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ActualidadLa inevitable improvisación

La inevitable improvisación

Por ADRIANA VALLEJO DE LA PAVA

Desde que inició la pandemia los ciudadanos en Colombia y en el mundo han sufrido por la implementación de una serie de medidas que algunos han acatado completamente, otros parcialmente y otros definitivamente han ignorado.

El desconocimiento sobre el virus llevó a las autoridades a cometer excesos en los controles sin ningún tipo de soporte científico para implementarlos. Normas que terminaron siendo ilegítimas y hasta inconstitucionales como ocurrió en el país con la restricción a los adultos mayores de 70 años.

Algunas personas al inicio de la pandemia compartieron plenamente las medidas de aislamiento total, por miedo y basadas en la fe se encerraron. Otras se dedicaron infructuosamente a encontrarle razones lógicas a no poder salir por un sendero al aire libre a caminar o a montar en bicicleta. Sólo un día para mercar y cuando no era el día se sacaba el mercado a pasear por la ciudad.  Cloro y alcohol en todas las bolsas y al ingreso de los hogares y hasta personas intoxicadas por exceso de desinfectantes.

El cierre pudo ser progresivo y no al contrario. Las aperturas fueron graduales hasta llegar al máximo en la temporada de mayores aglomeraciones y más reuniones familiares en diciembre. Se generó el segundo pico y nuevas medidas que tampoco fueron plenamente comprendidas. “Encerrados no aprendemos “, se expresó en una columna en este espacio. Medidas sin explicaciones soportadas y falta de cultura ciudadana han sido la constante.

Bogotá acaba de eliminar la obligación de limpieza de llantas, zapatos y toma de temperatura porque comprobó, después de todos estos meses, que no era necesario, que el virus no está en el aire como creían al inicio y no pasa por los zapatos ni las llantas.

Ahora que por fortuna las muertes y los contagios están disminuyendo tampoco se logra entender la razón. La caída en el promedio diario de casos este mes ha sido 59,4 por ciento, considerando que el promedio diario de enero fue de 14.613 y el de febrero ha sido de 5.944. En muertes el descenso ha sido de 36,7 por ciento, el mes pasado se presentaron 347 diarios y este mes 219. Tampoco se sabe nada del supuesto tercer pico.

Debe quedar claro con esta trágica pandemia que el mundo entero debe invertir más en salud pública y en investigaciones científicas para conocer y enfrentar virus letales para los seres humanos, la sociedad y la economía.

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