Cuando llega la Navidad escucho en las emisora una canción que nos evoca a muchos para preguntar dónde están los juguetes, momento de alegría y para millones de tristeza por no disponer de algo para celebrarla debido a la tradición que durante siglos se nos ha impuesto por el mercantilismo de un modelo tradicional donde importa más lo material que el amor, la salud y el afecto de la familia en torno a un día común y corriente, pero que para muchos es algo importante pues el jolgorio prima sobre la verdadera realidad que se vive a diario en muchos hogares donde la Navidad es de olvidar porque la felicidad no ha tocado a sus puertas.
Navidad una tradición donde unos van alegres y otros van llorando, hay quienes lo tienen todo y es alegría , otros no tienen nada y es tristeza pues no tienen ni siquiera para una cena en torno a la reunión familiar de sus padres o los hijos, entonces un niño o niña pregunta, mamá dónde están los juguetes?, la respuesta es decir que el niño Dios de Belén vendrá el otro año porque no recibió la carta donde se le pedía el deseo de ese regalo, pero que muchas veces no encontramos más que una lágrima de una madre afligida que busca disimular su tristeza en un abrazo profundo y cálido en una navidad más de las tantas que ha vivido en medio de la esperanza de que el próximo año si pueda celebrarla con la alegría y la sonrisa de sus hijos y no sea como siempre la Navidad de los pobres.
La Navidad llega, y con ella las campanas qué anuncian el advenimiento del niño Jesús, muchas de ellas con el sonido del tilín tilín pero que no encuentran porque millones en el mundo sufren en la miseria y la pobreza a causa de quienes sólo les importa el dinero por encima de un mundo más justo y equitativo, solo en esa noche que debería ser de paz y de amor encontrarnos la verdadera realidad de un mundo sin sonido, sin voz y sin palabras para esos hombres y mujeres que a diario guardan en su corazón la esperanza de poder vivir momentos de alegría y no de tristezas en una noche estrellada para disfrutar esa NAVIDAD DE LOS POBRES.
OSCAR CRUZ RAMIREZ
Ningún niño debería pasar necesidades, mucho menos abusos, siempre deberíamos ver en sus rostros calma, tranquilidad seguridad, y una sonrisa de esas que nos dicen todo está bien.