Por JUAN MANUEL BUITRAGO, Especial para EL OPINADERO
Ayer en TV5 Francia (canal 181) el programa «la librerie» invitó autores cuyo tema más reciente ha sido el cambio de actitud de los novelistas al tratar la antigua controversia entre el egoísmo y el altruismo, los sentimientos más fuertes en los seres humanos. El programa me conmovió por la sinceridad de los participantes. Una novelista del Canadá, un poeta contestatario de París, un fotógrafo humanista radicado en el Tibet y un antiguo heredero de horribles recuerdos del nazismo padecidos y recontados en sus relatos de familia que enfocan una misma narrativa desde tiempos con perspectivas diferentes.
El fotógrafo mira a los animales como seres capaces de emocionarse y sentir el sufrimiento y se refirió con más tristeza que desprecio a las personas que consideran al cerdo, por ejemplo, como si fuera un bulto de comida capaz de moverse por su cuenta. El cerdo siente la puñalada en el vientre como la sentiríamos nosotros. No se hizo vegetariano pensando en ese evento, claro está, sino en el error de la ganadería intensiva que, aparte de la crueldad, contribuye al desastre ambiental que el exagerado crecimiento de la especie humana está determinando.
Ustedes pueden ensayar la aplicación gratuita para computador de Microsoft llamada » editor guidelines for spanish» y escribir un pequeño texto diciendo lo que piensan del consumo de carne y formulando en el texto alguna pregunta sobre el tema. El programa le dará una respuesta según lo que haya planteado usted en su escrito reformulando con claridad sus conceptos actualizándolos para expresar lo que usted dice pensar según el texto escrito.
Este avance de la inteligencia artificial me pareció mucho más avanzado de lo que yo suponía y es mi parecer que los días de los escritores de columnas de prensa; cuyos conocimientos frente a los conocimientos de la inteligencia artificial son a todas luces ridículos y cuya capacidad de síntesis y de claridad en los conceptos es bastante limitada, están contados y son pocos. El dueño del medio les dará algunas pistas a las aplicaciones de A.I. y armará sus páginas de opinión con excelentes contribuciones.
El problema implícito en este nuevo modelo de columnas de opinión es que tras su aparente objetividad estarán construyendo un modo de pensar sólido como una roca que nos quitará la posibilidad de conocer la manifestación sensible de los poetas. Los poetas no son unos escritores que usan el ritmo y las asonancias combinando palabra que suenan bonito. Los poetas son seres imaginativos capaces de encontrar analogías o metáforas irreales pero que alcanzan a formar imágenes en nuestra imaginación que nos emocionan, nos hacen sentir entusiasmo o depresión, nos llevan reaccionar obrando de una u otra manera como personas muy superiores a los animales domésticos que nos rodean.
La tecnología aumenta inmensamente el conocimiento y la velocidad para establecer relaciones y consecuencias teóricas en el modelo que la humanidad ha creado para representar la naturaleza. El mundo que teníamos en la cabeza era caótico y tal vez escaso de leyes para explicarlo, pero era hermoso. El progreso lo ha ido convirtiendo en un gigantesco mecanismo de relojería desprovisto de sorpresas y la antigua dignidad, que tanto preocupaba a los filósofos como valor rescatable de la especie humana, se va diluyendo entre un océano de informaciones carentes de pasión.