No es raro encontrar actualmente a un gran número de personas de todas las edades y sexos viéndose abocados a situaciones de conflicto interior, tensión emocional, angustia, depresión, ansiedad, vacío espiritual, agresividad, inseguridad, cambios súbitos en el estado anímico y muchas otras situaciones más, que hacen que los días y la vida se vuelvan difíciles de llevar, y en algunos casos, prácticamente insoportables.
Al parecer, muchos de estos integrantes forman parte de una de las afecciones del cuerpo y la mente que mayor número de personas sufren en todo el mundo, conocida como estrés.
Se considera que, además de otras patologías o enfermedades, esta parece ser la que mayor número de adeptos tiene, dada la cotidianidad con la que nos vemos y vivimos abocados. Pero todo no puede ser malo, en un mar de incertidumbre como el actual, surgen varias alternativas para superar y poderle ganar la batalla a la enfermedad del siglo XXI.
Día a día los científicos estudian e inventan compuestos con gran número de propiedades y beneficios para el manejo del estrés y lo mismo lo hacen personas dedicadas al estudio de la salud mental, sin embargo, a pesar de todo el avance tecnológico que el ser humano dispone en la actualidad, existe una técnica milenaria que nunca pasará de moda y totalmente vigente como lo es el caso de la meditación.
La meditación es aquel acto que nos permite reencontrarnos con nosotros mismo, logrando poder entrar en un estado de paz interior, y si lo podemos llamar así, en un estado de aquietamiento cerebral donde nada y nadie pueda perturbar dicha armonía lograda por el mismo hombre.
Apartándonos un poco del concepto espiritual, diremos que en nuestro medio cultural existe actualmente un gran número de personas dedicadas a la práctica de la meditación trascendental, que es la más conocida en nuestro medio, y tal y como la palabra lo dice, nos ayuda a trascender más allá de nuestra esencia como humanos.
Muchos consideran que la meditación está solo reservada para personas que han llevado un camino espiritual muy elevado, de muchos años, o que han realizado estudios en Oriente lo bastante profundos sobre el tema, pues la verdad, es que esto no es así, todos nos podemos beneficiarnos activamente de la meditación, sin que ello interfiera con nuestras creencias religiosas, filosóficas o simplemente de convicción, las cuales son muy respetables y forman parte de la integralidad de cada uno de nosotros como persona.
El hecho es que la meditación trascendental solo requiere que quien la practique tenga un real deseo de hacerlo y la suficiente disciplina para la incorporarla a su vida y así poder verse beneficiado de su efecto, tanto a nivel orgánico como mental.
Dentro de esta práctica existen varios aspectos que debe tener en cuenta cada una de las personas que desean iniciarse como meditadores y los cuales van desde la posición que se asume, pasando por el sitio en donde se practica, la hora y lógicamente otros detalles relacionados directamente con el acto de meditar como tal.
Lo más importante es saber que cada uno de nosotros puede mejorar su calidad de vida en muchos planos y aspectos, si nos damos a la tarea de averiguar, investigar y conocer más sobre los beneficios que puede tener la meditación para cada uno de nosotros, y además, para todas las personas que nos rodean, en un mundo lleno de cosas interesantes por descubrir.