* Miedo a los que no tienen nada que perder. Aporofobia.
* Pobres y combatientes por la prescindencia. Ponerlos a eliminarse. Muertes por desesperación.
La dignidad de la vida humana no es la utopía de los amantes del dinero, las monedas, los negocios, el capital y el poder político. No fue un chisme inocente ni una fake new la especie lanzada por Trump sobre la mascotofagia de los más «indeseables» menos aceptables en la estética del sueño gringo. «Los comegatos haitianos», devoradores de mascotas, fue un guión de engaño que quedó grabado en la aporofobia colectiva gringa.
«Se nos dañó el barrio con todos esos «desechables» y debemos limpiarlo o todos seremos culpables de vivir en una olla». La idea de una invasión de zombies inmigrantes, desató el terror de los electores del Estados Unidos profundo donde la racionalidad no es el fuerte y el miedo crece silvestre.
Ése era el relato combustible inflamable para el incendio de miedo y desesperación que llevaría a una decisión visceral, irracional, que muchos siguen sin entender. Cómo un zombie político año 2021, un indeseable adinerado tiene hoy el botón letal de la potencia bélica del planeta. El condenado convicto defenestró a la clase política profesional de carrera del erario y poder público al cual dejará arrimar por sus mendrugos de siempre a los godos clientelares gringos.
Harakiri… muertes por desesperación
El honor del sueño americano está en el bolsillo, el dólar es su santo grial. Sin la moneda suficiente la vida pierde valor y sentido y no es aceptable. Ése es el motivo central del cinturón del suicidio en la región con mayor número de casos en el mundo, fenómeno presente en el ecosistema del cowboy gringo. En Arizona, Colorado, Idaho, Montana, Nevada, Nuevo México, Utah, y Wyoming, oeste montañero estadounidense, cincuenta mil suicidios marcaron ésa tendencia creciente. Un vaquero que es el poder, no puede ser carga para nadie. Si no hay producido no hay caso.
El Stephen Candi colombiano y su cincuenta millones mensuales en el Capitolio
Un tal Miguel Abraham Polo Polo que será denunciado penalmente una vez más por su desastre político impresentable como Representante a la Cámara, es la síntesis del síndrome Stephen Candi, el esclavo que detestaba la libertad de los negros en Estados Unidos porque él prefería seguir seguro en la casa del amo, relato de un western clásico, Django desencadenado.
Ése indeseable político revictmizó en noviembre trece a las madres de los jóvenes colombianos muertos en el caso de 6402 crímenes de Estado conocido como los falsos positivos. Acciones de una política de prescindencia adelantada desde el gobierno colombiano año 2006 bajo el mandato de dos expresidentes reelegidos éste siglo. El tal Polo Polo dijo echar a la basura el acto de memoria de las madres de Soacha. Tiró las botas que ellas usaron como elementos de recordación de un genocidio iniciado e impune, con armas del Estado.
Así será la agenda de campaña por la presidencia de Colombia 2026, con un discurso visceral de odio y miedo contra los pobres por intentar sostener un gobierno a favor de sus derechos, como dice el mandato de 2022. Los prescindibles que nada aportan, ni producen e impiden el crecimiento económico, son el enemigo a vencer y hay que llevarlos a que se eliminen en los bandos tradicionales de las violencias. Todo el que no sirva que no estorbe es el dogma de fé de los dueños del mundo monetario como el rey Ellon Musk, mentor del impresentable emperador de la oficina oval. La tecnoprescindencia a la Musk es asunto para ver.
En la historia de la humanidad la prescindencia ha estado y en este tiempo con títulos como limpieza social. El nazismo fue todo centrado en ésa idea que está de vuelta y en auge en los países de pobres. «Ésa gente debe morir rápido» dice el sobrino Trump que le aconsejaba su tío sobre su hijo con discapacidad. Prescindencia es la línea de pensamiento del autócrata que siembra y reafirma su filosofía en sus pares del mundo lo mismo en Corea del Norte, en Rusia, Israel, Arabia, África, Latinoamérica y todo el sur global donde haya gente que no factura en la medida necesaria.
Así va la agenda de la humanidad timoneada por pensamiento genocida que desde siempre se movió en el despojo, desplazamiento y eliminación como en los 6402 y más que alcanzó la política de prescindencia que arrancó ya con sus fichas a consumar la retoma del poder corrupto e impune en Macondo.
Escrito por Hernando Ayala M. Ciudadano colombiano con libre expresión. Voluntario por el Derecho a la Información y el Periodismo leal.