Recientemente se celebró en Pereira el XXXV Congreso Nacional de Exportadores, en el cual se abordaron temas que tienen que ver con la atracción de la inversión extranjera con miras a la canasta exportadora, a la transición energética, la fiscalidad, el multilateralismo, la institucionalidad, la seguridad jurídica y las reformas económicas que plantea el Gobierno. El presidente de la Junta de Analdex, Ronald Bakalarz, indicó su preocupación por los vaivenes económicos, la incertidumbre y la inseguridad en las carreteras que impiden la operación, dándose pérdidas inmensas por materias primas sin llegar a sus destinos, más los saqueos a mercancías.
A su turno, Javier Díaz Molina, presidente ejecutivo de la entidad, defendió con ahínco la independencia del Banco de la República (BR) en su condición de tomar medidas para la disminución de la inflación. En cuanto a la certeza jurídica, dijo que es primordial en el comercio internacional, especialmente en la atracción inversora y puso de ejemplo lo acontecido con las zonas francas que fueron objeto de variabilidad en la reforma tributaria que, de suyo, las afectó.
Díaz Molina, invocó la urgente necesidad de concertar con el Gobierno, según lo anunciado por el presidente Petro. El sector privado está listo.
Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara Colombo-Americana (AmCham), encontró eco y expectativas al hablar de cómo conquistar Inversión Extranjera Directa (IED) para acrecentar cadenas de valor y conquistar la llegada de fuentescon destino a ampliar los intercambios y el desarrollo económico y social. Mientras que las mayores inversiones provienen del petróleo, gas y minería, la perspectiva de la transformación es obtener nuevos aportes de capital, reinversión de utilidades y financiación a productores en otros campos que puedan ser promisorios para que se den oportunidades que alumbren capacidades en la ejecución de proyectos redundantes y catapultar las cadenas mencionadas. Agregó que Colombia puede poner foco en los siguientes rubros: petróleo y minerales críticos, a pesar de las intenciones oficiales al respecto; industria farmacéutica, cosméticos y aseo, manufacturas e insumos para calzado, prendas de vestir y textiles, industria automotriz, alimentos y bebidas, tercerización avanzada de servicios, software e innovación digital, turismo, logística y E-commerce. En relación con la transición de descontaminación, se recalcó en la necesidad de ajustarla a planes que no propendan por desestabilizar el crecimiento, señalando que el principal negocio es el área energética, y que una política de reindustrialización es buena con generación de IED.
Entre los principales riesgos, están las condiciones financieras surgidas por la contracción monetaria y debido a imposiciones inflacionarias sobre los márgenes de las empresas que trastocan la actividad global. Asimismo, se resorta el devenir por conflictos bélicos, lo mismo que la caída de la confianza de los hogares y empresas, más los costos del cambio climático. María Isabel Mosquera de BRC Ratings, teniendo como origen el BR, dijo en el evento: “Lo que resta de 2023, y 2024 trae grandes desafíos para Colombia ante una inflación muy por encima de la meta del banco central, demanda interna moderándose, y menores exportaciones. La consolidación fiscal y el crecimiento de la economía: estabilizar la carga de la deuda soberana y reducir el déficit de cuenta corriente gradualmente”.
Frente a ello se espera que se manejen bien las cuentas y el cumplimiento de la Regla Fiscal, sin olvidar que escaza producción conlleva presiones a la tasa de desempleo. Es de anotar que el déficit comercial subió 21,4 por ciento en julio, señalándose que las compras externas del país se contrajeron en 28.2 y las exportaciones lo hicieron en un 30.8 por ciento. Así el déficit se asoma a 600.2 millones de dólares, cifra de cuidado.
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Con el Congreso de Analdex al que asistieron alrededor de mil personas, Pereira, demostró capacidad logística, organizativa y turística para celebrar acontecimientos de tal magnitud.