¿La perfección deportiva existe? Humanizar el deporte legado Tokio 2020

Por HERNANDO AYALA MELGAREJO

Simone Biles es ícono de humanidad en el escenario de la cúspide olímpica versión Tokio 2020 repleto de significados, aprendizajes y un elevado saldo pedagógico para todos en la diversidad. Primero la salud y la vida, después el oro en el podio olímpico fue el mensaje directo y preciso que mandó la más importante gimnasta estadounidense del siglo veintiuno, centro de atención en los Juegos Olímpicos más raros en 125 años de olimpismo moderno. Primeros aplazados, sin público, con la presión amenaza del contagio pandémico, tapabocas, restricciones extremas, una prueba de saliva al despertar cada mañana y protocolos rigurosos en una burbuja de incertidumbre. Mayor presión imposible.

Después de los abusos acumulados, los twisties sacaron a Simone Biles de la competencia. Significa que mientras la gimnasta artística campeona olímpica en Rio 2016 y la más veces campeona mundial en su país, cinco títulos mundiales, siente que su mente es un remolino cuando su cuerpo está girando en el aire en los movimientos propios de su rutina perfeccionada. Ahí el riesgo de un accidente es total. La pérdida de su estrella principal fue otro mazazo para la gimnasia de los Estados Unidos.

El acumulado de estrés, presión, ansiedad en la mente de Simone Biles incluye haber tenido que vivir y conocer todo el episodio del año 2018 con el médico Larry Nassar de la federación de gimnasia condenado tres veces a más de 175 años por abuso sexual de centenares de gimnastas entre ellas Biles y el suicidio del entrenador John Geddert el pasado 21 de febrero después de ser condenado a 135 años de prisión por los mismos delitos. Simone Biles viene a sus 24 años de una infancia dura con su madre en problemas de adicción. ¿Cuál será la suerte de la perfecta campeona con cuatro oros olímpicos en Río 2016 que falló en Tokio 2020 porque su mente no aguantó más presión?  Asunto para ver.

Los juegos olímpicos diferentes al wa japonés en Tokio, que en esencia significa armonía y obediencia vertical en una sociedad conservadora imperial, rompieron ese precepto del ordenamiento olímpico donde no era posible romper la apariencia de perfección impecable en todo. Son muchas cosas por revisar las que están en evidencia en este episodio que ha roto la restricción a la libre expresión de los atletas consignado en la temida y hoy deslegitimada regla 50 de la carta olímpica.  De la burbuja olímpica está saliendo mensajes y significados que antes no fueron expuestos por los atletas.

Naomi Osaka, número uno del tenis japonés había sentado posición contra el racismo y la presión mediática semanas atrás en la antesala de los juegos al salirse de Roland Garros y luego encender el pebetero en la apertura de Tokio. El equipo alemán de gimnasia femenina vistió indumentaria de pantalón largo para sus ejercicios contra la sexualización televisiva de sus formas marcadas en los atuendos tradicionales.  Simone Biles atendió la recomendación de Michael Phelps un año atrás.  

Novak Djokovic el número uno del tenis mundial se fue dando golpes de raqueta rota a la salida de su derrota por la medalla de bronce después de ser eliminado de la final. Los productores de la OBS transmisión oficial de los juegos debieron hacer acto de contrición, agachar la cabeza y prometer que no volverán a acosar con los planos cerrados y tiros de cámara focalizados en la sexualidad de las jugadoras. Toda esa carga en una sola semana. Más presión imposible.    

Colombia es una olla a presión Mariana Pajón

La más importante atleta olímpica de la historia en Colombia la bicicrosista Mariana Pajón, única con dos medallas de oro y una de plata, tres podios consecutivos en los tres juegos olímpicos que disputó, después de reafirmar su amor por ser colombiana, se quejó de haber recibido amenazas junto con su esposo también bicicrosista en la delegación colombiana en Tokio. «Este logro es de oro porque ha sido demasiado duro y mi país es una olla a presión» declaró la emblemática deportista entre lágrimas después de su triunfo en Tokio 2020.   Colombia ganó tres podios y seis diplomas olímpicos en su primera semana en Tokio 2020 una olimpiada para ser examinada con lupa y profundo análisis reposado por todo lo que deja.

Si los atletas élite olímpica mundial mujeres y hombres expresaran todo lo que necesitaran o debieran decir sobre lo que no anduvo bien en sus procesos, cuántas cosas tendrían que ser transformadas en la manera como funcionó el máximo rendimiento deportivo hasta los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Si los mismos atletas supieran, comprendieran, conocieran, todo lo actuado en el ámbito dirigencial, la incidencia, gestión económica y política en la gobernanza de sus deportes en nombre de sus derechos y el sacrificio extremo que debieron realizar en silencio sin poder expresar ¿qué pasaría en su salud mental?

Después de Tokio 2020 +1 los derechos de los atletas no van a estar subordinados al imperio de intereses y privilegios excluyentes que marcaron el decurso de 125 años en el movimiento olímpico mundial sin participación de los protagonistas del espectáculo y máximo sacrificio.  Todo tendrá que armonizar en gobernanza con una masa deportiva más deliberante y crítica, decidida a anteponer su autonomía, dignidad, salud y vida primero y por encima de la prioridad del podio, el oro y la perfección fingida.

Tokio sin perdedores tiene un valor transformador para auscultar y ajustar a una realidad distinta en Paris 24 y Los Ángeles 28 sin contar la autocracia de la sede asignada sin consulta con el movimiento a Brisbane 2032.-