muchos fueron feminicidios y cerca de la mitad de ellos lo fue por la pareja o expareja. A octubre de 2024 iban 671 feminicidios en Colombia).
Se debe estudiar y difundir cómo es el ciclo de violencia sistémica público-privado contra la mujer, cuáles son los actores típicos, cómo son las etapas previas antes de llevarlo al extremo del asesinato y sobre todo ¡cómo frenarlo! Que no se naturalice la violencia contra las mujeres y los niños. Así mismo se debe investigar cómo trabajar con mayor efectividad contra el acoso sexual y demás delitos asociados, los cuales, muchas veces forman parte del ciclo de violencia contra la mujer, además estudiar cómo evitar la impunidad de los hechos ocurridos.
Otras acciones difíciles de entender, pero que considero importantes:
- Intentar descubrir o determinar los comportamientos femeninos que pueden aumentar los riesgos de feminicidio. Esta es una visión proactiva que, en todo caso, por discutible que sea, es mucho mejor no pasarla por alto.
- También hay que ver cuáles son las acciones fallidas del estado: el aparato judicial, el ejecutivo y el legislativo, que terminan favoreciendo los actos feminicidas.
- Por desagradable que sea hay que sentarse con los actores de feminicidio e infanticidio, en las cárceles, hablar con ellos conocer las dinámicas que los llevaron allá. Esto nos daría luces sobre el origen, la prevención y las alertas tempranas… Aquí sí podría haber un gran aporte de los periodistas, quienes pueden hacer muy bien este trabajo, incluso mejor que otro tipo de profesionales.
Ninguno de estos tres puntos ni nada de lo dicho intenta justificar un feminicidio o un infanticidio, pero sí se trata de tener conocimiento sobre la forma en que surge el fenómeno y poder así establecer con claridad cómo impedir que vuelva a suceder y sobre todo que no siga aumentando su ocurrencia.
En otras palabras y parece exagerado, hay que movilizar toda la sociedad, toda la nación, para formular políticas, programas y estrategias con el fin de llegar a la meta que es la eliminación total del fenómeno criminal y aberrante de los feminicidios y los infanticidios.



Es un análisis serio, muy bien logrado, que desde diferentes ópticas logra que, visualicemos el problema en conjunto.
Hay demasiados actores directos e indirectos que contribuimos a este flagelo. Y somos precisamente todos nosotros que actuando en forma proactiva y con gran conciencia que podemos alcanzar ese anhelo de no más feminicidios, ni infanticidios.
Importantísima reflexión , y análisis
Todos deberíamos participar desde nuestra actitud.
Las familias, las instituciones educativas, religiosas, y la comunidad en general debemos tener iniciativas.
La ignorancia nos hace cómplices, víctimas y protagonistas.
Ojalá los medios de comunicación pensaran menos en la pauta, y más en la educación, amena y sincera, sin mensajes consumistas ni revanchistas…
Legitima la preocupación, y enunciarla por escrito mostrando tantas aristas la torna en un planteamiento inicial serio a ser considerado por las autoridades.
En particular la tercer propuesta dentro grupo «difíciles de entender», para mí es prioritaria.
Muy interesante el tema y de mucha relevancia, cada vez se recrudece más esta situación .
Además de todas las ayudas sociales y sicológicas que se pueden hacer , hay una muy importante, el trabajo en el núcleo familiar .
Escuché un video en respuesta a la canción + 57, interesante como hacen ilusión a las canciones que transmiten el tema y los escuchamos desde que éramos niños .