La masculinidad no es una forma de vestir porque no es más masculino quien viste elegante o de vaquero. La forma de vestir cambia con los años, con la historia, con las modas. Definitivamente ser masculino no es andar muy elegante, de saco y corbata o de traje formal, se puede andar de una manera absolutamente informal, como roquero, hippy o con ropa urbana que llaman y ser masculino.
La masculinidad tampoco es ser guapo, buen mozo o atractivo.
La autonomía, el liderazgo y la responsabilidad tampoco definen o determinan la masculinidad, porque las mujeres también manifiestan esas características y de hecho en nuestros días el liderazgo es cada vez más asumido o demostrado por ellas en Colombia y a lo largo y ancho del mundo entero.
Seguramente la masculinidad evoluciona y necesita ser reformulada y complementada. Puede que la masculinidad implique tener valentía para defender, respetar y hacer respetar a los demás, en especial al sexo femenino Por supuesto, que ser masculino, hombre, varón, macho, no es ofender a la mujer por ser mujer y mucho menos atacarla o violentarla. No tiene nada de masculino golpearla o incluso matarla, como viene ocurriendo de una manera inmisericorde. Al contrario, quien abusa de la mujer más que masculinidad, valor o valentía, está demostrando cobardía, debilidad, insuficiencia. En definitiva, carece de valor y estatura moral.
Una persona masculina es limpia físicamente, pero es profundamente masculina cuando es atenta y limpia en el trato… Cuando es buen trabajador y tiene como prioridad las responsabilidades del hogar, cuando es un buen proveedor, pero no solo de cosas materiales, como el mercado, sino proveedor de alegría y equidad entre los sexos… Cuando procura el desarrollo de su pareja, de sus de sus hijos y de sí mismo.
Todo esto de ser masculino nos demuestra que no es tanto el ser fuerte físicamente y nunca se es masculino cuando se es violento. Puede haber personas muy masculinas que no tienen fuerza física o que no les gusta manifestarla o desarrollarla. Esos son más bien estereotipos flojos, por ponerles el calificativo menos ofensivo.
Hay características de la masculinidad que van en consonancia con características que pueden tener también las mujeres. Hoy en día la mujer también en muchos casos es proveedora y es masculino hacer oficios de la casa y atender los niños, los hijos. Interesante escuchar para cada quién, qué es ser masculino.
Es ser muy masculino cuando se protege a las mujeres y a los niños de los abusos. Definitivamente la masculinidad bien concebida, es una grandeza que no compite para nada con nadie
Desde siempre lo percibí y cada día me convenzo más de que, aparte las naturales diferencias entre hembras y machos, esa nauseabunda competencia que categorizan como masculinidad y feminidad es sobre todo un falaz axioma cultural, impuesto, alentado y usufructuado por motivaciones religiosas inicialmente y potenciado después por «razones» económicas.
Somos tan obtusos que obviamos olímpicamente que siempre hemos tenido a mano un enorme recurso que soluciona sin la menor duda ese «conflicto»: LA ÉTICA.
Claro, ese olimpismo nos lleva a la obscena situación a la que hemos llegado: ser ÉTICO implica, necesaria y obligatoriamente, el ejercicio de usar lo que supuestamente nos hace humanos: PENSAR…y ya sabemos que ni a la religión ni a la economía les sirve el pensamiento.