Para poder entender si nuestro organismo se encuentra en estado de alcalinidad o acidez, primero que todo tenemos que tener en claro el concepto de Ph que significa potencial de hidrógeno, es decir, la cantidad de iones hidrógeno en un fluido, es decir, entre más iones de estos haya en una solución más ácida será esta y es que cuando hablamos de fluidos en el caso del cuerpo humano nos referimos a los fluidos corporales como la saliva, la sangre, la orina y el líquido extra e intracelular, es decir el Ph nos determinará si el fluido se encuentra en acidez, alcalinidad o en estado neutro. Normalmente el Ph se mide en una escala que va de O a 14 siendo 7 el estado medio o neutro es decir ni es ácido ni es alcalino lo que significa que si se encuentra por debajo de 7 se considera ácido y si está por encima de 7 es alcalino y este equilibrio del Ph determinara nuestro buen o mal estado de salud en todos los niveles y de la misma forma la aparición o no de enfermedades de manera temprana viéndose reflejado en la forma de como envejecemos. El premio Nobel Albert Saint Gyogyi quien descubrió la vitamina C en 1927 hacía referencia a ello diciendo que el cuerpo era alcalino por diseño, pero sus funciones eran acidificantes, refiriéndose al hecho de que nuestras células producían grandes cantidades de ácido en todo momento y que para poder mantener un equilibrio adecuado se necesitaba que el medio que las rodeaba fuera alcalino. Y es que la acidificación del cuerpo no solo se produce por los subproductos de eliminación celular sino también a través de las dietas que actualmente consumimos y que acidifican células, tejidos, órganos y finalmente la sangre produciendo enfermedades y patologías de todo tipo adicionalmente los pensamientos, el estrés, el estilo de vida, la vida sedentaria, los medicamentos, la contaminación electromagnética, la contaminación ambiental, elementos químicos que se encuentren en el aire, agua o alimentos y otra gran cantidad de factores hacen que nuestro organismo entre en este estado de acidez y enferme. El ideal es que el Ph de nuestra sangre se mantuviera siempre en el rango aproximado de 7.3 pues las enfermedades físicas crónicas y agudas son casi siempre el resultado de exceso de ácido que modifica el equilibrio de Ph en el cuerpo y lo descompensa en un principio de manera imperceptible pero posteriormente de forma más manifiesta. En la acidificación el cuerpo presenta diferentes fases como son: perdida de energía, sensibilidad e irritación, moco y congestión, inflamación, endurecimiento de los tejidos blandos, ulceración y por último degeneración o cáncer. Al principio los síntomas pueden no ser intensos y se manifiestan como erupciones cutáneas, migrañas, alergias, resfriados, sinusitis u otras patologías no tan significativas por citar algunos, pero posteriormente la acidez puede ir comprometiendo órganos más importantes como tiroides, hígado, suprarrenales etc. y esto se va a ver más agravado si le sumamos un bajo nivel de oxígeno que hace que el metabolismo de las células se detenga y puedan llegar a la muerte. Esto es a grandes rasgos, la forma como la acidez nos puede llegar a afectar cuando se sale de los parámetros permitidos y de allí la importancia de poder mantener nuestro Ph en la medida de lo posible en un estado de alcalinidad que se verá reflejado en un buen estado de salud.