El Diario, en la edición del pasado jueves 11 de mayo, informó del derrumbamiento de un muro de contención, en una vía del sector de Villasantana, que dejó en riesgo diez viviendas de una invasión.
El colapso le ha generado al Municipio la obligación de, al costo que sea y con cargo al bolsillo de los contribuyentes, rehacer el muro caído, antes de que se produzca un deslizamiento, o de reubicar a los habitantes, ahora expuestos, que se suman al creciente número de pobladores de las zonas en riesgo por los que debe hacer lo mismo, porque los gobiernos de la ciudad, en los últimos 20 años, han fingido tener la vista gorda, mientras el problema crecía.
En 2019, el coordinador de la Dirección de Gestión de Riesgo de Pereira, DIGER, informó de 17 mil viviendas en zonas de riesgo y de ellas 7 mil, en lugares de riesgo alto no mitigable. Luego el Plan de Ordenación y Manejo, POMCA, del Rio Consota, elevó su número y también el tiempo transcurrido ha ampliado la cantidad, pues las invasiones crecen todos los días, mientras el actual Plan de Desarrollo de la ciudad solo incluye 300 viviendas nuevas para reubicación de familias.
En más de una ocasión nos hemos referido al riesgo de deslizamiento que soportan las construcciones irregulares en el sector Caracol – La Curva y la vía a Armenia que cruza sobre ellas y podría perder su banca si produjera un derrumbe. Agreguemos nuevas construcciones clandestinas bajo la vía que de la Avenida Las Américas lleva al parque EL Vergel y más abajo, en el sector de La Laguna, donde en las noches de los últimos meses, levantaron edificaciones con ladrillos.
Y no son solo viviendas, las zonas adyacentes a la vía a “Cerritos” cuentan con un buen número de invasores que han edificado locales para ventas y ventorrillos, violando el retiro obligatorio de 20 metros desde el eje la vía. Con ellos se tropezarán las construcciones de las nuevas vías, intersecciones y retornos proyectados en la zona.
En la ribera del Rio Consota, junto al puente de la vía a Armenia, hay otra invasión que debería tener la atención del gobierno de Pereira. Es un motel edificado, literalmente, sobre el río que, además está en la zona sobre la que debería construirse la entrada al Salado Consotá, una de las 23 Áreas Arqueológicas Protegidas de Colombia y una de las que en la región contienen vestigios de asentamientos humanos datados en 8.000 años A.C., que debería ser una de nuestras mayores atracciones turísticas, si confrontamos su edad con los 6.000 años A.C. que se han calculado a los vestigios de una fortificación militar en el sitio donde luego se edificó la bíblica Jericó, en la actual Palestina.
Dr James, si en un caso de derrumbe hubiere un muerto quien sería el responsable de todos los entes o autoridades que intervienen ?
Todos sabemos la permisividad del Estado para los asentamientos subnormales, no importa el riesgo en que estén solo les importa eludir la responsabilidad en buscar soluciones de vivienda para miles de familias que no encuentran una vivienda digna para su familia, solo les interesa el negocio de las constructoras quieres financian las campañas de los Gobernantes actuales.