Víctor Polo, corresponsal Caracol, puso música a un tema de éxodo desde Santa Marta, de los venezolanos que allí habían buscado su «sueño americano». Y el director del Dane, Oviedo, nos recordó una radiografía sobre el estado del Arte de esa operación en la que Colombia ha puesto más de lo que le toca.
Ambos pasajes hablan de lo mismo: «nos vamos de aquí porque esto ya se parece mucho a Venezuela», reveló Polo con voces de ellos. Oviedo señala que en sus cuentas los vecinos no han encontrado el potosí, porque hay desempleo, muy precaria atención en salud y muchas dificultades de otros tipos. El acomodo es penoso. En síntesis: 85% de venezolanos migrantes no encuentran trabajo; 84,6% no tienen legalizada su estadía (les ofrecieron y no tramitan su Permiso Especial de Permanencia) y ante la vecindad de un cambio político, prefieren seguir en su huida.
Se van, no para Barranquilla, ni tampoco para Guatemala… Retornan a guatepior.
Para la encuesta del Dane entre ellos en los primeros meses de 2022, se calculó que son más de 5 millones de migrados. ¿Cómo influirá eso en el conteo electoral? Con doble nacionalidad, mucho de ellos pueden votar. Otros trabajan para quien los contrate en cualquier cosa (quejándose por la baja paga) y no pueden negar que van a intervenir en esa operación electoral.
Ya en ciudades como Bogotá indican que 3 de cada cinco personas indiciadas de delincuencia, son venezolanos. Las formas son robo, raponeos, participación en distintos asocios para el delito incluido la cauda creciente de raspachines y cultivadores de coca, que son los renglones de mayor crecimiento en esta venezolanización de la economía, que será ¿Continental?
Maduro mandó a algunos pagados y otros siguen rondando las fronteras, para ejercer su control legal o ilegal, en asocio con mercenarios de aquí de allá, mientras el gobierno colombiano se ufana con muestras de caridad en organismos internacionales, para acoger a los expulsados de por allá. Y estos y aquellos no apenas se quejan y amenazan con irse, sino entablan pleitos y lo harán en tribunales internacionales, pues de aquí… ¡Les quedaremos debiendo!
Como diría Polo: se va el Caimán, se va el Caimán… y no es para Barranquilla, ni para Guatemala … se va para …