Hace más de tres años, este servidor apoyado en las voces entusiastas de algunos amigos y conocidos, se atrevió a fundar un medio de comunicación que respondiera a la necesidad de la ciudad y el país de juntar voces diversas para contribuir a la construcción de conocimiento y formación de democracia. Se trataba entonces, y aún lo sigue siendo, de sumar inteligencias en la tarea de estructurar una plataforma donde todos cupiéramos. Sucedió en tiempos de pandemia, cuando ante la amenaza de la Covid 19 y siguiendo recomendaciones de las autoridades sanitarias, los ciudadanos nos vimos confinados a nuestros hogares en un esfuerzo por contener el avance del virus que alcanzó a cobrar millones de víctimas en todo el mundo. Sin salir de casa, la sociedad ha podido mantenerse informada ya que los ordenadores y dispositivos móviles permitieron alojar los contenidos que antes eran exclusivos de los diarios. La revolución digital hizo posible el milagro a través de la internet. En ese cambio, nos correspondió jugar un papel transformador y, debo confesarlo, ha sido una fructífera labor de inclusión, donde logramos convocar a nuestro alrededor a más de un centenar de cerebros para aportar cotidianamente conocimientos y experticias en las distintas áreas del saber y la humanística con la finalidad de compartir y disentir, permitiéndole al lector el libre acceso a las distintas manera de ver e interpretar el mundo, y al mismo tiempo de interactuar a través de una especie de correo abierto donde pueden comentar las columnas e inclusive acceder a las respuestas cuando las merecen. En ese lapso, desde el 9 de febrero de 2020 hasta el presente (5 de mayo de 2023) han sido publicados en El Opinadero 5621 artículos, 110 autores le han apostado a publicar sus escritos en este medio, ocho de ellos hacen parte del ranquin de los más leídos (según Cifras y Conceptos) en el departamento de Risaralda y han recibido 8224 comentarios de los lectores. El fundador y director de este medio considera estar cumpliendo su misión, tenemos motivos para creer que esa masa crítica de lectores bien informados junto con el equipo de colaboradores que comparten con ellos el fruto de sus reflexiones a través de este medio alcanza algún grado de satisfacción. Así parecen indicarlo las crecientes solicitudes de columnistas dispuestos a acogerse al reglamento para integrar esta comunidad de librepensadores. A todos ellos van nuestros agradecimientos, como también lo hemos hecho personalmente en sendos encuentros a donde nos han acompañado con total libertad y entusiasmo en jornadas de integración. Alentados por ese respaldo, renovamos nuestra disposición de perseverar en la tarea de mantener viva esta llama a la que nos consagramos con dedicación exclusiva para que desde cualquier lugar del mundo sea posible acceder a las lecturas de El Opinadero con solo digitar www.elopinadero.com.co en la internet y, adicionalmente, acceder a nuevas audiencias por las redes sociales Facebook, Instagram y Youtube. Es nuestra respuesta con hechos a la cultura de la cancelación. Tenemos el reto de transformarnos en empresa. Pero los retos son de enorme dimensión. En su edición de ayer 5 de mayo de 2023, El Tiempo publicó una noticia titulada “Ciudadanos ven poco o nada de apoyo de gobiernos locales y nacional a empresas”, donde según sondeo, el 74 % de las personas piensan que crear empresa en el país es difícil o muy difícil. Peor sucede con los emprendimientos periodísticos, en nuestros primeros tres años apenas sí hemos logrado sobrevivir y esto más por la tozudez del fundador que por apoyo oficial o institucional, salvo contadas excepciones. Se nos ha cobrado caro nuestra independencia, se nos ha ignorado y excluido de los presupuestos estatales y se ha sembrado de dificultades insalvables el camino de la financiación haciendo en la práctica imposible la venta de pauta oficial. Nos hemos visto abocados a acudir a micro mecenazgos. Aun así, estamos obstinados en formalizarnos, pero a nuevos retos nuevas imposiciones. A diario nos estrellamos con trámites ilógicos, exigencias a veces traídas de los cabellos de los burócratas de turno y la indiferencia de quienes no parecen comprender la magnitud de nuestro compromiso y terminan por ahogar este grito libertario. Mientras tanto, buscamos una mano amiga que nos libere de la cultura de la cancelación; aquella que, en palabras de Ludmila Moscato, se conoce como “la acción de quitar apoyo, anular o bloquear a personas, marcas o entidades que emitieron una opinión o postura ideológica que se considera no solo objetable, sino repudiable”. La autora advierte que “el efecto sobre esa persona puede ser tan profundo como inmediato: más allá de su trayectoria, de si lo que hizo fue correctamente interpretado o si se la sacó de contexto (a Ángela Torres la acusaron de “apropiación cultural” por llevar trenzas estilo afro), de si lo que dijo fue ahora o hace muchos años, cuando los parámetros culturales dominantes eran otros; la persona sufre una pérdida de apoyo pública que puede representar el fin de su carrera” El Opinadero ya no es patrimonio exclusivo de su fundador, lo es de la sociedad y a ella corresponde aportar para que sobreviva y trascienda.
Apreciado Director Luis Fernando : Gracias por liderar una apuesta de emprendimiento social entorno a la expresión del libre pensamiento , del análisis crítico , del diagnóstico responsable basado en la investigación y la transparencia , en general como acompañante del desarrollo de la sociedad en el marco de nuestros contextos constitucionales .
Lograrlo con independencia es el compromiso , hacerlo sostenible es el reto corporativo en el que deberíamos concurrir las Instituciones públicas , privadas y los particulares para no dejar extinguir este canal determinante en la vigía y el faro de la ciudad , la región , el país . Es tanto lo que se ha logrado con este medio plural, calificado y democrático ,que si nos imaginamos que no existiera , hoy Pereira estaría más expuesta a la deriva .
Muy buena reseña, el norte sigue nítido, estos espacios de participación amplia y democrática, e incluyentes, merecen mucho más apoyo social, cómo no vivimos en un país dictatorial no apreciamos la maravillosa oportunidad que se nos da, al permitirnos opinar sin cortapisas, sin censura y sin orientación ideológica. Ánimo Fernando y es cierto ya no sol es su opinadero, es el opinadero de todo Risaralda.
Respetado Director:
Coherente escrito acerca de la desinteresada labor periodística que emprendió , para abrir espacios a un cumulo de Columnistas con jerarquía conceptual, a una Dirección de El Opinadero, que con respeto abre espacios a toda una diversidad de personas que en sus escritos nos aproximan a temáticas de índole variada, abrir espacio a personas que ofrecemos una opinión desde el particular conocimiento o desconocimiento de algunos temas, pero que encontramos en El Opinadero , luces de conocimiento profundo en la oferta escritural.
Periodismo que usted propuso : sin mordaza.
Gracias, al fundador , a los Columnistas , y a quienes dan aporte con sus comentarios pertinentes
Todos nutren el saber independiente .