Por Eduardo Montoya Pérez
A finales del mes de julio del presente año, Luis Álvarez Campuzano sufrió la mutilación de uno de sus brazos. El joven de 17 años residente en Sincelejo fue víctima de la agresión a manos de su vecino, otro joven de la misma edad.
Luis ya había sido victima de discriminación verbal por parte del vecino; salir a la calle se convierte, para muchos integrantes de los sectores sociales LGBT+, en una lucha constante por mantenerse firme y no quebrarse ante insultos como: maricón, loca, mariquita, sidoso, mujercita y etcétera, etcétera.
La humillación y la agresión tenían que parar: Luis se llenó de valor y el 31 de julio decidió defenderse, defensa que le costó su mano; a muchos otros y otras les ha costado la vida misma. Es que la realidad que vivió Luis, es la verdad que muchos llevamos en nuestras memorias; en esa que a veces parece película que se repite y se repite cuando se asiste al colegio, a la iglesia, a una reunión familiar o se camina por la calle.
Somos parias para una sociedad que no acepta y no respeta, que cree todavía tener la supremacía sobre los otros seres humanos y que se vuelven inquisidores discriminando al otro sólo por amar, vestirse, sentirse y pensar diferente.
Todavía tenemos normalizados los chistes, burlas y personajes que imitan a personas LGBT+; parece que somos un chiste y esa carga siempre tiene implícita la homofobia y el estigma social.
Luis, hoy, es el reflejo de una realidad, de una verdad que llevamos a cuesta todos quienes hacemos parte de la población diversa. Nos han mutilado tantas veces, que no se logra generar conciencia de ello. Partamos por los padres que no aceptan a sus hijos; la escuela se convierte en un campo de guerra donde participan maestros y compañeros segregando al niño por ser homosexual o transgénero y qué decir de la iglesia, cuando el Papa Pablo VI nos condenó al infierno?.
¿Qué más infierno? ¿No es suficiente el que vivimos a diario? Cuando se nos vulneran los derechos, el acceso a la salud, a los tratamientos hormonales, a la asignación del sexo para las personas trans, se le niegan los derechos patrimoniales, por parte de familias, a las parejas de sus familiares cuando convivieron por años juntos.
No podemos continuar siendo esa sociedad mutiladora, castradora de las libertades humanas, de las vidas de los demás. Hoy, es Luis Álvarez Campuzano el rostro de lo deshumanizados que criamos a nuestros niños y jóvenes. La discriminación es una conducta aprendida, que es enseñada de los adultos a los niños y niñas. Si educáramos desde la inclusión, el respeto, la justicia y la equidad, no tendríamos que repetir estas historias que parten el alma.
Tenemos aqui las consecuencias de una sociedad homofobica integrada por un grupo muy especia cual es la familia. Es ahi donde muchos de nuestros padres enseñan a sus hijos a la discriminacion y el odio al diferente; consecuencia de esto es ver como un menor de edad por su odio infundado ataca a otro menor con muchas formas entre ellas lo verbal y que gran sorpresa ver como ya no le bastan los insultos; sino que recurre al intento de homicidio. Por favor padres de familia, enseñemos a nuestros menores a ver las diferentes personas con respeto y admiracion porque cada uno de ellos son el futuro del mundo. Personalmente vivi estos atropellos y doy fe del odio y de muchos daños sicologicos que siembran en nosotras las personas atacadas por estas homolesbotransfobia
He vivido en carne propia esta situacion desde mi ninez negandomen toda oportunidad ala educacion,un trabajo digno donde pudiera tener mis parafiscales y poder gozar mas tarde de una pension pero enfin he continuado mi lucha. Termine mis estudios hoy profesional un lider reconocido anivel Nacional hago parte de Fundacion Plataformas .Pero la lucha no termina hace dos años fui agredido dos veces una por un menor de edad y la segunda por una dama casos q ue lleva en curso la Fiscalia ya Fayaron en una queda pendie te la otra Todo esto por una intolerancia y falta de sensibilizacion auna sociedad que todavia creen quetodo es blanco y negro q no hay una gama de colores que somos Diversos y que debemos estar sujetos a todos los derechos auna Equidad Social
Que tristeza ver como es que un joven que se supone entienden un poco mas que las personas mayores, sean los que mas discriminan al punro de convertirce en unos salvajes , a Luis sigue pa delante con mas fortaleza de la que tenias antes .