En Icetex hay visos de crisis que afectan a muchas familias en la proyección educativa de sus hijos, trayendo incertidumbre, angustias, denotando, además, el desengaño contenido en promesas electorales con intención estupefacta de relevar a 200.000 alumnos.
El estamento dicente planteaba mejorar condiciones de acceso a las Instituciones de Educación Superior (IES), lográndose que la cobertura no fuera únicamente para planes fuera del país (de ahí su nombre de Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior: Icetex) sino que se proyectó, tiempo atrás, en otorgar préstamos y ayudas con el fin de promover la educación con recursos propios o de terceros, dedicados a población de menores posibilidades económicas y de buen desempeño. De esta manera realizan sus pregrados dentro del territorio. Esta universalidad ha hecho que crezcan los cupos, nazcan IES y es una eficaz forma de servir a la sociedad. Por ello, y de conformidad con la ley 1002 de 2005 y el decreto 1075 del 2015, se definió que el Instituto es una entidad financiera de NATURALEZA ESPECIAL, dotada de personería jurídica, autonomía administrativa y patrimonio propio, vinculada al Ministerio de Educación Nacional y sometida “en lo pertinente” a la vigilancia de la Superintendencia Financiera. En lo presupuestal interviene el Ministerio de Hacienda, sin que haga parte de su junta directiva, presidida por el titular del ramo. Ha sido considerado como ente modelo en el mundo, adaptado en varios países. En consecuencia, el Icetex ejecuta las políticas de gobernanza en el fomento de la educación superior a través del prestamiento en cuestión. Uno de los puntos que contiene la plataforma de lucha de la estructura creada, es propender el apoyo oficial para facilitar el ingreso a las carreras respectivas. En el Icetex, entre sus objetivos, está el de ampliar cupos de crédito educativo a fin de que los estudiantes permanezcan y culminen sus ciclos, fijando réditos subsidiados, becas y compensaciones. Hoy existe un “vaya y venga” entre los despachos de Educación y de Hacienda por la provisión de moneda para alimentar con prioridad constitucional y social, las arcas de la institución. Voces hay que dicen que es la puesta de un “marchitamiento”, aunque el gobierno arguye que es el déficit fiscal presupuestario que determina recortes a los órganos ejecutivos, y así cubrir faltantes de $15 billones, mientras se asevera en otras fuentes que puede ser de $50 billones. El rasero no excluye al Icetex, lo que puede traer un efecto dominó perjudicial en las IES públicas y privadas, y la sospecha de ser un presionador sensible para que el Congreso afronte una nueva Reforma Tributaria. El desasosiego ha aumentado con la idea del ministro Rojas que propone modificar el organismo en un banco de primer piso y desbaratar su misión actual. Y entonces la juventud que apoyó decisoriamente a Petro, se convierte en estamento de burlas y desprecio. Con pañitos tibios de fondos para abrir la demanda, se anuncia que de los $6.5 billones solicitados para el año entrante, terminaron en $4.6 billones. El faltante pone en ascuas a las IES privadas que son receptores de matriculados con préstamos. En esa dirección mineducación les pide cambiar fechas establecidas, lo cual hace que la crisis se vuelva caos. En lo público, lo que ocurre en la destacada mundialmente, la U. de Antioquia, es una muestra del asfixiamiento financiero que la tiene en ascuas. La comunidad académica se pregunta, si la difundida ampliación de 500 mil plazas universitarias, ¿es otra falacia? Una reciente encuesta de Cifras y Conceptos, refleja la percepción que los jóvenes poseen acerca de estos temas No se concibe que se otorguen subsidios a muchachos para que “no maten”, y que actuaron en paro vandálico que cobró vidas y bienes, que coadyuvar en la solución de los beneficiarios del Icetex.
¿En qué queda el inciso tercero del artículo 69 de la Constitución Política que expresa: “El Estado facilitará mecanismos financieros que hagan posible el acceso de todas las personas aptas a la educación superior”?