“Mi corazón se regocija frente a ustedes en un evento tan importante como lo es la COP16 de biodiversidad”
Sara Sofía Díaz. Niña de 9 años.
Muchas y variadas son las enseñanzas, así como las cosas positivas que nos deja La COP16. La unión de los colombianos alrededor de la defensa de la biodiversidad es algo muy positivo. Nos enseña por ejemplo que cuando hay proyectos loables que apuntan a la defensa de la vida y del medio ambiente todos acudimos a respaldarlos.
La participación de la niñez, es algo que hacía falta y que, en esta COP16 en Cali, ha sido demasiado visible y destacado. Algunas de las declaraciones de los niños son:
Dylan Quiñones. Niño de Barbacoas Nariño: “Debemos de ser escuchados porque nosotros necesitamos irnos involucrando para tener ese espíritu de participación, y que no se pierda lo que hasta ahora hemos construido, sino que seamos garantes de mantener este legado en términos de prácticas organizativas”.
Daniela. Joven indígena del Putumayo. “A pesar de que somos pequeños, tenemos mucho conocimiento de nuestros territorios, para nosotros los pueblos indígenas, es muy importante el territorio, y a la vez el cambio climático nos muestra que hay un desequilibrio entre el mundo espiritual y el terrenal”.
Sara Sofía Díaz León: Niña santandereana de 9 años estudiante de tercero de primaria. Activista ambiental. “Un mensaje para todos los niños, que no desfallezcan, no pierdan la esperanza, de que todavía podemos recuperar nuestro hogar común”. Lo que yo quiero es que los adultos cambien su manera de actuar porque en frente de nuestras narices nos están robando nuestro futuro”. Su lema: “Unidos y actuando, la crisis climática vamos mitigando”.
Francisco Vera: El niño líder de Villeta de 12 años. Habló frente al Congreso de Colombia a fin de contener el cambio climático. Hoy se encuentra en el exilio por amenazas contra su vida y la de su familia. Es el gran ausente de la COP16. Dirige el movimiento Guardianes por la Vida del cual ya hacen parte 700 niños de toda Colombia. Su defensa de la Reserva de Chiribiquete, denunciando la tala de miles de árboles. Esta denuncia ha traído la atención del mundo ambiental, pero también ocasionó la atención de los grupos criminales interesados en continuar con la destrucción de la Reserva de Chiribiquete.
En resumen, han sido aproximadamente 150 niños los participantes en la COP16 de Cali. Sus intervenciones han sido amplificadas en diferentes medios de comunicación de todo el mundo, lo que le ha dado al país una mejor y mayor visibilidad mundial. En buena hora, los niños dejaron de ser simples espectadores, para convertirse con sus opiniones y declaraciones en participantes y protagonistas de primer orden en este evento sobre la biodiversidad, el de mayor importancia para la defensa del medio ambiente.
Ya alguien había dicho: “o cambiamos o nos cambian”. Lo que si es seguro es que la semilla para la conservación del medio ambiente sembrada por los niños en esta versión de la COP16, se irradiará por todo el planeta y germinará en defensa de la biodiversidad y la vida.
JAIRO ARANGO GAVIRIA
Octubre 2024